Se busca l¨ªder con carisma en Marruecos
El ¨¦xito del boicot ciudadano a tres grandes empresas debilita la credibilidad del Gobierno y la oposici¨®n
Estamos en Ramad¨¢n. Y en Marruecos, como en tantos pa¨ªses musulmanes, la vida transita con m¨¢s calma. Se consumen m¨¢s alimentos que en cualquier ¨¦poca del a?o, la jornada laboral suele acortarse y se acude a las mezquitas m¨¢s que nunca. Sin embargo, un movimiento de protesta poderoso, incontrolable, imprevisible, discurre paralelo a esa enga?osa placidez. El 20 de abril naci¨® en Facebook de forma an¨®nima una campa?a contra la carest¨ªa de vida que llamaba al boicot de tres empresas hegem¨®nicas en sus sectores. Las marcas afectadas eran la leche Centrale (perteneciente al grupo Danone, con una participaci¨®n del 5% del consorcio industrial del rey Mohamed VI), el agua Sidi Ali y la cadena de estaciones de servicio Afriquia, propiedad de Aziz Ajanuch, quien ejerce como ministro de Agricultura y Pesca desde hace 11 a?os, es el segundo hombre m¨¢s rico del pa¨ªs, despu¨¦s del rey, y est¨¢ al frente del Reagrupamiento Nacional de Independientes (RNI, liberal), formaci¨®n clave en la coalici¨®n de cinco partidos que integra el Gobierno.
Ante ese boicot, que sigue avanzando frente a los dirigentes como una bola en el pasillo de una bolera, ning¨²n dirigente ha sabido convencer a la poblaci¨®n para detener la inercia. El pol¨ªtico m¨¢s carism¨¢tico de Marruecos, el islamista Abdelil¨¢ Benkir¨¢n, ex secretario general del Partido Justicia y Desarrollo (PJD) permanece alejado del poder desde que el rey Mohamed VI lo destituyera en marzo de 2017. Benkir¨¢n hab¨ªa ganado las legislativas de 2016 con un resultado r¨¦cord: 125 de los 395 esca?os del Parlamento. Pero el monarca lo destituy¨® tras cinco meses en los que Benkir¨¢n no logr¨® formar un Ejecutivo de coalici¨®n porque se neg¨® a aceptar las condiciones que le exig¨ªa Aziz Ajanuch. El rey nombr¨® en su lugar a Saaded¨ªn el Otmani, segundo hombre del PJD.
El Otmani llegaba con una imagen de consenso y perfil discreto. Sigue siendo discreto, pero la discreci¨®n no le ha valido para infundir confianza frente a las protestas de Alhucemas o las de Yerada, donde los vecinos denunciaban tambi¨¦n las m¨ªseras condiciones de vida. Sus titubeos a la hora de afrontar el boicot tambi¨¦n han mermado su credibilidad. Primero opt¨® por el silencio, despu¨¦s el portavoz de su Gobierno amenaz¨® con perseguir judicialmente a quien difundiera informaciones falsas con relaci¨®n al boicot. Y por ¨²ltimo, ¨¦l mismo declar¨® esta semana que el boicot es un ¡°grito de sufrimiento¡± de una parte de la clase media y que no va a ignorar ese fen¨®meno ni a hacer como si no existiera.
En noviembre, El Otmani consigui¨® que el Consejo Nacional del PJD votara contra un posible tercer mandato de Benkir¨¢n como secretario general del partido. Pero gan¨® con solo 25 votos de diferencia sobre un total de 231. La llamada ¡°hermandad¡± del PJD qued¨® m¨¢s dividida que nunca. El pasado 1 de mayo El Otmani fue abucheado en Casablanca por miembros de la Uni¨®n Nacional del Trabajo de Marruecos (UNTM), brazo sindical del partido islamista.
En el sistema pol¨ªtico marroqu¨ª es imposible que una sola formaci¨®n obtenga la mayor¨ªa absoluta. Los partidos gobiernan en coalici¨®n y eso no facilita los liderazgos de peso. La ¨²ltima palabra siempre la tiene el rey. El Gobierno lo forman ahora cinco partidos. De ellos, los islamistas fueron los m¨¢s votados. En la oposici¨®n se encuentra la segunda formaci¨®n en votos en las legislativas de 2016, el Partido Autenticidad y Modernidad (PAM), fundado en 2008 por el actual consejero del rey Fuad Ali el Himna para combatir la pujanza de los religiosos.
El boicot ha resaltado su punto m¨¢s vulnerable de Ajanuch, el ministro m¨¢s influyente: el conflicto de intereses entre su cargo y sus negocios
El que era hasta ahora l¨ªder del PAM, el rife?o Ilias el Omary, qued¨® debilitado tras perder frente a Benkir¨¢n en 2016. Y se vio a¨²n m¨¢s desacreditado tras su papel irrelevante durante las protestas del Rif, a pesar de que es rife?o de Alhucemas y presidente de la regi¨®n T¨¢nger-Tetu¨¢n-Alhucemas. El partido acaba de nombrar la semana pasado un nuevo secretario general. Es tambi¨¦n rife?o de Alhucemas y se llama Hakim Benchemach. Uno de sus principales mensajes hasta ahora consiste en decir que no es una marioneta de Ilias el Omary. De momento, a Benchemach le quedan tres a?os por delante como principal dirigente opositor.
Tal vez la persona m¨¢s desgastada por el boicot, adem¨¢s del jefe del Gobierno, sea Aziz Ajanuch, el l¨ªder del RNI, el gran contendiente frente a los islamistas para las pr¨®ximas legislativas de 2021. La campa?a an¨®nima ha resaltado su punto m¨¢s vulnerable: el conflicto de intereses entre el cargo y los negocios. Se cuestiona ahora m¨¢s que nunca el margen de beneficios que ha podido obtener como principal distribuidor de combustible. Como ministro de Agricultura y Pesca Ajanuch declar¨® en la primera semana de la campa?a: ¡°Los productos marroqu¨ªes siguen evolucionando y la realidad sobre el terreno no va a ser detenida por la web (¡) Esto no es un juego, el que quiera jugar que se vaya a otra parte¡±. El d¨ªa a d¨ªa demostr¨® lo contrario: Centrale Danone, anunci¨® la semana pasada que ha reducido sus compras de leche a ganaderos en un 30%. Lo cual se puede traducir en falta de ingresos para cientos de familias. En efecto, esto no es un juego. Pero nadie sabe detenerlo. Al inicio de Ramad¨¢n en Facebook el boicot se extendi¨® tambi¨¦n al pescado, para denunciar la subida de precios. Y esta vez, el ministro de Agricultura y Pesca no efectu¨® ninguna declaraci¨®n.
Mohamed Daadaoui, profesor de ciencias pol¨ªticas en la universidad estadounidense de Oklahoma y autor de un libro sobre la monarqu¨ªa marroqu¨ª y el desaf¨ªo islamista, apunta por correo electr¨®nico su visi¨®n sobre crisis de liderazgo: ¡°La causa de este fen¨®meno es que el r¨¦gimen intenta de forma constante afrontar los nuevos desaf¨ªos del Estado con las viejas herramientas autocr¨¢ticas; como ha quedado demostrado con el movimiento de protestas (Hirak, en ¨¢rabe) en el Rif¡±. Daadaoui cree que si el Palacio Real no hubiera ¡°empobrecido¡± la escena pol¨ªtica y ¡°castrado¡± a sus actores m¨¢s prometedores, las reivindicaciones de la calle habr¨ªan sido ¡°absorbidas¡± por la sociedad civil y por las instituciones.
Benkir¨¢n permaneci¨® en silencio desde que comenz¨® el boicot hasta que el pasado fin de semana hizo un llamamiento para detener el boicot contra la leche Centrale Danone. Pero esa defensa le est¨¢ acarreando cr¨ªticas en diversos medios. Varios de los ministros islamistas del PJD tambi¨¦n han defendido los intereses de Centrale Danone y eso les est¨¢ provocando una p¨¦rdida de popularidad. En las redes, al islamista Partido de la Justicia y el Desarrollo (PJD) se le ha apodado Partido de la Justicia y de Danone.
Mientras tanto, se enconan las divisiones en el seno del PJD. El sitio digital LeSite revelaba la pasada semana que varios miembros del PJD visitaron a Benkir¨¢n en su casa y el ex jefe de Gobierno critic¨® a su sucesor al frente del partido y del Gobierno con estas palabras: ¡°El problema del hermano El Otmani es que la gente quer¨ªa que ¨¦l fuese un im¨¢n. Pero solo est¨¢ desempe?ando el papel de muec¨ªn [el que llama a la oraci¨®n de los fieles]¡±. Trasladado al catolicismo: la gente esperaba un cura y se top¨® con un monaguillo. Y a¨²n dijo m¨¢s Benkir¨¢n, seg¨²n el citado medio: ¡°El problema no reside en la p¨¦rdida de popularidad, sino en la credibilidad. (¡) Si perdemos credibilidad, nuestra presencia en la escena pol¨ªtica no tiene ning¨²n sentido¡±.
Mientras tanto, el rey a¨²n no se ha pronunciado sobre el boicot.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.