Polic¨ªas y manifestantes se enfrentan en otro foco de protestas en Marruecos
El Gobierno hab¨ªa prohibido una sentada este mi¨¦rcoles en el municipio de Yerada, alzado contra la pobreza, despu¨¦s de tolerarlas durante m¨¢s de tres meses
Al Gobierno de Marruecos le est¨¢ creciendo entre las manos otra Alhucemas, otro foco de protestas que no atina a apaciguar. En este caso se trata del municipio minero de Yerada (40.000 habitantes), pr¨®ximo a la frontera con Argelia, situado a 60 kil¨®metros al sur de Uchda, en el noreste de Marruecos, a seis horas en coche desde Rabat. Despu¨¦s de tres meses de protestas pac¨ªficas en su gran mayor¨ªa, las autoridades provinciales prohibieron este martes las manifestaciones. Decenas de j¨®venes decidieron rebelarse contra esa decisi¨®n y organizaron una sentada el mi¨¦rcoles en la superficie de varios pozos mineros. La polic¨ªa trat¨® de disolverla y el resultado fueron varias horas de enfrentamientos, tras los cuales fueron detenidas al menos nueve personas.
La versi¨®n de los hechos difiere completamente entre la polic¨ªa y los activistas. Un comunicado de la prefectura de Yerada asegura que ¡°elementos encapuchados¡± lanzaron piedras contra los agentes, que se vieron ¡°obligados a intervenir (¡). Entre las fuerzas de seguridad se han registrado heridas, ¡°algunas graves¡±, as¨ª como el incendio de cinco veh¨ªculos patrulla.
Por su parte, Mohamed Elouali, miembro en Yerada de la Asociaci¨®n Marroqu¨ª de Derechos Humanos (AMDH), indic¨® a este diario: ¡°La violencia la inici¨® la polic¨ªa. Los j¨®venes se sentaron de forma pac¨ªfica y los agentes comenzaron a lanzar gases lacrim¨®genos. Eso ocurri¨® a la una de la tarde. Los enfrentamientos duraron hasta las cinco de la tarde. La polic¨ªa dice que detuvo a nueve personas, pero yo dir¨ªa que han sido entre 20 y 30 los detenidos. Y hace varias semanas detuvieron a cuatro activistas que a¨²n contin¨²an en prisi¨®n¡±.
Las primeras manifestaciones en Yerada comenzaron el 22 de diciembre tras la muerte de dos hermanos mineros, de 22 y 30 a?os, que trabajaban en un yacimiento de carb¨®n clandestino. Ped¨ªan alternativas econ¨®micas para sobrevivir tras el cierre de las minas en 1998 y una reducci¨®n en las facturas de agua y electricidad. El jueves 1 de enero falleci¨® otro minero de 31 a?os. Y las protestas volvieron a subir de tono.
El Gobierno ha prometido varias acciones para combatir el desempleo en la zona, pero la mayor parte de los activistas se muestran muy esc¨¦pticos. ¡°Hasta ahora solo ha habido promesas¡±, se?ala Elouali. ¡°No se ha emprendido ni una sola medida sobre el terreno¡±.
La comarca de Yerada sufri¨® una oleada de emigraci¨®n tras el cierre de las minas de carb¨®n en 1998. Los mineros que decidieron quedarse en el pueblo venden a empresarios locales el carb¨®n que extraen sin las m¨ªnimas medidas de seguridad.
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