Pa¨ªs pobre patrocina a club de f¨²tbol rico

Cuando el Arsenal cay¨® derrotado ante el Atl¨¦tico de Madrid en semifinales de la Liga Europa, el 3 de mayo, uno de los mensajes de pesar m¨¢s le¨ªdos fue el de Paul Kagame, presidente de Ruanda. "El final de esta era no debiera haber sido as¨ª", dijo en su perfil de Twitter el dirigente de 60 a?os, en el poder desde hace 18 y fan apasionado de los gunners. "A¨²n soy un seguidor comprometido y voy hacia delante. Culpad a los propietarios". Aquel partido en el Metropolitano de Madrid era la despedida, ese final de era, del m¨ªtico entrenador franc¨¦s Ars¨¨ne Wenger, al que, por cierto, el propio Kagame hab¨ªa pedido marcharse del club brit¨¢nico hac¨ªa ya seis a?os. Toda una pasi¨®n declarada por el Arsenal que ha contagiado a los ruandeses y que, pese a las cr¨ªticas del carism¨¢tico Kagame hacia los due?os del equipo, se tradujo 20 d¨ªas despu¨¦s en la firma de un acuerdo por el que el pa¨ªs africano pagar¨¢ m¨¢s de 30 millones de euros en tres a?os a cambio de aparecer en la manga de la camiseta de los jugadores. La idea no ha gustado mucho en Reino Unido, que destina m¨¢s de 60 millones de euros anuales en proyectos de desarrollo en Ruanda.

La paradoja est¨¢ servida: ?c¨®mo un peque?o pa¨ªs africano considerado pobre puede pagar un patrocinio nada despreciable a uno de los clubes de f¨²tbol m¨¢s ricos del mundo? La relevancia del Arsenal es indudable. Seg¨²n la ¨²ltima clasificaci¨®n de la auditora Deloitte, el club londinense, uno de los m¨¢s seguidos en el mundo, con buen apego en ?frica, factur¨® el pasado a?o 487,6 millones de euros, una cifra que le sit¨²a como el sexto club m¨¢s adinerado. En esas cuentas destacan los 34 millones de euros anuales que se lleva de la tambi¨¦n acaudalada aerol¨ªnea dubait¨ª Emirates por poner su logo en la parte frontal de la camiseta, al que desde agosto acompa?ar¨¢ en la manga el pagado por el pa¨ªs de los Grandes Lagos con el lema Visit Rwanda?(Visita Ruanda).

Sobra decir que Reino Unido es pa¨ªs emisor de ayuda al desarrollo y Ruanda es uno de sus destinatarios. El DFID, agencia brit¨¢nica para esta cooperaci¨®n, gast¨® en 2017/2018 60 millones de euros. Por ese motivo, la prensa brit¨¢nica ha vertido cr¨ªticas contra el acuerdo. ?No ser¨ªa que ese dinero lo gasta Kigali ahora en patrocinio? Pero no solo Reino Unido; en el Parlamento de Holanda, emisor tambi¨¦n de ayuda, se ha denunciado el contrato, desde la bancada de los cristianodem¨®cratas hasta la de diputados de GroeLinks (Verdes). El Gobierno de Kagame se ha defendido: lo que Londres aporta a cooperaci¨®n va en gran medida a proyectos sobre mejora de la justicia; el dinero que invertir¨¢n en el patrocinio proviene del sector tur¨ªstico, que no deja de crecer, y, en ¨²ltimo lugar, la campa?a de marketing a trav¨¦s del Arsenal prev¨¦ precisamente que extranjeros sigan visitando el pa¨ªs para dejar de depender de las donaciones for¨¢neas.

Ante el mordisco del hombre blanco, Kigali ha tratado de sacar pecho con las cifras. El pa¨ªs obtuvo en el ¨²ltimo ejercicio 346 millones de euros en turismo, una cantidad que quiere llevar hasta los 800 millones para 2024 a trav¨¦s de ofensivas de promoci¨®n como la de la camiseta del Arsenal ¡ªel acuerdo tambi¨¦n llevar¨¢ el mismo lema a las vallas publicitarias y paneles del estadio¡ª. M¨¢s a¨²n, el n¨²mero de brit¨¢nicos que visitaron el pa¨ªs en 2017 creci¨® un 21%. Alguno habr¨ªa del Arsenal. Seg¨²n declar¨® a la publicaci¨®n Jeune Afrique?el secretario de Estado de Exteriores Olivier Nduhungirehe, de esos 346 millones anuales, solo un 3% ir¨¢ destinado al acuerdo de patrocinio con el club ingl¨¦s. Se prev¨¦ que ese refuerzo de imagen-pa¨ªs ¡ªvital para deshacer el v¨ªnculo entre Ruanda y el brutal genocidio de 1994¡ª?ayude a doblar en seis a?os los ingresos por turismo, principal fuente de entrada de divisas.

Y tras las cifras, el sentimiento. ¡°Cualquiera que critique nuestro acuerdo con el Arsenal porque Ruanda es pobre y receptor de ayuda¡±, manifest¨® el s¨¢bado en un hilo de Twitter Clare Akamanzi, responsable del Departamento de Desarrollo de Ruanda, encargado de la promoci¨®n del turismo, ¡°o bien desea que lo siga siendo permanentemente o no entiende que, en cualquier negocio, los costes del marketing son un componente clave en los gastos de una compa?¨ªa¡±. Para Akamanzi, ¡°cuanto m¨¢s se gane en turismo, m¨¢s se podr¨¢ invertir en la gente¡±. Pero el posible contrasentido sigue latente, ?por qu¨¦ no invertir directamente ese dinero en agua y electricidad?

En efecto, Ruanda es uno de los pa¨ªses del ?frica Oriental m¨¢s expuestos a la dependencia de la ayuda externa. Esta cubre el 17% del presupuesto nacional, una cifra muy elevada pero ya alejada del 80% de hace una d¨¦cada. El Banco Mundial sugiere precisamente en sus an¨¢lisis que la iniciativa privada debe permitir a Ruanda sacudirse esa dependencia. Y es ah¨ª donde tambi¨¦n saca pecho el peque?o pa¨ªs africano (12 millones de habitantes), con una econom¨ªa que crece a buen ritmo, en torno al 5%, y la vitola de ser el segundo en el continente donde se puede montar un negocio m¨¢s r¨¢pidamente. Siendo eso as¨ª, seg¨²n datos de Naciones Unidas, el 60% de la poblaci¨®n vive con menos de 1,6 euros al d¨ªa, la pobreza est¨¢ muy extendida, con un especial impacto en la infancia, y la renta per c¨¢pita permanece en torno a los 700 euros.

Ruanda ha mejorado desde los a?os noventa notablemente en educaci¨®n, con una media de 10,8 a?os de escolarizaci¨®n, o sanidad, con una expectativa de vida de 64,7 a?os. Pero eso no ha evitado que el pa¨ªs africano ocupe el puesto 159 de 188 en el ?ndice de Desarrollo Humano de la ONU, sumergido en la categor¨ªa m¨¢s baja de esta medici¨®n, por debajo de vecinos como Kenia o Tanzania.

Kagame pidi¨® aquel 3 de mayo, en su prolija cuenta de Twitter, un cambio en el Arsenal: ¡°Algo fundamental tiene que cambiar en el club¡±. Eso ya se ver¨¢ en los terrenos de juego. Lo que sin duda cambi¨® fue la apuesta del peque?o pa¨ªs africano para hacer correr su econom¨ªa. Siguiendo con el s¨ªmil futbol¨ªstico, eso es pasar al ataque.