Dios gobierna el aborto en Iowa
El Ejecutivo republicano de este estado del Medio Oeste ha aprobado la norma m¨¢s radical contra los derechos reproductivos en medio siglo de historia en EE UU, impugnada ahora en los tribunales
Britney Allen tiene 25 a?os, tres hijos y le parece ¡°mal¡± que haya abortos. Pero cuando se entera de que el estado donde vive, Iowa, acaba de aprobar una ley que en la pr¨¢ctica proh¨ªbe la interrupci¨®n del embarazo a partir de las seis semanas, abre los ojos como platos ¨Csu peque?a Jeyla de dos a?os a su lado, su beb¨¦ Joshua amodorrado en la canasta port¨¢til¨C y exclama: ¡°?Seis semanas! ?Qu¨¦! ?Es una locura!¡±.
Este mes la republicana Kim Reynolds, gobernadora de Iowa (Medio Oeste, tres millones de habitantes), firm¨® la ley antiaborto m¨¢s extremista en el ¨²ltimo medio siglo en Estados Unidos, que establece que toda mujer que quiera abortar debe someterse a una prueba de ultrasonido y si se detecta un latido card¨ªaco en el feto, lo que sucede poco despu¨¦s de un mes, estar¨¢ obligada a continuar con la gestaci¨®n. Solo se har¨¢n excepciones si hay malformaci¨®n fetal, riesgo de muerte para la madre y violaci¨®n o incesto ¨Ccasos en los que la v¨ªctima para poder abortar deber¨¢ haber denunciado a la polic¨ªa el crimen que ha sufrido antes de 45 y 140 d¨ªas, respectivamente¨C.
La fecha de entrada en vigor de la ley es el 1 de julio, pero organizaciones defensoras del derecho al aborto ya la han impugnado en una corte local alegando que es inconstitucional y se prev¨¦ una larga batalla judicial en torno a ella que podr¨ªa acabar dirimi¨¦ndose en la m¨¢xima instancia, el Tribunal Supremo federal. La estrategia declarada del movimiento antiabortista a nivel nacional es, precisamente, que una norma reproductiva de este cariz llegue al Supremo y pueda ser revertido su hist¨®rico fallo de 1973 en el caso Roe vs Wade, que supuso la despenalizaci¨®n del aborto.
La ley del latido, como ya es conocida, es de gran radicalidad incluso para un estado de la Am¨¦rica profunda como es Iowa, de tendencia conservadora pero flexible, pues desde 1973 ha tenido cuatro gobernadores republicanos y dos dem¨®cratas. Una encuesta de este a?o de su principal diario, The Des Moines Register, indicaba por ejemplo que un 71% de los encuestados estaban a favor de financiar con dinero p¨²blico a las ONG para la salud reproductiva que practican abortos en sus cl¨ªnicas.
¡°Yo no conozco a nadie que est¨¦ a favor de esta ley y creo que la mayor¨ªa de la gente de Iowa tampoco lo est¨¢¡±, opin¨® Jim Tracy, de 60 a?os y vecino de Winterset, el pueblo donde naci¨® John Wayne. Independiente, dijo, pero m¨¢s inclinado hacia el Partido Republicano, este obrero especializado en echar hormig¨®n, de pantalones cortos militares y parco y claro en sus palabras, consider¨® la nueva norma ¡°injusta con las mujeres¡±. ¡°Es su cuerpo y ellas deben poder decidir. No entiendo por qu¨¦ los republicanos est¨¢n formando este l¨ªo. La ley que ten¨ªamos hasta ahora ya estaba bien¡±.
La ley a¨²n vigente en este estado permite el aborto hasta las 20 semanas de gestaci¨®n. Han sido las bases religiosas de Iowa y el sector ultraderechista de los republicanos quienes han forzado el endurecimiento legal. A la cabeza del movimiento local antiabortista esta la ONG Iowans For Life. Su directora, Maggie DeWitte, cat¨®lica de 44 a?os, est¨¢ satisfecha con la nueva ley, pero no del todo. ¡°Lo que nosotros queremos es una prohibici¨®n total del aborto¡±, explic¨® en su sede en la capital, Des Moines. ¡°Cada a?o en Estados Unidos se est¨¢ asesinando a millones de hermanos y hermanas antes de que nazcan. En el futuro se echar¨¢ la vista atr¨¢s y la gente se preguntar¨¢ c¨®mo era posible que las mujeres decidieran matar a sus propios hijos, de la misma manera en que hoy nos preguntamos c¨®mo pudo ocurrir el holocausto¡±.
El punto de vista de Jason Burkhiser es el contrario. De 30 a?os y gerente de la cl¨ªnica en Des Moines de la ONG Planned Parenthood, una red de cl¨ªnicas para la salud reproductiva que asesora para la planificaci¨®n familiar, provee anticonceptivos y realiza abortos y a la que el Gobierno estatal suprimi¨® la entrada de fondos publicos en 2017, sostiene que si llega a aplicarse, la nueva ley ser¨ªa perniciosa: ¡°El aborto va a seguir existiendo pero las mujeres lo har¨¢n sin la ayuda especializada que se requiere y de manera ilegal, por lo que muchas podr¨ªan incluso morir¡±. Burkhiser afirma que las normativas que limitan los derechos sexuales y reproductivos son incongruentes hasta con los propios postulados antiabortistas. Asegura que debido a que les quitaron los fondos p¨²blicos a ONG como la suya, en los ¨²ltimos meses han venido repuntando los abortos en Iowa.
Pero los antiabortistas priman su fe y desean que los derechos reproductivos se regulen seg¨²n mandato divino. ¡°No hay debate. La Biblia dice que la vida empieza con la concepci¨®n¡±, dice Whitney Smith, de 40 a?os y feligresa en Des Moines de la Iglesia de San Juan y San Pablo. ¡°Y quien no quiera basarse en la Biblia, basta con que aplique la l¨®gica: la vida es vida desde que se inicia el proceso de vida¡±. Su enfoque es diferente al de Britney Allen, que reflexiona: ¡°Tener hijos es lo mejor del mundo y no creo que nadie debiera abortar; pero hay mujeres que se quedan embarazadas en situaciones muy complicadas y¡ ?uf, dios!... S¨ª: creo que debe haber la opci¨®n de decidir¡±.
Adem¨¢s de Iowa, en lo que va de a?o han impulsado leyes restrictivas los estados de Misisip¨ª y Luisiana ¨Cque quieren vetar el aborto despu¨¦s de 15 semanas¨C y Kentucky ¨Cque busca prohibirlo a partir de 11 semanas¨C, aunque todas parecen abocadas a perder en los tribunales. ¡°Se trata¡±, dice DeWitte, ¡°de una batalla de varios frentes que esperamos ganar en un futuro. Tal vez no ahora, pero quiz¨¢s s¨ª si hay una segunda Administraci¨®n Trump¡±. El presidente y su evang¨¦lico vicepresidente Mike Pence apoyan la agenda de los radicales y el viernes el departamento de Salud propuso recortar los fondos federales a las cl¨ªnicas que practiquen abortos.
¡°La ley de Iowa es un asalto c¨ªnico y descarado a la libertades y a la igualdad de las mujeres en Estados Unidos¡±, juzga en respuesta por correo Katherine Franke, directora del Centro para las Leyes de G¨¦nero y Sexuales de la Universidad de Columbia. ¡°El movimiento antiabortista se ha vuelto a¨²n m¨¢s radical y extremista con Trump. Espero que el Tribunal Supremo, en caso de que le llegue el pleito, reafirme el fallo de 1973. No solo est¨¢n en juego los derechos de las mujeres, sino la reputaci¨®n del Supremo como un ¨®rgano que interpreta la Constituci¨®n de manera consistente a lo largo del tiempo y no respondiendo a las coyunturas pol¨ªticas¡±. En ¨²ltimo t¨¦rmino, la cuesti¨®n depende de la evoluci¨®n del Tribunal Supremo. Trump ya ha a?adido un juez conservador a la composici¨®n de la m¨¢xima corte, Neil Gorsuch, y su prop¨®sito es seguir inclinando la balanza hacia la derecha. ¡°Estoy muy preocupado de que en unos a?os lleguen a revertir el fallo de Roe vs Wade¡±, dice Burkhiser.
En la tranquila y agr¨ªcola Iowa se encuentra hoy el frente de batalla m¨¢s intenso de la vieja pelea pol¨ªtica entre fe y derechos civiles; aunque, por lo pronto, los segundos permanecen a resguardo del sistema de justicia y respaldados por una mayor¨ªa de americanos moderados como Jim Tracy: ¡°Esta ley no va a ning¨²n lado. No creo que jam¨¢s se llegue a aplicar¡±, concluye el paisano del rey del Western.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.