La oposicion h¨²ngara busca la respuesta para desalojar a Orb¨¢n
La desuni¨®n y la fragmentaci¨®n de los partidos de centro e izquierda complica que se capitalice el voto del desencanto. Las formaciones estudian hacer frente com¨²n en algunos distritos
Si Maria Felfodi tuviese que votar a Jobbik para desalojar a Viktor Orb¨¢n del poder lo har¨ªa. A disgusto, esta profesora de 53 a?os, votante tradicional de los socialdem¨®cratas, apostar¨ªa por el partido que ha crecido en la ultraderecha. Sin embargo, en su distrito, el dos, en Pest, la parte baja de la capital h¨²ngara, no tiene que enfrentarse a lo que ¡ªpese a que Jobbik no ganar¨ªa¡ª podr¨ªa ser un dilema moral. No es algo frecuente, pero en este ¨¢rea habitada por ciudadanos de clase media y profesionales, los partidos han alcanzado un acuerdo para apoyar a Bernadett Szel, presidenta de los verdes y quien es all¨ª la candidata m¨¢s fuerte contra Fidesz, el partido del Gobierno. Por ella votar¨¢ Felfodi: ¡°La situaci¨®n es insostenible, Hungr¨ªa necesita un cambio¡±.
Fragmentada y debilitada, la oposici¨®n h¨²ngara no lo tiene f¨¢cil para enfrentarse a la maquinaria de Orb¨¢n, que gobierna con mayor¨ªa absoluta desde 2010 y a quien las ¨²ltimas encuestas dan el 45% de los votos ¡ªjunto a sus aliados de coalici¨®n KDNP¡ª. Sin embargo, pese a que Fidesz es l¨ªder en todos los sondeos, son muchos los analistas pol¨ªticos que avisan de que las del domingo son las elecciones m¨¢s impredecibles desde 1990. De hecho, est¨¢n aumentando las posibilidades de que surja un ¡®Parlamento Colgado¡¯, es decir, una c¨¢mara sin mayor¨ªas. Ser¨ªa la primera vez en Hungr¨ªa.
El Fidesz del ultraconservador y nacionalista Orb¨¢n tiene un electorado muy fiel de unos dos millones de votantes, pero no goza del apoyo mayoritario de la sociedad h¨²ngara que, sin embargo, ve diluido su malestar por la nebulosa amalgama de partidos de centro y de izquierda. Por no hablar de las decenas de supuestas formaciones que se han inscrito en los comicios y que pueden arrebatar votos a los verdaderos partidos. Del centenar que concurren el domingo, s¨®lo una decena son partidos serios y reales. Por eso, apunta la analista de Political Capital Edit Zgut, la participaci¨®n es clave. ¡°Cuanto m¨¢s alta sea, m¨¢s probabilidades para la oposici¨®n. Ahora mismo todo es posible¡±.
Adem¨¢s de Jobbik, que se ha movido al centro y que es ya hoy la segunda fuerza pol¨ªtica en este pa¨ªs de 9,7 millones de habitantes, son los partidos m¨¢s centristas y liberales quienes pueden complicar las cosas a Orb¨¢n. Re¨²nen el voto del desencanto, a los indignados con los casos de corrupci¨®n del Gobierno y a los hartos de la propaganda del Ejecutivo. Entre ellos est¨¢ el Partido Socialista H¨²ngaro (MSZP), que para recuperarse de su declive se ha unido con el movimiento liberal Dialogue (Parbeszed). Juntos aspiran al 15% de los votos. Tambi¨¦n el partido verde, que con el nombre La Pol¨ªtica Puede Ser Diferente (LMP) ha presentado un amplio programa contra la corrupci¨®n, junto a la sanidad y la educaci¨®n, una de las grandes preocupaciones de la sociedad h¨²ngara. Es una formaci¨®n proeuropea, al igual que Momentum y la Coalici¨®n Democr¨¢tica social-liberal, liderada por el exprimer ministro Ferenc Gyurcs¨¢ny. Ninguno de los grandes, eso s¨ª, tiene un discurso abiertamente a favor de la inmigraci¨®n, la mayor amenaza para el pa¨ªs, seg¨²n Orb¨¢n.
El panorama no es halag¨¹e?o para los opositores. No les beneficia en absoluto la reforma electoral emprendida por Orb¨¢n. Adem¨¢s, tienen que combatir con la propaganda gubernamental emitida por los poderosos medios controlados por el primer ministro o sus aliados. Y muchas veces ¡ªcomo en el caso de la radio nacional¡ª son los ¨²nicos disponibles en las zonas peque?as y rurales, se lamenta Jozsef Debreczeni, del centrista MDF.
Sin embargo, lo que parec¨ªa una victoria abrumadora para Fidesz se le empez¨® a complicar hace unas semanas. El ¡®cambio de juego¡¯ fue la elecci¨®n regional en un pueblo del sureste del pa¨ªs de nombre impronunciable: H¨®dmez?v¨¢s¨¢rhely. All¨ª, los candidatos de la oposici¨®n se retiraron para apoyar a un candidato independiente. Peter Marki-Zay, cat¨®lico conservador y padre de siete hijos, termin¨® por arrebatar a Fidesz uno de sus bastiones. Tras aquellas elecciones, explica la periodista Vikt¨®ria Serd¨¹lt, los ciudadanos han visto una peque?a esperanza. ¡°Tambi¨¦n los partidos de la oposici¨®n se percataron de que solo con candidatos coordinados y unidos pueden tener una oportunidad. Desde entonces, hay conversaciones serias entre ellos. Sin embargo, esta no es una elecci¨®n local por lo que dejar de lado las diferencias no es f¨¢cil¡±, se?ala Serd¨¹lt.
As¨ª est¨¢n los sondeos
- Fidesz-KDNP 45%
- Jobbik 19%
- MSZP-P¨¢rbesz¨¦d 14%
- DK 9%
- LMP 7%
- Momentum 2%
- Egy¨¹tt 1%
- Magyar K¨¦tfark¨² Kutyap¨¢rt 1%
(Encuesta de Z¨¢vecz recogida por Index)
Encontrar otro Marki-Zay y otro H¨®dmez?v¨¢s¨¢rhely no es f¨¢cil. La mayor¨ªa de liberales e izquierdistas tienen problemas para unirse a Jobbik, lo que no facilita las conversaciones. Adem¨¢s, la mayor¨ªa de los votantes de Jobbik no es partidario de un pacto con la izquierda, algo que tambi¨¦n complica las cosas. Si los candidatos de la oposici¨®n pactaran para apoyar a un solo candidato en 20 distritos, el campo de batalla ser¨ªa suficiente para da?ar el margen de victoria de Fidesz. Los aspirantes tienen hasta el s¨¢bado a las seis de la tarde para retirarse.
Y para donde no exista ese frente com¨²n muchos har¨¢n uso del ¡°voto t¨¢ctico¡±: apostar por quienes m¨¢s posibilidades tengan contra Fidesz y han surgido incluso aplicaciones y plataformas que hacen el c¨¢lculo. Es lo que tiene previsto hacer Peter Kaufmann, creativo de 34 a?os: ¡°Si los pol¨ªticos no se ponen de acuerdo para hacer frente a la amenaza de Orb¨¢n, al menos los ciudadanos podemos votar conscientemente para evitar que gane¡±.
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