Claroscuros en la Francia donde nunca se pone el sol

Son los restos de un imperio colonial que hace d¨¦cadas se desintegr¨®, un anclaje para proyectar a Francia como una potencia con ambiciones globales. Situados algunos de ellos en regiones estrat¨¦gicas y, en todo caso, focos de irradiaci¨®n de la francofon¨ªa, los territorios de ultramar peri¨®dicamente se asoman a los titulares de la metr¨®polis cuando hay un estallido de violencia o una cat¨¢strofe natural. Con la visita de tres d¨ªas a Nueva Caledonia, en el Pac¨ªfico sur, que concluye el s¨¢bado, el presidente Emmanuel Macron prepara el camino para el refer¨¦ndum del pr¨®ximo 4 de noviembre, en el que los habitantes del archipi¨¦lago decidir¨¢n si acceden a la plena soberan¨ªa o siguen siendo territorio franc¨¦s.

La consulta, resultado de un proceso que empez¨® en 1988 tras el conflicto violento que azot¨® Nueva Caledonia en los a?os ochenta y previsto en la propia Constituci¨®n francesa, podr¨ªa desembocar, en caso de victoria de los independentistas, en la p¨¦rdida por parte de Francia de un archipi¨¦lago situado a 16.000 kil¨®metros de Par¨ªs. Una victoria de los partidarios de continuar en Francia reafirmar¨ªa la amplia autonom¨ªa de la que ya disfruta el territorio ¡ªen casi todas las materias menos en la militar, policial y judicial¡ª y su papel estrat¨¦gico como pivote de la presencia francesa en la regi¨®n de Asia-Pac¨ªfico, donde se dirimen muchos de los conflictos de las pr¨®ximas d¨¦cadas.

¡°Respeto el voto¡±, dijo Macron en Australia, antes de volar hacia Noum¨¦a, la capital de Nueva Caledonia. ¡°Es un ejemplo: el mundo mira c¨®mo lo hacemos¡±, a?adi¨®, cuidadoso a la hora de mantener la neutralidad del Estado franc¨¦s. ¡°?Quiere usted que Nueva Caledonia acceda a la plena soberan¨ªa y se convierta en independiente?¡±, dice la pregunta, acordada por las partes tras una negociaci¨®n en Par¨ªs. Los sondeos prev¨¦n una victoria del no con un 60% de votos.

Las particularidades de Nueva Caledonia, sobre todo las de car¨¢cter jur¨ªdico y constitucional, hacen dif¨ªcil compararla con los otros 11 territorios de ultramar, con 2,6 millones de habitantes, cerca de la mitad j¨®venes. Tienen una tasa de pobreza, desempleo, mortalidad infantil y de inseguridad superiores a la media de la Francia metropolitana.

¡°Es la herencia del periodo colonial¡±, resume el exdiputado socialista Ren¨¦ Dosi¨¨re, que durante a?os elabor¨® los informes parlamentarios sobre Nueva Caledonia. Dosi¨¨re cita las crisis recientes en Guyana, en Sudam¨¦rica, y de la isla de Mayotte, en el oc¨¦ano ?ndico. Un movimiento de protesta paraliz¨® Guyana con huelgas y bloqueos en marzo y abril de 2017, al final del Gobierno de Fran?ois Hollande. La crisis tuvo en marzo de este a?o una r¨¦plica en Mayotte, un territorio que tiene en com¨²n con Guyana ser punto de destino de inmigrantes sin papeles procedentes de pa¨ªses vecinos.

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Patrick Karam, que fue delegado interministerial para la igualdad de oportunidades de los franceses de ultramar con el presidente Nicolas Sarkozy, lamenta la tardanza de Estado franc¨¦s en reaccionar cuando estallan estas crisis. ¡°La de ultramar es una gesti¨®n de reacci¨®n y no de acci¨®n¡±, dice Karam, que pertenece a Los Republicanos y hoy es vicepresidente de ?le-de-France, la regi¨®n de Par¨ªs. ¡°Como est¨¢n lejos, se acuerdan cuando hay elecciones, o crisis. Imagine que lo que ocurre en Mayotte ocurriese en Breta?a¡­¡± Los problemas de las banlieues, los barrios perif¨¦ricos de la Francia europea, palidecen al lado de las escenas de violencia y pobreza que a cada crisis llegan de algunos territorios de ultramar.

Karam insiste en los beneficios estrat¨¦gicos que representan estos territorios para Francia, que le garantizan zonas mar¨ªtimas y una presencia en tres Oc¨¦anos. Y se?ala los movimientos recientes de Macron en la regi¨®n de Asia-Pac¨ªfico ¡ªsu viaje a India en marzo y ahora a Australia, pa¨ªses que temen la pujanza de China en la regi¨®n¡ª como ejemplo del valor geopol¨ªtico de las islas francesas. ¡°Macron est¨¢ reconstruyendo unas alianzas geopol¨ªticas extremadamente importantes¡±, recuerda. Los territorios de ultramar ¡ªno s¨®lo Nueva Caledonia, quinto productor mundial de n¨ªquel, sino tambi¨¦n la Polinesia francesa y Wallis y Futuna, en el Pac¨ªfico¡ª permiten a Francia tener un pie en uno de los posibles escenarios de los conflictos futuros.

En Nueva Caledonia viven 270.000 personas, de las cuales 40% son kanakos, la poblaci¨®n aut¨®ctona, y un 27% europeos. Macron tiene previsto desplazarse el s¨¢bado a la isla de Ouv¨¦a. Hace 30 a?os, el 5 de mayo de 1988, las fuerzas francesas asaltaron una gruta donde un grupo independentista hab¨ªa tomado como rehenes a gendarmes. Murieron 21 personas, entre ellos 19 kanakos. All¨ª se recoger¨¢ ante las tumbas de los fallecidos. Despu¨¦s regresar¨¢ a Noum¨¦a para pronunciar un discurso, antes de volver a Par¨ªs.