Una ni?a de 10 a?os violada y embarazada agita el debate sobre el aborto en Argentina
El caso obliga a la provincia de Salta a eliminar un decreto que prohib¨ªa las intervenciones pasadas las 12 semanas de gestaci¨®n
El ruido de los debates parlamentarios, aquellos de donde salen las leyes, en ocasiones silencia las historias que importa contar. Mientras el Congreso argentino discute una ley para despenalizar el aborto, el caso de una ni?a de 10 a?os violada y embarazada por su padrastro se ha colado en la agenda y provocado, incluso, la derogaci¨®n de un decreto provincial.
La menor visit¨® junto a su madre el hospital infantil de Salta porque le dol¨ªa el est¨®mago. Cuando los m¨¦dicos descubrieron que la molestia era producto de un embarazo de 19 semanas, la ni?a cont¨® que la pareja de su mam¨¢ la hab¨ªa violado. La ley argentina permite el aborto s¨®lo en casos de violaci¨®n y cuando corre riesgo la salud de la madre, no importa el tiempo de gestaci¨®n transcurrido, dos premisas que en este caso se cumpl¨ªan. Pero la ni?a choc¨® con una ley de 2012 que s¨®lo rige en su provincia y que limita el aborto a las 12 semanas de gestaci¨®n. Fue tal el revuelo que el gobernador, el peronista Juan Manuel Urtubey, se vio obligado a derogar lo que ¨¦l mismo hab¨ªa firmado cinco a?os atr¨¢s.
El caso de la menor puso en evidencia la complejidad del debate sobre el aborto que se desarrolla en el Congreso en Buenos Aires. A amplios sectores progresistas que defienden el derecho de las mujeres a decidir sobre su cuerpo se oponen otros igual de importantes que salieron a las calles para exigir del derecho a la vida del feto por nacer. El caso de la ni?a se col¨® en medio. La menor est¨¢ fuera del plazo legal s¨®lo porque le toc¨® nacer en Salta, al norte del pa¨ªs, una de las provincias m¨¢s conservadoras de Argentina y donde la Iglesia cat¨®lica tiene a¨²n una influencia muy importante.
Obligado por el debate p¨²blico, el Gobierno de Salta aclar¨® mediante un comunicado que la ni?a y su madre ¡°informaron su voluntad, en un acta rubricada, de continuar con el embarazo¡±. Pero la decisi¨®n familiar se produjo luego de la aplicaci¨®n de un protocolo que tambi¨¦n es una particularidad salte?a.Seg¨²n un fallo de la Corte Suprema, basta con que la v¨ªctima diga que fue violada para que se aplique su derecho al aborto. En Salta, en cambio, interviene un equipo de psic¨®logos, una instancia que los grupos proaborto legal ven como una coartada para ganar tiempo (o perderlo, en el caso de la v¨ªctima) y, en el mejor de los casos, convencer a las futuras madres de que den a luz.
"Por un lado est¨¢ el decreto y por otro el protocolo del Materno Infantil, que fija una asistencia psicol¨®gica. Tutelan a las mujeres que deciden hacer un aborto como si la situaci¨®n no fuera suficientemente traum¨¢tica, y como si no pudiera decidir individualmente. Es llamativo que haya un gran n¨²mero de mujeres que desistan luego de esta consulta¡±, dijo una asesora del Observatorio de Violencia contra las Mujeres, la antrop¨®loga Andrea Flores, al El Tribuno de Salta.
El tiempo es la clave del problema: en casos de violaciones intrafamiliares las v¨ªctimas embarazadas se demoran en hablar y el caso se hace p¨²blico cuando ya el cuerpo lo vuelve indisimulable. Y eso sucede pasadas las 12 semanas. ¡°El plazo es totalmente inviable, es una restricci¨®n m¨¢s¡±, dijo la presidenta del Observatorio, Laura Postiglione.
El debate sobre el aborto legal ha vuelto a la sociedad argentina especialmente sensible al tema. Por eso el caso de la ni?a salte?a mereci¨® toda la atenci¨®n de los grupos que defienden la legalizaci¨®n del aborto. Tanto que, finalmente, el gobernador Urtubey debi¨® revocar este mismo viernes su decreto, el mismo que hace cinco a?os hab¨ªa pasado totalmente desapercibido. La subsecretaria de G¨¦nero de Salta, Rosaura Gareca, dijo que ¡°la madre y la ni?a ser¨¢n informadas de que ya no hay impedimentos legales¡± para que los m¨¦dicos practiquen un aborto. La duda es ahora saber hasta donde podr¨¢n tomar una decisi¨®n sin presiones en medio de semejante tensi¨®n pol¨ªtica.
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