¡°La reconstrucci¨®n social en M¨¦xico ser¨¢ muy compleja para el pr¨®ximo Gobierno¡±
El doctor en Derecho ve con preocupaci¨®n el eco del mensaje anti institucional que impera en la actual campa?a presidencial
Diego Valad¨¦s (Mazatl¨¢n, Sinaloa, 1945) es uno de los juristas m¨¢s importantes de M¨¦xico. Hijo de Jos¨¦ C. Valad¨¦s, uno de los fundadores del Partido Comunista en el pa¨ªs, el abogado tiene una vasta trayectoria como estudioso de la Constituci¨®n y es presidente del Instituto Iberoamericano de Derecho Constitucional. El investigador de la Universidad Nacional (UNAM) tambi¨¦n es miembro de El Colegio Nacional y la Academia Mexicana de la Lengua. Por un breve periodo prob¨® suerte en las turbulentas aguas de la pol¨ªtica y fue procurador (fiscal) general de M¨¦xico y del Distrito Federal adem¨¢s de ministro de la Suprema Corte de Justicia. Como integrante de la ¨¦lite intelectual del pa¨ªs, ve con preocupaci¨®n el eco del mensaje anti institucional que impera en la actual campa?a presidencial.
Pregunta. ?C¨®mo ve las campa?as?
Respuesta. Veo una enorme intolerancia rec¨ªproca. Resulta muy desaconsejable en una sociedad que est¨¢ polarizada, con tal nivel de pobreza, tan golpeada por la violencia y tan afectada por la corrupci¨®n. Las campa?as est¨¢n acelerando uno de los fen¨®menos m¨¢s nocivos en una democracia: el desprecio o incluso la animosidad con relaci¨®n a los pol¨ªticos, los partidos y la pol¨ªtica. La tradici¨®n personalista es muy profunda y los antagonismos se procesan de una manera muy poco razonable.
P. ?Lo dice por el ambiente de violencia que parece generalizado?
R. El contexto en el que vivimos ya de por s¨ª es explosivo. Si a eso se a?ade una ret¨®rica de intolerancia puede crecer mucho m¨¢s de lo que podemos imaginar.
P. ?Qu¨¦ tanto ha cambiado M¨¦xico respecto a las elecciones de 2012?
R. Los casos de corrupci¨®n p¨²blica eran cuantitativamente inferiores. Las presiones sobre el aparato electoral no eran tan ostensibles como las que hay ahora. Por ejemplo, el caso de la resoluci¨®n del Tribunal Electoral con relaci¨®n a El Bronco [el exgobernador de Nuevo Le¨®n]. Se ha considerado como una forma de presi¨®n sobre los magistrados. En 2012 no se percibi¨® que hubiera una participaci¨®n tan directa de las instituciones oficiales en los procesos electorales.
Las presiones sobre el aparato electoral en 2012 no eran tan ostensibles como las que hay ahora
P. ?Es un foco de alerta?
R. Me sorprendi¨® much¨ªsimo el razonamiento de los jueces porque son profesionales. La construcci¨®n de la sentencia es de tal manera arbitraria y alejada de los c¨¢nones jur¨ªdicos que produce una sorpresa may¨²scula. En mi caso gener¨® verdadero estupor. Es responsabilidad de los jueces no solo actuar conforme a la norma sino buscar t¨¦rminos razonables en sus resoluciones para preservar el prestigio de una instituci¨®n de la que va a depender que los mexicanos creamos o no del resultado de la elecci¨®n.
P. Usted ha dicho que algunas instituciones en M¨¦xico son un cascar¨®n.
R. Es uno de los elementos que permiten demostrar el d¨¦ficit de credibilidad que padece M¨¦xico. Hay un vaciamiento de las instituciones en cuanto a dos cosas: su efectividad y la percepci¨®n que tiene la sociedad. Si se suman las dos cosas, entonces entramos en una etapa que espero sea transitoria y que no se consolide, que se conoce como anomia, durante el cual la norma deja de ser el referente para la vida colectiva. Eso puede tener muchas derivaciones. Una es la anarqu¨ªa y la otra es la dictadura.
P. ?Le parece que el enojo ser¨¢ un factor en las elecciones?
R. El enojo no es un buen acompa?ante para los procesos electorales. Menos en un ejemplo que se est¨¢ extendiendo y que est¨¢ convirtiendo el tema de la pol¨ªtica en casi un tab¨². Pensar que hablar de pol¨ªtica pueda resultar ofensivo para los interlocutores y que muchas veces en una reuni¨®n se rompa la cordialidad porque no se sabe procesar la discrepancia quiere decir que la pol¨ªtica toca fibras muy delicadas que nos pueden llevar a impedir una convivencia satisfactoria. La reconstrucci¨®n social va a ser muy compleja para el pr¨®ximo Gobierno, le toque a quien le toque.
A partir del 1 de diciembre el que gane va a necesitar de todos
P. ?C¨®mo est¨¢n respondiendo los pol¨ªticos ante esto?
R. Solamente el Frente de Ricardo Anaya ha hecho propuestas concretas con relaci¨®n a aspectos de institucionalidad y Gobierno. Como si la construcci¨®n de una coalici¨®n no fuera una opci¨®n indispensable para todos. A partir del 1 de diciembre el que gane va a necesitar de todos. Y que a partir del 1 de septiembre, con el nuevo Congreso, la ¨²nica forma de construir acuerdos, si queremos seguir viviendo en una democracia plural, es mediante el entendimiento satisfactorio entre los agentes pol¨ªticos. Esta ret¨®rica los aleja cada vez m¨¢s de esa posibilidad de acuerdos.
P. ?C¨®mo se imagina usted esa coalici¨®n en una elecci¨®n que difumina el sistema de partidos?
R. Nuestra democracia institucional, que fue construida para el desarrollo de partidos, se est¨¢ convirtiendo otra vez en un sistema de opci¨®n entre personalidades. Esto representa una regresi¨®n muy significativa a una etapa de la vida del pa¨ªs en la que no hab¨ªa democracia electoral. Estamos usando la democracia electoral para elegir caudillos en vez de usar la democracia para construir opciones pol¨ªticas con las que podamos identificarnos.
P. ?Qu¨¦ opina de un presidente sin fuero?
R. Tendr¨ªa much¨ªsimas dificultades para gobernar y much¨ªsimas tentaciones para erigirse como un presidente autoritario.
P. ?Qu¨¦ opina de la eliminaci¨®n del fuero a los pol¨ªticos?
R. La supresi¨®n de la inmunidad constitucional est¨¢ tom¨¢ndose como una verdadera bandera de populismo. Es jugar con la Constituci¨®n de una manera muy irresponsable porque es una concesi¨®n a un clamor anti pol¨ªtica y anti partidos. La concesi¨®n se est¨¢ dando por la v¨ªa m¨¢s sencilla, darle a la ciudadan¨ªa la posibilidad de ejercer actos de venganza en contra de quienes ejercen el poder. Eso no equivale a darle a la sociedad y al Estado la posibilidad de castigar a quienes han transgredido la ley. Est¨¢n privando al poder de la inmunidad, pero no de la impunidad.
Un presidente sin fuero tendr¨ªa much¨ªsimas dificultades para gobernar y much¨ªsimas tentaciones para erigirse como un presidente autoritario
P. Usted ha dicho que M¨¦xico est¨¢ gobernado por una ¨¦lite que es inferior a la sociedad mexicana en cuesti¨®n pol¨ªtica y ¨¦tica. ?C¨®mo cambiar eso?
R. Un cambio de la dirigencia pol¨ªtica lleva mucho tiempo porque se tiene que reconstruir la confianza entre el partido pol¨ªtico y el ciudadano. Se tiene que rehacer una cultura c¨ªvica y jur¨ªdica que permita reconstruir las instituciones y que la sociedad d¨¦ tiempo para que los resultados de la reconstrucci¨®n se dejen sentir. Esto es tremendamente complejo porque la sociedad pide resultados inmediatos. Todos los candidatos y los partidos han ca¨ªdo en ese juego. Est¨¢n ofreciendo, todos sin excepci¨®n, resultados inmediatos. Y eso no es posible.
P.?Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador vende un cambio. ?Representa una modificaci¨®n de prioridades?
R. El discurso suyo es el ¨²nico que traduce confianza en la sociedad. Todos los otros discursos tienen como com¨²n denominador generar m¨¢s desconfianza en las instituciones. A esto contribuye de manera muy particular las candidaturas independientes, que son expresiones de descalificaci¨®n del sistema institucional. El ¨²nico discurso positivo que hay en este momento, y por eso la sociedad lo est¨¢ acogiendo con esa clara receptividad, es el que hace creer a la sociedad que tiene la fuerza suficiente para autogenerar su propio cambio. Denota que la sociedad es mucho mejor que la mayor¨ªa de sus dirigentes pol¨ªticos.
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