Filia de filas
Se me aparecen en filas. Son personajes pendientes de aparecer en cuentos o convertirse en novelas
Se me aparecen en filas. Son personajes pendientes de aparecer en cuentos o convertirse en novelas; algunos tienen nombre, apellido, signo del zodiaco y personalidad definida y otros, an¨®nimos monitos que se ponen en la fila sin saber a d¨®nde conduce la puerta que parece estar siempre cerrada. Hablan entre ellos o murmuran para s¨ª mismos los posibles destinos que desean que el azar les designe y al amanecer, de madrugada, parecen espectros u hologramas de todos mis afectos conocidos y desconocidos que se ponen en fila precisamente para que uno los extra?e.
En ocasiones, las filas de dibujados van encuerados como si se encarasen el pat¨ªbulo de la redacci¨®n o el sendero de una gloria ef¨ªmera y luego, los imagino vestidos con abrigos y maletas, peri¨®dicos abiertos en flor y rodeados de jirafas o elefantes incre¨ªbles; lo inveros¨ªmil se mezcla con lo palpable y lo inverificable se pone tambi¨¦n en fila, al lado de la se?ora gorda que lleva lentes de gatito o el calvo que peina ideas con la cabeza agachada, parados al lado de un hombre diminuto que no deja de hablar al vac¨ªo. Se les pasa el tiempo en la fila que parece hilera de pasajeros a punto de abordar un vuelo sin alas o marchantes que esperan el cami¨®n para salir de una bodega de abasto verdulero; son penitentes en procesi¨®n y alumnos en la antesala de un examen o bien, son bur¨®cratas a punto de convertirse en ba?istas de una playa humana en Acapulco. Son versitos sueltos de un poema ajeno o duendes de un aforismo que se volvi¨® colectivo y son la letra de un himno o el p¨¢rrafo inexistente de un tratado global que alguien tradujo para M¨¦xico. Son mu?equitos inm¨®viles o monitos con vida propia y esperan serenamente el desenlace que llegar¨¢ en cuanto una pluma les abra la puerta y se expanda la p¨¢gina en blanco para que juntos redacten el transcurso de otro d¨ªa en tinta¡ bien visto, son quiz¨¢ todas las almas que viven al d¨ªa en la ilusi¨®n inquebrantable de hacer lo que tengan que hacer como justos de una c¨¢bala memorizada; son los lectores de su propia trama y los autores de su ¨ªntimo desenlace o son los que se preocupan por el ma?ana huyendo del ayer o anclados en el pret¨¦rito que les permita so?ar precisamente el amanecer incierto que se abre a doble p¨¢gina como promesa electoral. Son incautos y feroces, ingenuos y despiadados, ¨¢giles e incandescentes: son los peque?os personajes que se filtran en la cabeza de algunos pocos y que antiguamente llevaban el nombre de ideas.
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