La doctora de las ciudades
La ingeniera Jo da Silva ha dedicado su vida a reconstruir comunidades arrasadas por cat¨¢strofes naturales y a hacer de las urbes un motor de crecimiento sostenible
Cad¨¢veres amontonados en la playa. Pueblos enteros destruidos o enterrados bajo el fango. Millones de desplazados. Y el mar escupiendo m¨¢s cuerpos cada vez que baja la marea. La instant¨¢nea que dej¨® el paso del tsunami de 2004 en el sureste asi¨¢tico es apocal¨ªptica. Los da?os materiales causados por una de las cat¨¢strofes naturales m¨¢s terribles de la historia contempor¨¢nea se cifra en unos 14.000 millones de d¨®lares; los personales son incalculables. M¨¢s de 200.000 personas fallecieron y dos millones y medio lo perdieron todo. La reconstrucci¨®n precis¨® ayuda internacional y un enorme despliegue de trabajadores y voluntarios que dedicaran alma y cuerpo a recomponer las comunidades rotas.
Jo da Silva fue una de ellos. Ingeniera y trotamundos, desde 1994 est¨¢ en primera l¨ªnea reconstruyendo localidades arrasadas por calamidades e impulsando el desarrollo sostenible de las urbes.?La experiencia en el sureste asi¨¢tico tras el tsunami fue la que m¨¢s la marc¨®, confiesa esta brit¨¢nica sin poder esconder la conmoci¨®n. "Trabajar en escenarios pos-cat¨¢strofe te ense?a a ser humilde, y yo me considero afortunada por la carrera que eleg¨ª", asegura.?Ferviente creyente de que las empresas privadas deben perseguir objetivos sociales como motor principal de su actividad, da Silva lleva casi 30 a?os trabajando en Arup, una firma internacional de ingenier¨ªa, planificaci¨®n y gesti¨®n de proyectos, al frente de la divisi¨®n de desarrollo internacional. "Pero tres veces lo he dejado para ir a trabajar en escenarios pos-cat¨¢strofe, la primera vez en el genocidio de Ruanda", agrega.
¡°Algunas compa?¨ªas ven ?frica como un mercado muy grande, un lugar donde hay un mont¨®n de potenciales compradores¡±, cita a manera de ejemplo, ¡°pero nuestra visi¨®n es que es un continente con necesidades inmensas (...), y si podemos hacer una contribuci¨®n que pueda crear desarrollo es un win-win: un negocio para nosotros y una oportunidad para ellos¡±. Considera que el mundo necesita m¨¢s ingenieros. E ingenieras: "Estuve en una charla el a?o pasado con estudiantes del ¨²ltimo a?o de bachiller donde casi todos quer¨ªan estudiar ciencias. Al final una chica se me acerc¨® y me dijo: iba a ser m¨¦dico, como mi padre, pero ahora quiero estudiar ingenier¨ªa porque me he dado cuenta de que los ingenieros son los doctores de toda la sociedad. Y el mundo est¨¢ enfermo'".
La joven ten¨ªa raz¨®n. Las ciudades son ecosistemas extremadamente fr¨¢giles y el medio ambiente agoniza. El efecto devastador de terremotos, tsunamis o erupciones volc¨¢nicas se multiplica en las urbes, a la vez las principales v¨ªctimas y responsables del cambio clim¨¢tico.?El crecimiento esquizofr¨¦nico de los n¨²cleos urbanos en pa¨ªses en desarrollo y la falta de una regulaci¨®n estricta no permiten asimismo planificar como debido la ampliaci¨®n de ciudades que se convierten en trampas mortales para sus habitantes y en potenciales generadores de miseria: para 2030, unos 3.000 millones de personas (un 40% de la poblaci¨®n mundial) necesitar¨¢n tener acceso a viviendas, infraestructuras y servicios b¨¢sicos, pero los recursos y los reglamentaciones no son adecuadas ni suficientes en muchos lugares del planeta para garantizar un crecimiento sostenible, seg¨²n la ONU.?
En los ¨²ltimos a?os, Da Silva ha viajado a casi todos los puntos calientes del globo: colabor¨® en proyectos humanitarios en Ruanda tras el genocidio de 1994, trabaj¨® en Sri Lanka despu¨¦s del maremoto que asol¨® el pa¨ªs a finales de 2004 y particip¨® en la reconstrucci¨®n de Hait¨ª tras el se¨ªsmo de 2010 y en la de Nepal en 2015;?adem¨¢s lidera un proyecto impulsado por el Banco Mundial para construir escuelas m¨¢s seguras en ?frica, ha dirigido la elaboraci¨®n de un ¨ªndice de resilencia de las ciudades ¡ªuna palabra que se refiere a la capacidad de resistir y superar eventos traum¨¢ticos y que en su traducci¨®n al espa?ol, dice, no tiene la misma fuerza que en ingl¨¦s¡ª y trabaj¨® en la creaci¨®n de una metodolog¨ªa para analizar la seguridad de los edificios donde se fabrican prendas en Banglad¨¦s tras el derrumbe del Rana Plaza en 2013 que se cobr¨® la vida de m¨¢s de 1.100 trabajadores.?
Da Silva explica en la luminosa terraza de la sede espa?ola de la compa?¨ªa en el centro de Madrid que su departamento?¡°trabaja exclusivamente con organizaciones que est¨¢n comprometidas a reducir la vulnerabilidad¡±.?Esta brit¨¢nica descubri¨® desde ni?a que le encantaba ¡°construir cosas¡±. Empez¨® cortando y ensamblando la ropa que compraba en tiendas de segunda mano y acab¨® dise?ando escuelas, campos de refugiados o aeropuertos a lo largo y ancho del globo. ¡°Hacer puentes y vestidos es lo mismo: es material, dise?o, geometr¨ªa...¡±, enumera. Al terminar la carrera un viaje a India le dej¨® claro qu¨¦ rumbo tomar¨ªa su vida. El conductor que la llevaba de un sitio a otro durante el a?o que vivi¨® en el pa¨ªs le dijo que se volviera a Reino Unido. "Me sent¨® un poco mal", confiesa.?Pero luego a?adi¨® que ten¨ªa que volver a casa para adquirir los conocimientos necesarios para regresar y ser ¨²til de verdad. "Nunca lo hab¨ªa pensado antes, pero creo que ese fue el inicio de todo... la vida es lo que te ocurre mientras est¨¢s planeando hacer otras cosas".
Puedes seguir a PLANETA FUTURO en Twitter y Facebook e Instagram, y suscribirte aqu¨ª a nuestra newsletter.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.