Esta vez era diferente
Una nueva crisis econ¨®mica encuentra a Argentina sumida en la melancol¨ªa y el desconcierto
Argentina se ha instalado en la melancol¨ªa. Abundan estos d¨ªas en los an¨¢lisis las referencias a la historia del pa¨ªs, a la frustraci¨®n inagotable de la potencia mundial que con cada crisis fue bajando pelda?os que nunca pudo recuperar. Pero sobre todo hay desconcierto. ?C¨®mo ha podido pasar esto ahora? El presidente Macri, que gan¨® por la m¨ªnima en 2015, hab¨ªa logrado en dos a?os y medio consolidar un enorme poder pol¨ªtico. Algunos dec¨ªan que pod¨ªa ser el enterrador del peronismo, el factor clave del poder desde hace 70 a?os. Tambi¨¦n hab¨ªa millones, los que no le votaron, que pensaban que se estrellar¨ªa. Pero una mayor¨ªa del pa¨ªs crey¨® en ¨¦l, y lleg¨® a valoraciones positivas del 60%.
Con una sonrisa eterna y prometiendo ¡°la revoluci¨®n de la alegr¨ªa¡±, Macri hab¨ªa convencido a la mayor¨ªa de los argentinos de que esta vez era diferente. Les dijo que ¨¦l, hijo de un pol¨¦mico empresario, quintaesencia de la Argentina de siempre, hab¨ªa dejado su pl¨¢cida vida de millonario para entrar en pol¨ªtica con la ¨²nica misi¨®n de convertir a su tierra en un pa¨ªs normal que crece, baja la inflaci¨®n, reduce la pobreza, reorganiza los mercados. Y todo sin sobresaltos. Adem¨¢s, no estaba solo. El mundo le dio un apoyo inaudito. Los l¨ªderes m¨¢s importantes, desde Barack Obama a Angela Merkel, acudieron a Buenos Aires para aplaudir las reformas de Macri. Fue mimado en Davos, en Par¨ªs, en Washington, triunf¨® en Madrid. Y este a?o, adem¨¢s, era la estrella absoluta como anfitri¨®n del G-20 en Buenos Aires, en noviembre.
En todas partes el presidente dec¨ªa lo mismo: ¡°Muchos me preguntan por qu¨¦ esta vez la Argentina no va a volver a sorprendernos negativamente. El pa¨ªs cambi¨®. Los argentinos dijeron basta de enga?arnos, de echarle la culpa al mundo de lo que nos pasa¡± clam¨® en Madrid. Pol¨ªticos y empresarios sal¨ªan encantados de ese discurso. Macri era el s¨ªmbolo del fin de la era dorada de la izquierda latinoamericana, el hombre que hab¨ªa derrotado al kirchnerismo. Si el mundo le aplaud¨ªa y adem¨¢s en Argentina ganaba elecciones, como pas¨® en las ¨²ltimas de octubre de 2017, ?qu¨¦ pod¨ªa salir mal?
Sin embargo, los que miraban las cifras con detalle s¨ª estaban preocupados. Con un d¨®lar atrasado y una inflaci¨®n disparada, Buenos Aires estaba m¨¢s cara que Madrid o Par¨ªs, algo que escapa a toda l¨®gica econ¨®mica. Los ministros, empresarios y sindicalistas que viajaron a Espa?a con el presidente se fueron de compras como locos a la Gran V¨ªa. ¡°Est¨¢ rebarato¡±, se sorprend¨ªan. La clase media-alta viajaba m¨¢s que nunca por todo el mundo gracias a un peso recalentado. Algunos economistas dudaban, pero el Gobierno insist¨ªa en que todo estaba bajo control, solo ped¨ªa algo m¨¢s de tiempo para bajar la inflaci¨®n y reducir el d¨¦ficit. Estaban convencidos de que el mundo que tanto les apoyaba les dar¨ªa ese margen. Pero el mundo cambi¨® r¨¢pidamente, la financiaci¨®n se puso m¨¢s cara con la pol¨ªtica de Donald Trump, y Argentina qued¨® al desnudo. Otra vez.
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