Colombia, en El Dorado de las aves
Un libro busca satisfacer el auge de visitantes que registra, tras el acuerdo de paz, el pa¨ªs m¨¢s diverso en aves del planeta
En un momento del recorrido por el humedal C¨®rdoba, un enclave silvestre en medio de Bogot¨¢, Miles McMullan entrecierra sus ojos, se agacha levemente y se?ala un min¨²sculo punto colorido en la distancia. ¡°Esa es una monjita¡±, explica sobre esa ave de cabeza amarilla y cuerpo negro que divis¨® sin necesidad de prism¨¢ticos. Las 120 especies residentes en este cuerpo de agua escondido en medio de la urbe son apenas una peque?a muestra de la enorme riqueza de Colombia.
¡°Es el pa¨ªs m¨¢s diverso en aves en el mundo, y nunca se ha hecho una gu¨ªa nacional con tantas ilustraciones ni tantos mapas¡±, afirma McMullan, entusiasmado, sobre Field Guide to the Birds of Colombia, la obra que se prepara a lanzar en la Feria del Libro de Bogot¨¢ (Filbo), que comienza este 17 de abril. Las cifras lo respaldan. Hace siete a?os inici¨® la formidable tarea de escribir e ilustrar una gu¨ªa sobre las aves colombianas, y el resultado abarca 1.920 especies, 2.000 mapas y un total de 5.000 ilustraciones en casi 400 p¨¢ginas.
Aunque creci¨® en Irlanda, donde estudi¨® historia del arte y gan¨® premios como acuarelista, McMullan (Belfast, 1967) siempre so?¨® con mudarse al tr¨®pico. Lleg¨® a Latinoam¨¦rica como un joven aventurero, y despu¨¦s se convirti¨® en un experimentado gu¨ªa naturalista tras vivir largos a?os en Venezuela, Ecuador y, desde hace m¨¢s de una d¨¦cada, Colombia. El ingl¨¦s le permiti¨® ser la mejor opci¨®n para los birdwatchers (observadores de aves), algunos de ellos visitantes ilustres como el escritor Jonathan Franzen. Ha explorado casi todo el pa¨ªs. Vivi¨® un tiempo en la Sierra Nevada de Santa Marta, en el norte, trabaj¨® en el Amazonas, en el extremo sur, y se afinc¨® en Pasto, la capital del departamento de Nari?o, fronterizo con Ecuador.
El ilustrador de aves
Cada ma?ana le dedica unas seis horas a pintar p¨¢jaros. ¡°Yo trabajo en acuarela. Empiezo haciendo muchos c¨¢lculos, pregunt¨¢ndome cuantos plumajes tengo que hacer, cuanto me voy a demorar en cada uno, cuantas pinceladas voy a necesitar¡±, detalla sobre las obras que archiva en peque?os cuadrados de cartulina. Si bien la pasi¨®n de los pajareros muchas veces abarca tambi¨¦n capturarlos en fotos, la ilustraci¨®n tiene ventajas, como una luz m¨¢s uniforme, que posibilita apreciar todos los colores, en contraste con los claroscuros de la fotograf¨ªa. Tambi¨¦n permite poner a cada ave exactamente en la misma pose para poder comparar especies en el libro.
Las gu¨ªas de campo ¡°muchas veces son amalgamas que combinan ilustraciones de diferentes artistas, este ha sido un esfuerzo colosal por parte de ¨¦l como artista¡±, apunta el bi¨®logo y ornit¨®logo Jorge Enrique Avenda?o, estudiante de doctorado de la Universidad de Los Andes encargado del pr¨®logo. El libro, se?ala, tiene considerable valor cient¨ªfico, pues ¡°est¨¢ a la vanguardia con la taxonom¨ªa y el conocimiento actual de la avifauna colombiana, cuantas especies hay en el pa¨ªs y donde est¨¢n¡±.
Sin embargo, las gu¨ªas no se agotan en su aspecto t¨¦cnico. ¡°Tambi¨¦n son un libro para apreciar. Muchos ornit¨®logos nos sentidos atra¨ªdos a las aves a partir de la apreciaci¨®n visual de gu¨ªas ilustradas¡±, a?ade Avenda?o. ¡°Tienen un impacto visual que lo abruma a uno, algo pasa a nivel cerebral y muchas veces son el punto de partida para ir a campo y comenzar a aficionarse¡±.
La gu¨ªa de referencia para los pajareros colombianos era la de Steven Hilty y William Brown, de 1986. Un problema en un campo en permanente actualizaci¨®n, donde se descubren con frecuencia nuevas especies, m¨¢s a¨²n en el segundo pa¨ªs m¨¢s biodiverso del mundo, con muchas zonas inexploradas.
El propio McMullan hab¨ªa publicado otra serie de gu¨ªas caseras, que hoy considera meros ¡°prototipos¡± de esta edici¨®n. Para publicarla se asoci¨® con la editorial independiente Rey Naranjo (R+N), con experiencia en libros ilustrados y novelas gr¨¢ficas, como su biograf¨ªa en c¨®mic del Nobel de literatura Gabriel Garc¨ªa M¨¢rquez. Fue precisamente hace un a?o, durante la pasada edici¨®n de la Filbo, cuando echaron a andar el proyecto.
Grandes esperanzas
Con todo ese bagaje, McMullan afirma que Colombia es de lejos el mejor lugar para ver aves en el mundo, ¡°y en este momento m¨¢s que todo¡±. Se refiere a los muros invisibles que derrib¨® el acuerdo de paz sellado a finales de 2016. Aunque concentra el 20% de todas las especies de aves del planeta, el pa¨ªs ha estado en gran medida por fuera del circuito mundial por el conflicto armado. Muchos sitios estaban vedados por la presencia de las otrora Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), hoy desarmadas y convertidas en partido pol¨ªtico. ¡°Estamos llegando a sitios donde no hemos ido antes, m¨¢s remotos, sitios fronterizos donde no hab¨ªa turismo, no hab¨ªa visitantes y no hab¨ªa estudios¡±.
El Gobierno tiene grandes expectativas de desarrollo alrededor de la llamada industria sin chimeneas, y se relame con el potencial del turismo de aves. Seg¨²n sus promotores es m¨¢s sostenible y rentable que otros tipos de turismo, pues jalona las ventas de viajes, alimentos y equipamiento al tiempo que genera arraigo y orgullo en las comunidades rurales. Los birdwatchers est¨¢n dispuestos a gastar por encima de la media. El ministerio de Comercio, Industria y Turismo espera la llegada de cerca de 15.000 observadores de aves al a?o, y proyecta invertir 5.000 millones de pesos (cerca de 1,5 millones de euros) en el dise?o de cuatro rutas de avistamiento.
¡°Estamos llegando tarde a la fiesta, pero eso tambi¨¦n es una ventaja¡±, apunta McMullan. ¡°Podemos ir a Ecuador, a Per¨² o a M¨¦xico, ver qu¨¦ hicieron mal y no repetir los errores de ellos¡±. Field Guide to the Birds of Colombia le apunta a esos visitantes, aunque no solo a ellos, y por eso se lanza en un primer momento la versi¨®n en ingl¨¦s, que vendr¨¢ acompa?ada el pr¨®ximo a?o de una en espa?ol.
Sus editores aspiran a que sea al mismo tiempo un libro acad¨¦mico, una gu¨ªa de campo, un objeto est¨¦tico e incluso un souvenir para no iniciados. ¡°Es un libro que tambi¨¦n es una presentaci¨®n de Colombia¡±, apunta John Naranjo, director editorial de R+N. Se muestra sorprendido por la acogida de los primeros 3.000 ejemplares, casi agotados sin siquiera haber salido de la imprenta tras una exitosa campa?a de crowdfounding. ¡°Es un producto que estaba esperando su momento¡±.
De regreso en el humedal C¨®rdoba, ante unos patos canadienses, McMullan medita un momento antes de responder si se siente, como ellos, un p¨¢jaro migratorio. ¡°?Un ave que escapa del invierno boreal? S¨ª, a veces¡±.
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