El juez ordena el inmediato ingreso en prisi¨®n de Lula da Silva
El expresidente brasile?o tiene de plazo hasta este viernes a la cinco de la tarde para entregarse voluntariamente
Sin esperar a agotar los plazos legales, el juez S¨¦rgio Moro, el pertinaz acusador de Luiz In¨¢cio Lula da Silva en los ¨²ltimos tres a?os, ha dictado, en la noche de este jueves, el inmediato ingreso en prisi¨®n del expresidente de Brasil. No hab¨ªan pasado ni 24 horas desde que el Supremo Tribunal Federal (STF) decidiese, en la madrugada anterior, denegar el ¨²ltimo recurso de Lula, condenado a 12 a?os por corrupci¨®n, cuando Moro dict¨® un auto fulminante para decretar su encarcelamiento.? El juez concede a Lula, "por la dignidad del cargo que ocup¨®", la oportunidad de entregarse ¨¦l mismo a la justicia antes de las cinco de la tarde de este viernes.
Cientos de simpatizantes de Lula han organizado una vigilia durante toda noche frente a la sede del Sindicato de Metal¨²rgicos del ¨¢rea metropolitana de S?o Paulo, donde la figura del l¨ªder del Partido de los Trabajadores (PT) comenz¨® a despuntar hacer cuatro d¨¦cadas como l¨ªder del movimiento obrero, en plena dictadura militar. El expresidente ha estado all¨ª hasta la una de la madrugada, cuando abandon¨® el lugar para descansar en su casa, jaleado por sus fieles. A una mujer que lo abraz¨® envuelta en l¨¢grimas, Lula le coment¨®: "Queda tranquila. Los justos vencer¨¢n".
?Moro es el mismo juez que investig¨® a Lula y le conden¨® en primera instancia, una sentencia que fue ratificada el pasado enero y que ha desembocado en su pr¨®ximo ingreso en prisi¨®n. Todo el proceso contra el expresidente ha sido de una celeridad inusual en la habitualmente lenta justicia brasile?a. Y las mismas prisas van a marcar su ingreso en prisi¨®n. Hab¨ªan pasado apenas 17 horas desde que se conoci¨®? la decisi¨®n del STF cuando el juez, tambi¨¦n con una rapidez sin precedentes, orden¨® el encarcelamiento. Todo el mundo daba por hecho que la prisi¨®n era inminente, pero los plazos legales que se manejaban tend¨ªan a hacer pensar que no ser¨ªa, como pronto, hasta la pr¨®xima semana. Los abogados de Lula ten¨ªan derecho a presentar un recurso aclaratorio que les hubiese permitido ganar unos d¨ªas. Pero en el auto de prisi¨®n Moro rechaza esperar a ese tr¨¢mite para evitar, seg¨²n argumenta, que la defensa del expresidenta persista en una estrategia que el juez califica de "patolog¨ªa dilatoria".
La decisi¨®n de Moro sorprendi¨® a Lula reunido en la sede del instituto que lleva su nombre, en S?o Paulo. Poco despu¨¦s de conocer la noticia, abandon¨® el edificio y se dirigi¨® a la sede del Sindicato de Metal¨²rgicos de la ciudad de S?o Bernardo do Campo, la organizaci¨®n donde forj¨® su carrera pol¨ªtica. El l¨ªder del PT? podr¨¢ entregarse de forma voluntaria antes de las cinco de la tarde al juzgado de Moro, en la ciudad de Curitiba. Pero ni sus abogados ni los dirigentes del partido han concretado si lo har¨¢ o esperar¨¢ a que la polic¨ªa acuda a detenerlo. Quedar¨¢ provisionalmente detenido en la sede de la Superintencia de la Polic¨ªa Federal, en una especie de sala reservada, "separado del resto de los presos", resalta en su auto el juez, quien tambi¨¦n advierte que "queda absolutamente vedado el uso de esposas".
El destino final del que lleg¨® a ser uno de los jefes de Estado m¨¢s populares del planeta es la c¨¢rcel de Curitiba, donde encontrar¨¢ otros pol¨ªticos presos como el expresidente de la C¨¢mara de Diputados -y cerebro gris del impeachment contra la sucesora de Lula, Dilma Rousseff- Eduardo Cunha. Y tambi¨¦n otra presencia que le puede resultar muy inc¨®moda: el que fuera su ministro de Hacienda Antonio Palocci, un antiguo amigo que acab¨® prest¨¢ndose a colaborar con Moro y lanzar acusaciones contra el expresidente.
La sorpresa de la fulminante orden de prisi¨®n constituy¨® un nuevo sobresalto para los centenares de miles de brasile?os que hab¨ªan permanecido despiertos hasta casi la una de la madrugada a fin de seguir la sesi¨®n del STF que, despu¨¦s de casi 11 horas de debate, decidi¨® denegar la solicitud de habeas corpus del expresidente. Fue una decisi¨®n muy apretada, seis votos contra cinco. M¨¢s all¨¢ de las reacciones en la calle de los partidarios y detractores del l¨ªder del PT, concentrados en Brasilia en las cercan¨ªas del tribunal, las calles del pa¨ªs amanecieron este jueves como un d¨ªa m¨¢s, sin especiales agitaciones. Hasta que, al caer la noche, lleg¨® la decisi¨®n de Moro. Militantes del PT comenzaron a echarse a la calle y un millar de personas permanec¨ªa concentrada ante la sede del Sindicato de Metal¨²rgicos, en S?o Bernardo, donde Lula estuvo reunido con varios dirigentes de su partido, entre ellos la expresidenta del pa¨ªs Dilma Rousseff, hasta entrada la madrugada.
En la largu¨ªsima sesi¨®n del STF no se examinaba el fondo del caso por el que Moro conden¨® a Lula, los hechos que sustentan la acusaci¨®n de que el expresidente recibi¨® un apartamento como soborno de una constructora. Se trataba solo de determinar si era pertinente su ingreso en prisi¨®n cuando la condena al expresidente, ratificada en segunda instancia, todav¨ªa no es firme. La discusi¨®n lleg¨® al ¨²ltimo momento con un empate entre los magistrados. Unos argumentaban que esperar a la resoluci¨®n final de procesos judiciales prolongados durante a?os es una garant¨ªa de impunidad. Otros esgrim¨ªan el derecho a la presunci¨®n de inocencia. Fue el voto de la presidenta del tribunal, C¨¢rmen L¨²cia, el que deshizo el empate y se?al¨® a Lula el camino de la prisi¨®n.
Incertidumbre electoral
La inminente entrada en la c¨¢rcel de Lula saca de la carrera electoral al candidato que encabezaba holgadamente todas las encuestas, con una intenci¨®n de voto de alrededor del 35%. Ah¨ª est¨¢n incluidos los grandes feudos del Nordeste, la regi¨®n m¨¢s pobre del pa¨ªs, donde el apoyo a Lula alcanza en algunas zonas proporciones de casi el 70%. Todos los especialistas se?alan que otro candidato del PT, con el apoyo de Lula, incluso desde la c¨¢rcel, podr¨ªa retener una parte de ese voto, aunque de ninguna manera su totalidad. Eso abrir¨ªa un hueco a ser explotado por cualquiera y no necesariamente desde el campo de la izquierda.
El PT siempre ha negado que tuviese un plan B para relevar a Lula. Pero en privado dirigentes del partido manejan desde hace tiempo dos nombres, el exalcalde de S?o Paulo Fernando Haddad y el exgobernador de Bah¨ªa Jaques Wagner, este ¨²ltimo con mayores posibilidades de retener los feudos del Nordeste. M¨¢s dif¨ªcil, aunque no imposible, ser¨ªa adherirse a otra candidatura en la izquierda, como la de Ciro Gomes, exministro de Lula y l¨ªder del Partido Democr¨¢tico Laborista. Gomes ya tiene por s¨ª mismo un apoyo de un 7% y posibilidades de crecer en el Nordeste, de donde es originario. En el espectro del centro izquierda est¨¢ adem¨¢s la eterna outsider Marina Silva, con un 10% en las encuestas, tambi¨¦n exministra de Lula pero que ha acabado muy distanciada del PT.
Sin Lula, cobra fuerza el fantasma del ultraderechista Jair Bolsonaro, que, con cerca de un 20%, pasar¨ªa a liderar las encuestas. No son pocos los analistas que opinan que el exmiltar Bolsonaro, aunque cuenta con una base firme, tiene pocas posibilidades de crecer. Pero en la sensaci¨®n de caos que por momentos se apodera del pa¨ªs se mueve como nadie. Y cuenta con grandes apoyos en el Ej¨¦rcito, que en las ¨²ltimas semanas ha dejado claro su inter¨¦s por convertirse en un actor abiertamente pol¨ªtico.
Bolsonaro, hom¨®fobo, machista y defensor de la tortura, se aprovecha tambi¨¦n del p¨¢ramo que reina en el centro derecha tradicional. El candidato con m¨¢s posibilidades de reunir al establishment conservador, Geraldo Alckmin, gobernador de S?o Paulo, permanece estancado en un 7%. Entre los grupos aliados al Gobierno actual se han lanzado nombres como el del ministro de Hacienda, Henrique Meirelles ¨Cla ni?a bonita del sector de los negocios- y el presidente de la C¨¢mara de Diputados, Rodrigo Maia, aunque ninguno llega al 3%. El propio presidente, Michel Temer, ha dicho ahora que se plantea presentarse. Nadie se toma muy en serio esa candidatura, con unos ¨ªndices de popularidad que no llegan ni al 5% y varios esc¨¢ndalos de corrupci¨®n llamando a su puerta. Lo ¨²nico seguro es que, sin Lula, todo parece posible en Brasil en los pr¨®ximos meses. Y que a partir de este viernes, el expresidente pasar¨¢ a engrosar la lista de pol¨ªticos presidiarios del pa¨ªs.
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