La Iglesia de Nicaragua acepta iniciar un incierto di¨¢logo
Los obispos convocan al Gobierno a una reuni¨®n para el mi¨¦rcoles, aunque no ha cesado la represi¨®n contra las manifestaciones pac¨ªficas
Los obispos de Nicaragua se han convertido en una suerte de ¨¢rbitro para encontrar una salida a la profunda crisis pol¨ªtica y social que vive este pa¨ªs centroamericano y que se ha cobrado ya la vida de al menos 53 personas. La tarde de este lunes los miembros de la Conferencia Episcopal pusieron fecha al inicio de un di¨¢logo nacional lleno de incertidumbre, despu¨¦s de que el presidente Ortega aceptara solo uno de los cuatro requerimientos que los obispos hab¨ªan pedido para iniciar las negociaciones. La Iglesia fue clara al afirmar que ¡°las circunstancias para dicho di¨¢logo no son las m¨¢s id¨®neas¡±, pero que el mismo debe estar encaminado a allanar el camino para la democratizaci¨®n de este pa¨ªs, cuya institucionalidad ha sido destrozada por Ortega tras once a?os de mandato autoritario.
El viernes, la Iglesia hab¨ªa emplazado a Ortega a cesar de inmediato la represi¨®n contra las masivas manifestaciones que de forma pac¨ªfica exigen el fin del r¨¦gimen. Tambi¨¦n solicitaron ¡°suprimir¡± los ¡°cuerpos paramilitares¡± y las ¡°fuerzas de choque¡± del Gobierno, no usar a la Polic¨ªa nacional en acciones represivas y garantizar la integridad de los estudiantes universitarios que han retado el poder de Ortega en las calles. Otro de los requerimientos era no obligar a los empleados p¨²blicos a asistir a eventos partidarios donde se cantan loas al mandatario y que el Ejecutivo permitiera el ingreso al pa¨ªs de una misi¨®n de la Comisi¨®n Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) para que investigue los hechos ocurridos desde abril, cuando el mandatario desat¨® una cruenta represi¨®n contra las manifestaciones.
Este ¨²ltimo requerimiento fue el ¨²nico que cumpli¨® Ortega ¨Cque no ha dado la cara en Nicaragua desde el 30 de abril¨C, mientras mantiene la represi¨®n contra las manifestaciones. El s¨¢bado sus huestes atacaron la ciudad de Masaya, a 35 kil¨®metros al sur de Managua, causando un muerto y decenas de heridos. La madrugada de este lunes se dieron enfrentamientos en S¨¦baco, importante zona productiva localizada a cien kil¨®metros de la capital, que tambi¨¦n han dejado varios heridos, incluido uno de gravedad tras recibir un disparo en la garganta.
Al llamado di¨¢logo nacional han sido invitados representantes de los empresarios, organizaciones de la sociedad civil, la academia y los universitarios, actores clave en este despertar popular en Nicaragua. Los obispos dijeron este lunes que si bien no hay circunstancias id¨®neas para dialogar, esperaban que el proceso ¡°aborde estructuralmente el tema de la institucionalidad del pa¨ªs con el objetivo de ir allanando el camino hacia una democratizaci¨®n¡±.
Est¨¢ por verse hasta d¨®nde est¨¢ dispuesto a ceder Ortega, que va a la mesa del di¨¢logo debilitado, despu¨¦s de casi un mes de presi¨®n popular en todo el pa¨ªs. Los manifestantes exigen la dimisi¨®n inmediata del presidente, pero hay sectores que proponen una salida m¨¢s institucional y menos ca¨®tica, que incluya reformas al Estado, adelanto de elecciones y la garant¨ªa de que Ortega ni esposa, la vicepresidenta Rosario Murillo, podr¨¢n participar en un futuro proceso electoral. El consenso general en Nicaragua, sin embargo, es que cualquier soluci¨®n a la crisis pasa porque Ortega deje el poder de forma pac¨ªfica, sin esperar a 2021, cuando termina el actual mandato.
A Ortega le quedan dos opciones: negociar el fin del r¨¦gimen con garant¨ªas para ¨¦l y su familia o atornillarse en la violencia y desatar un ba?o de sangre en Nicaragua, lo que ya hizo Somoza en su tiempo, el dictador al que Ortega combati¨®, pero cuyos desmanes parece empe?ado en repetir.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.