Los j¨®venes iran¨ªes tiran la toalla y optan por emigrar
Los problemas econ¨®micos y la falta de libertades sociales alientan el deseo de buscar un futuro fuera de la Rep¨²blica Isl¨¢mica
El n¨²mero de emigrantes iran¨ªes, que disminuy¨® tras la llegada a la presidencia de Hasan Rohani en 2013, ha vuelto a intensificarse, seg¨²n los expertos. ¡°Un mill¨®n y medio de iran¨ªes han presentado su solicitud para establecerse en Canad¨¢ o Australia¡±, alertaba recientemente Hossein Abdeh Tabrizi, economista fundador del banco Eqtesad Novin y asesor del Gobierno. Esta cifra, que triplica la capacidad de recepci¨®n de ambos pa¨ªses, equivale a casi el 2% de la poblaci¨®n de Ir¨¢n (80 millones) y se concentra sobre todo entre sus j¨®venes.
¡°En dos ocasiones he intentado conseguir el visado Schengen sin ¨¦xito; ahora mi proyecto es trasladarme a Ecuador, ya que no hace falta visado¡±, explica Behzad, un joven ingeniero de Caminos cuyo sue?o es instalarse en un pa¨ªs ¡°menos estresante¡±. ¡°La llegada de Rohani al poder y el acuerdo nuclear despertaron muchas expectativas, pero despu¨¦s de cinco a?os, estamos en el punto de partida¡±, opina.
Para hacerse una idea completa del alcance del problema, hay que sumar tambi¨¦n a los iran¨ªes que eligen destinos m¨¢s cercanos como Dub¨¢i, Turqu¨ªa y Georgia, y a aquellos que optan por v¨ªas ilegales. Si se echa un vistazo a los canales de televisi¨®n en persa emitidos desde el extranjero, sorprende la cantidad de servicios de inmigraci¨®n que se anuncian.
La actitud y la visi¨®n de los iran¨ªes que se van del pa¨ªs tambi¨¦n han cambiado. Durante la primera d¨¦cada tras la victoria de la revoluci¨®n isl¨¢mica de 1979, la mayor¨ªa se fue por motivos pol¨ªticos y anhelaba regresar alg¨²n d¨ªa. Las nuevas olas migratorias se deben m¨¢s a causas socioecon¨®micas que pol¨ªticas.
Abdeh Tabrizi describe a esta generaci¨®n de emigrantes como ¡°profesionales o due?os de capital cuya salida perjudica la econom¨ªa nacional¡±. Este aspecto apunta mal para el futuro de Ir¨¢n, un pa¨ªs que, a parte de sus reservas de hidrocarburos, siempre ha dependido de la riqueza de sus recursos humanos.
Maryam y Alireza, una joven pareja de Juzest¨¢n, al suroeste del pa¨ªs, est¨¢n preparando la documentaci¨®n para solicitar la residencia no lucrativa ante la Embajada de Espa?a en Teher¨¢n. ¡°Estamos dispuestos a aprender espa?ol y adaptarnos con la nueva cultura para que nuestros futuros hijos crezcan lejos de las preocupaciones de Ir¨¢n¡±, manifiesta Maryam. Pero seg¨²n el c¨®nsul de Espa?a en Teher¨¢n, Jos¨¦ Manuel Ram¨ªrez Arrazola, no todos tienen tanta suerte. ¡°Algunos no pueden adaptarse a la nueva situaci¨®n, por el idioma o la cultura, y en realidad utilizan ese permiso de residencia para facilitar su [eventual] traslado a Europa¡±. Muchos iran¨ªes ven en la posibilidad de salir del pa¨ªs sin necesitar visado como un seguro ante el futuro impredecible de Ir¨¢n.
Una combinaci¨®n de motivos alienta esta tendencia a emigrar. Aparte de las crisis pol¨ªticas y socioecon¨®micas, Ir¨¢n atraviesa serios problemas medioambientales, adem¨¢s de la ineficiencia de las instituciones competentes en las cat¨¢strofes naturales, principalmente ante terremotos y contaminaci¨®n de polvo causada por la sequ¨ªa. De ah¨ª que quienes disponen de capacidad econ¨®mica o preparaci¨®n suficiente para reiniciar su vida prefieran irse.
Pero la nueva situaci¨®n sociopol¨ªtica del mundo ha complicado emgrar. Las olas de migrantes que huyen de los conflictos de Oriente Pr¨®ximo y ?frica han alentado sentimientos nacionalistas en Europa y el Viejo Continente ya no recibe con los brazos abiertos a quienes llaman a su puerta. As¨ª que esta v¨¢lvula de escape est¨¢ dejando de funcionar para los profesionales iran¨ªes. Algunos observadores advierten de la decepci¨®n que ese fracaso produce en quienes sue?an con salir del pa¨ªs, algo que sin duda va a aumentar el descontento social.
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