¡®La casa de papel¡¯, la serie espa?ola que irrita a los islamistas turcos

¡°?De d¨®nde eres?¡±. ¡°Espa?ol¡±. ¡°Ah, ?La Casa de Papel!¡±. Antes, en Turqu¨ªa, este di¨¢logo, sol¨ªa terminar con un ¡°Messi. Ronaldo. Real Madrid. Barcelona¡±. Ahora no. La serie espa?ola, sobre un atraco casi perfecto a la F¨¢brica Nacional de Moneda y Timbre, se ha convertido en un fen¨®meno social en Turqu¨ªa: se escucha hablar de ella en autobuses y gimnasios, en facultades y caf¨¦s.

Tanto es as¨ª que, para anunciar el estreno de la segunda temporada, su distribuidora internacional, Netflix, ha rodado un anuncio en Estambul dirigido a la audiencia turca. En ¨¦l se ve a varios actores embozados en monos rojos y cubiertos con sus dalinianas m¨¢scaras paseando por la ciudad al son de Bella Ciao. Algo que no ha hecho ninguna gracia a los comentaristas favorables al presidente Recep Tayyip Erdogan.

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¡°Desde la m¨²sica a los esl¨®ganes, de los vestidos a los escenarios, cada fotograma incluye mensajes subliminales. Esto debe ser investigado¡±, escribi¨® ?mer Turan a sus m¨¢s de 136.000 seguidores en Twitter. Para este tertuliano de la cadena AkitTV, el anuncio de La Casa de Papel trata de incitar a los j¨®venes turcos a un ¡°segundo Gezi¡±, la revuelta que en 2013 puso contra las cuerdas al Gobierno de Erdogan y que los islamistas turcos ven como una confabulaci¨®n urdida por las grandes potencias para destruir Turqu¨ªa. ¡°Es mejor ser paranoico que quedarse sin Estado¡±, sentenci¨® Turan.

A estas palabras le han seguido las del exalcalde de Ankara, Melih G?k?ek (cuatro millones de seguidores) que ha pedido la intervenci¨®n de ¡°la polic¨ªa y los servicios secretos¡±. En su opini¨®n La Casa de Papel se est¨¢ convirtiendo en un ¡°s¨ªmbolo de rebeld¨ªa¡± muy peligroso.

En otro lugar, estos comentarios pasar¨ªan desapercibidos, pero Turqu¨ªa se ha convertido en un pa¨ªs donde hay varios periodistas encarcelados por lanzar ¡°mensajes subliminales¡± a favor del intento de golpe de estado de 2016, y en el que uno de los asesores de Erdogan teme que lo maten ¡°mediante telequinesia¡±. Adem¨¢s, la pol¨¦mica llega en un momento en el que el Parlamento ha otorgado al Consejo de Radiotelevisi¨®n nuevos poderes para regular el contenido de las plataformas digitales, que han tenido gran ¨¦xito precisamente porque escapan de las veleidades censoras de las pacatas autoridades turcas.