Secuestrar y disolver cad¨¢veres: el rastro de los detenidos por el crimen de los estudiantes de Jalisco
Los cuatro capturados son se?alados como c¨®mplices en el expediente, pero los autores materiales del asesinato siguen libres
Desaparecidos, torturados, disueltos en ¨¢cido. La verdad sobre el asesinato triple de los estudiantes de cine en el Estado mexicano de Jalisco se descubre con cuentagotas, en medio de un mar de dudas. Ya son cuatro los detenidos por el crimen, despu¨¦s de que el Gobierno anunciara la detenci¨®n de El Tunt¨²n este jueves. El caso conmocion¨® a la industria cinematogr¨¢fica de M¨¦xico y llev¨® a miles de j¨®venes a las calles en marzo y abril pasados en protesta por la ola de violencia que azota al pa¨ªs.
Las ¨²ltimas capturas se han producido en un momento de menor efervescencia social, pero de mayor indignaci¨®n entre los familiares de las v¨ªctimas, que han rechazado p¨²blicamente la versi¨®n oficial de lo sucedido, pese a que las autoridades han asegurado que tienen "l¨ªneas de investigaci¨®n s¨®lidas" contra los supuestos responsables. El Tunt¨²n no aparece como uno de los implicados principales en la investigaci¨®n y ninguno de los sospechosos capturados est¨¢ se?alado como autor material del homicidio, de acuerdo con el expediente al que ha tenido acceso EL PA?S.?Dos de los detenidos participaron en la disoluci¨®n de los cad¨¢veres y los otros dos, en el secuestro de los j¨®venes.
La Fiscal¨ªa de Jalisco anunci¨® en abril que Javier Salom¨®n Aceves Gast¨¦lum, de 25 a?os, Jes¨²s Daniel D¨ªaz y Marco ?valos, de 20 a?os cada uno, desaparecidos hac¨ªa un mes, estaban muertos. Los tres estudiaban en la Universidad CAAV, una escuela privada de cine de Guadalajara. Fueron asesinados cuando regresaban de grabar un cortometraje en una casa en el campo al ser confundidos como rivales de un grupo de sicarios del Cartel Jalisco Nueva Generaci¨®n.
A casi dos meses de lo sucedido, el asesinato triple de los estudiantes de cine ha vuelto a sacar a la luz el drama de los desaparecidos?en el pa¨ªs. En M¨¦xico hay m¨¢s de 34.000 personas no localizadas y uno de cada dos tiene 29 a?os o menos, seg¨²n datos oficiales. Uno de los puntos m¨¢s delicados del caso es el supuesto v¨ªnculo con el crimen organizado de la t¨ªa de Salom¨®n, Edna Judith Aceves, que est¨¢ detenida por tr¨¢fico de personas. A pesar del controvertido papel que se ha atribuido a la t¨ªa en el juicio medi¨¢tico, las autoridades no han conseguido ninguna prueba ni ning¨²n documento que acredite el v¨ªnculo de Aceves con el capo de la droga por el que habr¨ªan matado a los chicos.
Otros de los aspectos pol¨¦micos son que las autoridades no hallaron en ning¨²n lugar los materiales con los que presuntamente asesinaron a los j¨®venes, que no hay restos gen¨¦ticos de Salom¨®n en el sitio donde los mataron ¡ªtampoco donde los disolvieron¡ª y que el m¨®vil del homicidio no ha quedado del todo claro, m¨¢s all¨¢ de una frase que ha estremecido a la opini¨®n p¨²blica: "Los mataron por error, por estar en el lugar y en el momento equivocados".
Estos son los detenidos hasta ahora por el crimen de Jalisco ¡ªEl Cochi, El QBA, El Kalimba y El Tunt¨²n¡ª seg¨²n los testimonios y confesiones recogidas en el expediente completo del caso.
Eduardo Giovani G¨®mez, El Cochi
El Cochi era el due?o del taller al que va a trabajar el QBA y El Chaparro (otro alias de El Tunt¨²n). Y ¨¦l los meti¨® en su grupo de sicarios. Les present¨® al inquilino de la casa donde se dedicaban a disolver los cad¨¢veres de quienes deb¨ªan de asesinar y les daba una paga semanal por su trabajo: 3.000 pesos (unos 160 d¨®lares).
Todo comenz¨® para ¨¦l en 2016. En ese a?o conoci¨® a dos presuntos narcomenudistas de Guadalajara y comenz¨® a trabajar para ellos. Su tarea consist¨ªa en eliminar a quien vendiera droga en las plazas que controlaban sus jefes. Ah¨ª conoci¨® al Kalimba y a otros implicados en el crimen de los estudiantes, que a¨²n no han sido detenidos.
La noche del 19 de marzo aquel grupo ten¨ªa la misi¨®n de vigilar la casa donde hab¨ªan ido los estudiantes, porque ah¨ª podr¨ªa acudir un capo de un c¨¢rtel contrario al de Jalisco Nueva Generaci¨®n que estaba a punto de salir de la c¨¢rcel, Diego Gabriel Mej¨ªa. Y, supuestamente, por eso secuestraron a los tres j¨®venes. Nadie cuestion¨® si alguno de ellos se parec¨ªa a El Diego¡ª que era "chaparro, g¨¹ero, medio calvo" y ten¨ªa unos 35 a?os¡ª.
Ese d¨ªa El Cochi se reuni¨® con el grupo de sicarios, unos siete, se subi¨® a una camioneta que manejaba ¨¦l y particip¨® presuntamente en el levantamiento de los estudiantes. Estuvo tambi¨¦n presente en la casa donde los golpearon hasta la muerte, aunque ¨¦l reconoce que hab¨ªa salido de ah¨ª en el momento del asesinato. S¨ª observ¨® c¨®mo QBA y El Chaparro se deshac¨ªan de sus cuerpos. Su captura fue anunciada a finales de abril.
Christian Omar Palma, El Cuba o QBA
El QBA (quiubiei), un rapero que cuenta con 139.000 usuarios suscritos a su canal oficial de Youtube y v¨ªdeos que tienen m¨¢s de un mill¨®n y medio de reproducciones, so?aba con que alg¨²n d¨ªa El Cochi lo incluyera en su grupo: "Yo tambi¨¦n iba a ser sicario", se lee en su declaraci¨®n.
Antes de que le ense?aran a usar un arma y se moviera en camioneta ¡ªy dejara de una vez los camiones de transporte p¨²blico¡ª ten¨ªa que asumir un tiempo la parte m¨¢s sucia. Le tocaba "pozolear" ¡ªel pozole es un caldo espeso t¨ªpico de M¨¦xico, cuyo color les recuerda al l¨ªquido obtenido de la descomposici¨®n de los cuerpos¡ª.
El QBA se encargaba de disolver los cad¨¢veres en ¨¢cido. Por una paga de 3.000 pesos semanales (unos 160 d¨®lares), m¨¢s lo que le diera El Cochi por arreglar los coches de su taller (otros 1.500 o 2.000 pesos), Omar aguantaba el "olor a animal muerto" que desprend¨ªan aquellos bidones dise?ados originalmente para suministrar agua a las casas. Seg¨²n su testimonio, antes del 20 de marzo solo hab¨ªa hecho aquel trabajo en dos ocasiones: una, en la que tuvo que deshacer los restos de dos hombres, sospechosos de haber robado en el taller de El Cochi; y otra, cuando atraparon al verdadero ladr¨®n.
Aquella madrugada confiesa haber disuelto los cad¨¢veres de Javier, Daniel y Marco con la ayuda de El Chaparro. Las autoridades anunciaron su captura a finales de abril.
Jonathan Alejandro Anaya, El Kalimba
El Kalimba fue el primero en llegar a la casa de seguridad donde se estaba reuniendo el grupo. Se subi¨® en una camioneta distinta a la que manejaba El Cochi. Y acudieron al punto que les hab¨ªa se?alado un compa?ero en medio de la carretera, donde se encontraban varados los j¨®venes con sus coches. Les bloquearon el paso. Y se bajaron de sus veh¨ªculos armados hasta los dientes con placas falsas de la Procuradur¨ªa General de la Rep¨²blica.
En aquellos minutos de tensi¨®n, al Kalimba se le escap¨® un tiro. Un disparo al aire que le sirvi¨® a la Fiscal¨ªa para vincular aquel casquillo percutido en el asfalto con un arma encontrada en una de las casas de seguridad donde trasladaron a los estudiantes.
Seg¨²n las confesiones de los detenidos, ¨¦l no fue uno de los que asesin¨® a golpes a Javier, el primero en fallecer de los tres. Tampoco estuvo despu¨¦s presente en la disoluci¨®n de los cad¨¢veres. Fue detenido a principios de mayo en el Estado de M¨¦xico.
El Chaparro o El Tunt¨²n
El Chaparro era el compa?ero de trabajo del QBA en el taller de El Cochi. Se sol¨ªa quedar como encargado del local cuando no estaba el jefe. Le llamaban as¨ª porque es delgado y de baja estatura, "como de 1,65 metros, calvo y de unos 28 a?os", seg¨²n la descripci¨®n que hace el rapero. Siempre viajaba en una moto.
Le hab¨ªa ayudado a El Cochi a asesinar presuntamente a tres hombres implicados en un robo en el taller unos meses antes. Y lo hab¨ªa incluido en su grupo de sicarios vinculados al C¨¢rtel Jalisco Nueva Generaci¨®n. Aprendi¨®, junto al QBA, c¨®mo disolver los cad¨¢veres que la banda quer¨ªa eliminar. Y lo hizo en dos ocasiones anteriores.
La ma?ana del 20 de marzo se encarg¨® de disponer los bidones de ¨¢cido y sellarlos para deshacer los restos de los tres j¨®venes. En aquella f¨¢brica de disoluci¨®n de cuerpos estaban presentes tambi¨¦n El Cochi, El QBA, el inquilino de la casa ¡ªque a¨²n no ha sido detenido¡ª y Juan Carlos Barrag¨¢n, El Canz¨®n, que fue asesinado poco despu¨¦s de la desaparici¨®n de los estudiantes.
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