Orb¨¢n cabalga contra un enemigo irreal
El primer ministro h¨²ngaro centra su campa?a electoral en la inmigraci¨®n. Las duras pol¨ªticas y el discurso radical han reducido abrumadoramente las llegadas
Los peinados eran bastante laboriosos, as¨ª que Barbi y su madre decidieron cubrirse la cabeza para protegerse el cabello de la lluvia que hab¨ªa empezado a caer en Csongrad. Diez minutos de caminata despu¨¦s, la polic¨ªa local par¨® a las dos mujeres para identificarlas. Un vecino de la peque?a y buc¨®lica ciudad del sureste de Hungr¨ªa pens¨® que la joven camarera h¨²ngara y su madre eran migrantes musulmanas y llam¨® a las autoridades. Algo similar ocurri¨® en Pecs (150.000 habitantes), cerca de la frontera con Croacia, donde una patrulla alertada por una llamada ciudadana par¨® a las dos furgonetas negras en las que viajaba un grupo de hombres. Lo que el denunciante describi¨® como fornidos traficantes y refugiados result¨® ser el equipo local de Waterpolo, que volv¨ªa a casa tras un partido.
Las dos escenas ilustran la histeria que buena parte de la poblaci¨®n h¨²ngara ha desarrollado contra la inmigraci¨®n. El discurso ultranacionalista y xen¨®fobo del primer ministro, V¨ªktor Orb¨¢n, ha espoleado el miedo hacia el extranjero en el antiguo pa¨ªs comunista (9,5 millones de habitantes) poco acostumbrado a ellos. Orb¨¢n y el Gobierno del Fidesz repiten como un mantra que la identidad cristiana de Hungr¨ªa y de toda Europa est¨¢ amenazada por la ¡°invasi¨®n¡± de migrantes. Un ¡°peligro¡± que centra su campa?a para las elecciones de este domingo, en las que el l¨ªder h¨²ngaro, de 54 a?os¡ªque tambi¨¦n acumula r¨¦ditos por la ca¨ªda del desempleo y por la mejora econ¨®mica¡ª, se har¨ªa con su tercer mandato consecutivo, seg¨²n todos los sondeos. Los comicios son clave para el pa¨ªs, hoy el invernadero pol¨ªtico de un hombre cuyo modelo de Estado es una ¡°democracia no liberal¡± y que acumula cada vez m¨¢s poder gracias a sus reformas legales (de la Constituci¨®n o del sistema electoral, por ejemplo). Servir¨¢n tambi¨¦n como term¨®metro del auge de los populismos en la regi¨®n.
El pol¨ªtico que fuera una de las grandes promesas liberales de las reci¨¦n estrenadas democracias Orientales ¡ªy que hoy tiene como referentes al ruso Vlad¨ªmir Putin, el turco Recep Tayyip Erdogan o al chino Xi Jinping¡ª es actualmente, y junto con sus vecinos polacos, uno de los grandes focos conflictos en la UE (de la que es miembro desde 2014). Orb¨¢n y Bruselas tienen disputas abiertas por la "violaci¨®n de los valores europeos". Con medidas como sus leyes contra las ONG y contra una universidad financiada por el magnate George Soros, recuerda Edit Zgut, analista del think tank Pol¨ªtical Capital, uno de los m¨¢s potentes del pa¨ªs. Sin olvidar que est¨¢n en liza por su reiterado incumplimiento de la pol¨ªtica migratoria com¨²n; el caballo de batalla del ultraconservador. ¡°Necesitamos luchar por nuestra independencia, por nuestra naci¨®n, as¨ª Hungr¨ªa podr¨¢ mantener su identidad y no convertirse en un estado multicultural¡±, clam¨® hace 15 d¨ªas en un multitudinario mitin en Budapest.
Laura F. no ha visto esa amenaza de la que el pol¨ªtico populista habla, pero asegura que s¨ª la ha sentido. Reconoce que nunca se ha cruzado con ning¨²n refugiado ni inmigrante en Miskolc, la ciudad del noreste del pa¨ªs en la que trabaja como limpiadora en un centro comercial. ¡°No he conocido a ninguno y no quiero. Mis padres han llegado a temer que mi hermana y yo salgamos solas a la calle por eso¡±, asegura la joven de 24 a?os, alzando mucho sus cejas perfectamente perfiladas. La parada en la que esperan el autob¨²s alimenta ese miedo con un enorme cartel. En ¨¦l se ve la imagen de una fila de hombres que parece interminable en una carretera y la palabra Stop. As¨ª, sin emblema ninguno, es la campa?a estrella del Gobierno de Fidesz (pertenece al Partido Popular Europeo) desplegada por todo el pa¨ªs y que ha costado a las arcas p¨²blicas miles de euros.
Los controvertidos carteles tambi¨¦n est¨¢n en Miskolc, donde los candidatos locales que pueden hacer frente al partido de Orb¨¢n afirman que, pese a los argumentos del Gobierno, la inmigraci¨®n no es un asunto clave en la ciudad, donde los ciudadanos est¨¢n m¨¢s preocupados por tener buenos sueldos, mejores infraestructuras p¨²blicas y por la delincuencia de un par de barrios conflictivos. ¡°Tampoco es un asunto verdaderamente clave en el resto del pa¨ªs, pero Orb¨¢n se ha sabido presentar como el gran defensor de la Hungr¨ªa cristiana que volver¨¢ a convertir el pa¨ªs en grande de nuevo¡±, incide Andras Biro-Nagy, experto del Instituto de Ciencias Pol¨ªticas de la Academia H¨²ngara de Ciencias. El polit¨®logo sostiene adem¨¢s que aunque muchos h¨²ngaros est¨¢n cansados ya de la ret¨®rica populista y migratoria de Orb¨¢n no es nada f¨¢cil arrebatarle la mayor¨ªa en un pa¨ªs con una oposici¨®n d¨¦bil y fragmentada, que ha tenido dif¨ªcil poner otros temas en la agenda.
Y todo ello pese a que las encuestas apuntan que la sanidad, la educaci¨®n y la corrupci¨®n son las principales preocupaciones de los h¨²ngaros. Por eso, para desviar la atenci¨®n, aseguran los m¨¢s cr¨ªticos, el Fidesz sigue ondeando la bandera del miedo al inmigrante. Algo que, desde 2015, le ha funcionado extraordinariamente bien para mantener su electorado tras algunos amagos de p¨¦rdida de votos en elecciones locales.
Pero Orb¨¢n ruge contra un enemigo irreal. Tres a?os despu¨¦s de que cientos de miles de refugiados se agolparan a las puertas de Hungr¨ªa tratando de alcanzar el norte de Europa, el pa¨ªs ha visto como se han reducido abrumadoramente las llegadas. Apenas el 1,5% de la poblaci¨®n en Hungr¨ªa es extranjera, la ampl¨ªsima mayor¨ªa (66%) son europeos, seg¨²n el Instituto H¨²ngaro de Estad¨ªstica. De hecho, el antiguo pa¨ªs comunista necesita fervientemente importar mano de obra en algunos sectores. Y hablando de personas refugiadas, Hungr¨ªa nunca fue un lugar de destino, pero el blindaje de sus fronteras con vallas electrificadas y concertinas y una agresiva pol¨ªtica migratoria ¡ªdetenciones sistem¨¢ticas, reclusiones indefinidas y devoluciones en caliente ¡ª lo han convertido no solo en un lugar a evitar; tambi¨¦n en lo que la ONU considera un pa¨ªs ¡°no seguro¡± para los migrantes y refugiados. En 2017, Hungr¨ªa limit¨® las entradas de solicitantes de asilo a cinco al d¨ªa y concedi¨® alg¨²n tipo de protecci¨®n a 1.200 ¡ªla mayor¨ªa de Irak, Afganist¨¢n y Siria¡ª, seg¨²n la Organizaci¨®n Internacional de Migraciones; el equivalente al 0,01% de su poblaci¨®n.
¡°Ahora hay m¨¢s racismo en Hungr¨ªa¡±
Ninguno ha ido a parar a Miskolc. El sector del acero decay¨® y esta antigua ciudad industrial de 160.000 habitantes se ha convertido hoy en una de las m¨¢s pobres del pa¨ªs, con un alto porcentaje de personas en exclusi¨®n; la mayor¨ªa de etnia gitana. All¨ª, frente al se?or Ferenc y otros vecinos, Orb¨¢n alert¨® hace unas semanas de que la llegada de migrantes crear¨ªa ¡°guetos y zonas prohibidas¡±. El primer ministro, luterano y padre de cinco hijos, prometi¨® combatirlos. ¡°Es un pol¨ªtico serio. Ha protegido a Hungr¨ªa de los extranjeros y de la UE¡±, afirma. Este operario de 53 a?os, reticente como la mayor¨ªa a dar su apellido para comentar sobre pol¨ªtica, es de los pocos que asegura haber visto a un grupo de refugiados en Miskolc. ¡°No habl¨¦ con ellos, pero lo s¨¦ por el aspecto y el idioma¡±, afirma convencido. El supuesto encuentro fue hace meses, en el pub al que va casi cada d¨ªa en su barrio, Avaz, un ¨¢rea de enormes bloques comunistas amarillos con mala fama en todo el pa¨ªs. Mucho decir, ya que Miskolc tampoco goza de muy buena prensa en Hungr¨ªa. Algo de lo que los vecinos culpan a los gitanos a quienes el primer ministro tambi¨¦n hizo una alusi¨®n algo velada.
Piroska, de 73 a?os, no sabe nada de esos invasores a los que alude Orb¨¢n. Esta telefonista jubilada que se ha acercado a escuchar una charla del cadidato local del centrista Foro Dem¨®crata, est¨¢ cansada del discurso migratorio y comenta que el problema de Miskolc es que no hay buenos trabajos para la gente joven. ¡°La mayor¨ªa se ha ido a Austria o a Reino Unido. Yo tengo all¨ª dos hijos¡±, dice. La ciudad acerera sirve como medida para un pa¨ªs que ha visto como lo abandonan m¨¢s de medio mill¨®n de personas en los ¨²ltimos tiempos. Y desde 2014, a un ritmo de m¨¢s de 30.000 al a?o. Hungr¨ªa ha perdido as¨ª, por la emigraci¨®n el 1,5% de su poblaci¨®n. ¡°?Quieren hablar de migrantes? Que hablen de los h¨²ngaros que se van¡±, reclama Piroska.
Unas elecciones vitales para la regi¨®n
El primer ministro h¨²ngaro, Viktor Orb¨¢n, busca un tercer mandato en las elecciones de este domingo. Su partido, el ultraconservador y nacionalista Fidesz, encabeza los sondeos. La mayor¨ªa de encuestas indican que puede alcanzar holgadamente una mayor¨ªa simple.
Est¨¢n registrados m¨¢s de cien partidos. Los m¨¢s importantes son: el nacionalista-conservador Fidesz, el Partido Socialista de Hungr¨ªa (MSZP),? Jobbik (extrema derecha y ultranacionalista ahora con un ideario m¨¢s centrista e incluso econ¨®micamente de izquierdas) y la formaci¨®n ecologista La pol¨ªtica puede ser diferente (LMP).
Jobbik, antes un partido de extrema derecha y abiertamente xen¨®fobo que ha ido cambiando su discurso a la pesca de votos, se perfila como segunda fuerza pol¨ªtica en Hungr¨ªa, arrebat¨¢ndole el puesto a los socialdem¨®cratas. Los sondeos dan a esta formaci¨®n liderada por Gabor Vona ¡ªque actualmente es la tercera en el parlamento¡ª entre un 15% y un 20% de los votos.
Tambi¨¦n el izquierdista Gergely Kar¨¢csony de P¨¢rbesz¨¦d (Di¨¢logo) puede arrancar un buen n¨²mero de votos a Fidesz.
La clave en estas elecciones es el llamado voto t¨¢ctico, coinciden la analista Edit Zgut y el polit¨®logo Andras Biro-Nagy. Es decir, que los electores se decidan por el candidato m¨¢s fuerte contra Fidesz. Esto puede suponer un verdadero cambio y una amenaza para Fidesz, apunta el polit¨®logo. De hecho, en al menos cinco distritos del pa¨ªs se ha producido algo inimaginable hace meses: la oposici¨®n ha apoyado al candidato mejor situado contra el partido de Orb¨¢n.
Una nueva victoria holgada de Fidesz marcar¨¢ el ritmo del pa¨ªs y de la regi¨®n; tambi¨¦n sus relaciones con la UE. "El r¨¦gimen Orban va a continuar igual, destructivo, con campa?as que minan la legitimidad de las instituciones, mientras que al mismo tiempo es uno de los mayores beneficiaros de los fondos comunitarios", afirma Zgut.
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