Macron y Merkel afianzan su relaci¨®n con Rusia y China
Putin recibe al franc¨¦s en San Petersburgo y la canciller alemana se re¨²ne con Xi Jinping en Pek¨ªn
En una llamativa coincidencia, los dos principales l¨ªderes de la UE, Angela Merkel y Emmanuel Macron, efectuaron este jueves sendas visitas a Pek¨ªn y San Petersburgo. Las dos visitas, en un momento marcado por graves fricciones en la alianza transatl¨¢ntica, subrayan la disposici¨®n de los Gobiernos de Francia y Alemania para mejorar la cooperaci¨®n con Rusia y China. Merkel visit¨® al mandatario ruso en Sochi hace menos de una semana.
El presidente franc¨¦s, Emmanuel Macron, discuti¨® con su colega Vlad¨ªmir Putin la situaci¨®n en Ir¨¢n, Siria y Ucrania. Si en el primer tema coinciden en la necesidad de mantener el acuerdo nuclear con Teher¨¢n, en los otros tienen diferencias de fondo que dif¨ªcilmente podr¨¢n superarse en un futuro pr¨®ximo. Pero para Rusia, acosada por las sanciones, la sola presencia de Macron es un alivio que le permite confiar en que el aislamiento del Kremlin no seguir¨¢ aumentando, al menos en relaci¨®n a Europa.
Al comienzo de la reuni¨®n en el palacio de Constantino, en las afueras de San Petersburgo, Macron, que viaj¨® acompa?ado de su esposa Brigitte, manifest¨® que Par¨ªs y Mosc¨² pueden colaborar en la soluci¨®n de los problemas internacionales, incluidos aquellos en los que sus posiciones difieren.
Uno de los principales temas abordados fue el iran¨ª. Aunque ambos l¨ªderes desean mantener el acuerdo sellado en 2015 con Teher¨¢n ¡ªy que Estados Unidos acaba de abandonar¡ª, tienen tambi¨¦n diferencias respecto a ¨¦l. As¨ª Macron est¨¢ abierto a modificar el acuerdo y ampliarlo para introducir nuevos controles al programa nuclear iran¨ª, mientras que Putin es partidario de dejarlo como est¨¢. El tema fue tocado la semana pasada por Putin en el encuentro que mantuvo en Sochi con Angela Merkel.
En un claro s¨ªntoma del inter¨¦s de los europeos para consolidar sus relaciones con las potencias del Este en tiempos de turbulenta relaci¨®n con Washington, la canciller alemana efectu¨® este jueves una visita oficial a Pek¨ªn, donde fue recibida por el presidente Xi Jinping. Se trata de su und¨¦cima visita a China desde que asumi¨® el cargo. Las pol¨ªticas comerciales y geoestrat¨¦gicas del presidente estadounidense, Donald Trump, que amenazan el orden internacional existente hasta ahora, ha forzado a las dos naciones exportadoras a intentar entenderse.
"En un momento en el que Estados Unidos est¨¢ dando la vuelta a las normas fundamentales del orden internacional, la Uni¨®n Europea y Alemania tienen que probar nuevos modos de colaborar con Pek¨ªn", ha escrito el director del think tank?alem¨¢n especializado en China MERICS, Sebastian Heilmann, en el blog de la instituci¨®n.
En la agenda de esta visita, que en otras ocasiones hubiera sido meramente protocolaria al comienzo de un nuevo mandato ¡ªfiguran asuntos como el acuerdo nuclear iran¨ª, el comercio internacional, un ¨¢rea donde Berl¨ªn y Pek¨ªn buscan presentar un frente unido ante las amenazas de Washington; el acceso a los mercados; Corea del Norte y los derechos humanos¡ª.
En principio, China ha ofrecido buenas palabras en las reuniones que Merkel ha mantenido este jueves con el primer ministro, Li Keqiang, y con el presidente, Xi Jinping, que ha ofrecido un banquete en su honor.
En una comparecencia conjunta ante la prensa, Li ha subrayado el potencial de cooperaci¨®n entre los dos pa¨ªses. Y ha prometido "abrir a¨²n m¨¢s la puerta" de su pa¨ªs a las empresas alemanas.
Es, precisamente, uno de los puntos de fricci¨®n entre los dos pa¨ªses. Ambos se acusan mutuamente de poner barreras en sus respectivos territorios a las inversiones del otro. China, se lamenta Alemania ¡ªcomo otros pa¨ªses occidentales¡ª, pone demasiadas trabas a las compa?¨ªas extranjeras que quieran operar en su suelo, les obliga a entregar secretos comerciales y formar joint ventures si quieren entrar en seg¨²n qu¨¦ sectores. Berl¨ªn, denuncia Pek¨ªn por su parte, est¨¢ adoptando tendencias proteccionistas para impedir que sus empresas puedan invertir libremente en Alemania.
Pero Li rest¨® importancia a los desacuerdos: Ambos pa¨ªses, subray¨®, son pilares del libre comercio global, y los problemas entre ambos se pueden resolver.
Merkel, por su parte, subray¨® la opini¨®n compartida de Alemania y China sobre el acuerdo nuclear iran¨ª, que Trump decidi¨® abandonar pese a los consejos en contra de numerosos l¨ªderes, incluida la propia canciller. "No queremos que el pacto quede en entredicho", subray¨® la jefe de Gobierno.
La canciller tambi¨¦n lanz¨® una advertencia a Estados Unidos: si las sanciones que Washington planea obligan a las empresas europeas a reducir sus negocios con Ir¨¢n, "se abre la posibilidad de que otros los expandan", coment¨®. Usar a China como puente hacia Teher¨¢n, en ese caso, es precisamente una de las opciones que se barajan en Europa.
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