Horacio Cartes renuncia a la presidencia de Paraguay para asumir como senador

M¨¢s informaci¨®n

La ajustada victoria del Partido Colorado en Paraguay desaf¨ªa la gobernabilidad

?Qu¨¦ fue del expresidente paraguayo Fernando Lugo?

El presidente de Paraguay, el conservador,?Horacio Cartes, un empresario multimillonario que intent¨® el a?o pasado reformar la Constituci¨®n para reelegirse en el cargo, renunci¨® este lunes a su mandato. Lo hizo casi tres meses antes de transferir al poder al ganador de las elecciones del pasado 20 de abril, el oficialista Mario Abdo Ben¨ªtez, con la intenci¨®n de asumir como senador y mantener as¨ª sus fueros cinco a?os m¨¢s. La renuncia anticipada del presidente a¨²n debe ser aprobada por una mayor¨ªa de legisladores durante una sesi¨®n bicameral.

La decisi¨®n de Cartes es in¨¦dita y ha sido puesta en tela de juicio por juristas y opositores, que consideran que viola la Constituci¨®n. Sucede que, como expresidente, Cartes tiende derecho a un asiento como senador vitalicio, un cargo honor¨ªofico con voz pero sin voto. Pero el empresario, l¨ªder del Partido Colorado, logr¨® una autorizaci¨®n de la justicia electoral para ser candidato en las ¨²ltimas elecciones. Gan¨® y ahora quiere ocupar su banca. Como su mandato presidencial termina el 15 de agosto y el Senado asume el 30 de junio, debi¨® renunciar.

En un tuit acompa?ado con la carta que dirigi¨® al Congreso, Cartes dijo que renuncia ¡°para continuar sirviendo al pa¨ªs desde el Senado de la Naci¨®n, cumpliendo con la voluntad popular depositada en las urnas¡±. Con una medida judicial controvertida el pasado marzo, el due?o del Grupo Cartes, un conglomerado de unas 25 empresas, logr¨® candidatearse al Senado siendo presidente, algo que no estaba previsto en la ley local. El expresidente Nicanor Duarte, tambi¨¦n colorado, intent¨® hacer lo mismo en 2008 pero el Congreso se lo impidi¨®.

Parad¨®jicamente, a quien va dirigida la renuncia de Cartes es al actual presidente del Senado, y por tanto de ambas C¨¢maras, el senador Fernando Lugo. El exobispo derrot¨® en 2008 al Partido Colorado y lider¨® el ¨²nico gobierno progresista de la democracia paraguaya. Fue presidente durante cuatro de los cinco a?os hasta que el 22 de junio de 2012 fue destituido en un juicio pol¨ªtico promovido por sus aliados liberales y los colorados. Su destituci¨®n fue calificada por organizaciones internacionales como el Mercosur y la Unasur como ¡°una alteraci¨®n del orden democr¨¢tico¡±.

Doce legisladores colorados presentaron hoy mismo al Senado la petici¨®n para debatir la renuncia de Cartes el pr¨®ximo mi¨¦rcoles. Mientras que el opositor Partido Liberal est¨¢ dividido, el Frente Guasu, que preside Lugo, ya anunci¨® que se opondr¨¢.

Si Cartes logra que su salida sea aprobada, la Presidencia recaer¨ªa en la actual vicepresidenta, Alicia Pucheta, expresidenta de la Corte Suprema. Si se cumplen los planes de Cartes, Pucheta se convertir¨¢ en la primera mujer paraguaya en ocupar el Palacio de L¨®pez en toda la historia de Paraguay. Su eventual Gobierno apenas durar¨¢ unos d¨ªas, hasta el traspaso de mando a Abdo Ben¨ªtez.

Cartes, considerado el rey del tabaco paraguayo, lleva semanas de titulares negativos en la prensa. Est¨¢ rodeado de publicaciones de prensa nacional y extranjera que explican sus v¨ªnculos con su ¡°amigo del alma¡± Dar¨ªo Messer, uno de los presuntos l¨ªderes de la red de lavado de dinero m¨¢s grande de la historia de Brasil, que se encuentra pr¨®fugo de la justicia y de la Interpol. Y por la publicaci¨®n reciente de un informe independiente que le se?ala como uno de los supuestos l¨ªderes de una red de contrabando de tabaco internacional.

En cualquier caso, la maniobra pol¨ªtica de Cartes le permitir¨¢ asumir como senador activo, en igualdad de condiciones con todos sus pares. Como presidente del Senado, Lugo ya anticip¨® que no le tomar¨¢ juramento, por considerar que su candidatura viol¨® la Constituci¨®n. El entuerto pol¨ªtico no est¨¢ resuelto, mientras Abdo Ben¨ªtez avanza en la conformaci¨®n de un nuevo gabinete de ministros que le permita cumplir con sus promesas de campa?a de mayor crecimiento econ¨®mico e igualdad social.