¡°?Qu¨¦ voy a hacer! Estoy en medio del mar. ?Esto puede durar un mes?¡±

Lejos de tierra firme, de los despachos y sin Twitter (ni m¨®vil siquiera la mayor¨ªa), los migrantes a bordo del Aquarius no son conscientes de ninguna manera del tremendo debate que su caso ha generado en Europa. Ni del pulso entre canciller¨ªas del que son involuntarios protagonistas y que puede ser determinante para el futuro de los rescates de migrantes en el Mediterr¨¢neo. Desconectados del mundo, desconocen la oferta del nuevo presidente espa?ol, Pedro S¨¢nchez. Sus caras denotaban preocupaci¨®n y extenuaci¨®n cuando esta tarde han asistido a la llegada de una lancha militar de Malta con suministros: fideos, galletas y botellines de agua para alimentar y quitar la sed a 629 personas durante poco m¨¢s de 24 horas.

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Los migrantes rescatados por el 'Aquarius'

Olajumoke Adeniran Ajayi, de 30 a?os, su esposo y sus dos hijos se preparan para pasar su segunda noche a bordo, a la espera de que un puerto europeo les acepte. Los peque?os Donald y Progress, nacidos ambos en Libia, dormir¨¢n con su madre bajo techo; su padre, en cubierta. ¡°Estoy contenta porque el viaje hasta aqu¨ª no ha sido f¨¢cil¡±, dec¨ªa la madre por la ma?ana cuando cre¨ªa que pronto estar¨ªa en tierra, en Italia.?La traves¨ªa de 10 horas desde Libia, con su beb¨¦ pegado al pecho en una mochila, fue aterradora. ¡°Ten¨ªa mucho miedo porque nunca hab¨ªa visto tanta agua. Nunca¡±. Por la tarde, era la imagen de la resignaci¨®n. ¡°?Que c¨®mo estoy? Intentado lidiar con ello¡±, dice. ¡°?Qu¨¦ voy a hacer! Estoy en medio del mar, solo me queda esperar que esto mejore. ?Cu¨¢nto durar¨¢ esto?¡±. A la negativa responde con otra pregunta: ¡°?Esto puede durar un mes?¡±.

El buque de rescate y atenci¨®n humanitaria que operan SOS Mediterrane¨¦ y M¨¦dicos Sin Fronteras desde hace dos a?os ha cumplido sus primeras 24 horas en stand by en aguas internacionales, dos d¨ªas desde que en nueve horas hizo dos rescates y recibi¨® a otros cientos de migrantes rescatados por la Marina de Italia. En un instante, a mediod¨ªa, el optimismo que exhib¨ªan ha derivado en una preocupaci¨®n evidente en cuanto los miembros de las ONG les han informado de que no iban a pisar Italia tan pronto como esperaban. ¡°Esto se puede alargar 2 o 3 d¨ªas¡±, les ha advertido meg¨¢fono en mano Ramzi ben Nasr, tunecino y de MSF, en un mensaje perfectamente medido para ofrecer certezas ¨Cestamos a la espera de instrucciones, est¨¢is seguros¡ªsin generar falsas expectativas. Un murmullo ha sustituido al silencio en cubierta.

A su lado, Selin Cakar, turca y experta en casos humanitarios, ha explicado con un mapa inmenso la posici¨®n exacta del barco: ¡°Estamos aqu¨ª, muy lejos de Libia. Esto es Malta y aqu¨ª est¨¢ Italia¡±, iba diciendo mientras se?alaba los lugares. Novedades transmitidas en ¨¢rabe, ingl¨¦s y franc¨¦s. Solo uno de los migrantes ha alzado algo la voz, amenazando con echarse al agua, ahora que est¨¢ cerca de Italia. Una veterana y diminuta enfermera de MSF y varios fornidos rescatadores le han calmado mientras el resto de sus compa?eros de odisea le ped¨ªa calma.

Este lunes al caer el sol no hay c¨¢nticos y alegr¨ªa, como anoche, sino incertidumbre. La tripulaci¨®n ha puesto m¨²sica marchosa.

El capit¨¢n y los responsables a bordo de estas dos ONGs que se aliaron para salvar vidas en el Mediterr¨¢neo a partir de 2016 contin¨²an a la espera de instrucciones del Centro de Coordinaci¨®n Mar¨ªtima de Roma. Es este organismo el que, seg¨²n las normas de la mar, debe comunicar al capit¨¢n en qu¨¦ puerto puede desembarcar a los migrantes. Este y todos los rescates est¨¢n sometidos a unas minuciosas normas, a una cadena de mando y de comunicaci¨®n. En el puente de mando impera la calma aunque las gestiones, los correos electr¨®nicos y las comunicaciones por radio se suceden a toda velocidad. ¡°No hemos recibido ninguna comunicaci¨®n oficial de los Centros de Coordinaci¨®n Mar¨ªtima de Italia o Espa?a respecto a las informaciones de que el presidente Pedro S¨¢nchez ha ofrecido Valencia como puerto seguro¡±, ha explicado una portavoz de MSF a bordo.

El italiano Nicola Stalla, coordinador de rescate del Aquarius y que antes de sumarse a SOS Mediterrane¨¦ era marino mercante, explica que es la primera vez en su carrera que no le dan un puerto donde desembarcar. ¡°Estamos informando constantemente al oficial de guardia (del centro de coordinaci¨®n de Roma) de la situaci¨®n a bordo que, obviamente, corre el riesgo de deteriorase, la salud de las personas a bordo est¨¢ en peligro porque est¨¢n expuestos al sol y al calor y requiere una respuesta r¨¢pida¡±.

Todas las cubiertas de este buque est¨¢n atestadas de gente. Mientras los 629 rescatados ¨Cincluidos siete embarazadas y 123 menores que viajan solos-- se convert¨ªan en el centro del siempre pospuesto debate sobre c¨®mo gestionar a medio y largo plazo los flujos migratorios a Europa, la actividad del barco prosigue: los ni?os ¨Chay m¨¢s de una decena y varios beb¨¦s¡ªcorretean ajenos a las preocupaciones de los mayores, los enfermos hacen cola para que les vea el m¨¦dico o uno de los enfermeros, la matrona se ocupa de las madres y los lactantes, una adolescente se desmaya, cada uno buscaba un hueco donde echarse a dormir¡­ Y un rescatador limpia las letrinas a manguerazos. El Aquarius, de bandera de Gibraltar y 77 metros de eslora, est¨¢ preparado para atender durante el par de d¨ªas que suelen pasar hasta que desembarcan o son transferidos a otro buque hasta 550 rescatados pero no para que una estancia indefinida de m¨¢s de 600. El barco sigue donde par¨® el domingo por la noche: a 35 millas n¨¢uticas de Italia y a 27 de Malta. Ya este lunes a primera hora los migrantes preguntaban por qu¨¦ estaba en barco parado. ¡°Empiezan a preocuparse, son personas fr¨¢giles y vulnerables que llevan 48 horas en el mar, empieza a ser una situaci¨®n cr¨ªtica¡±, ha explicado este lunes a primera hora Aloys Vimard, coordinador de MSF a bordo del buque.

Un tercio de los hu¨¦spedes a bordo fueron rescatados por el equipo del Aquarius de dos pateras que iban a la deriva, una de las cuales lleg¨® a romperse y a 40 los tuvieron que sacar del agua. Los 400 restantes fueron localizados y recogidos por barcos mercantes o de la Marina italiana y trasvasados por los militares al Aquarius para que los llevara a puerto. Pero Italia tiene un nuevo Gobierno que declara la victoria en este pulso formidable, proclama por tierra, mar y aire que quiere cerrar los puertos y los ha cerrado bajo la atenta mirada de Europa.

¡°?Tienes un cargador?¡±, preguntaba uno de los migrantes. Cuando su interlocutor le ha respondido que no y que no hay cobertura, el africano ha replicado: ¡°Necesito cargarlo porque ya estamos cerca¡±. Esa fina l¨ªnea en la que uno roza Europa pero no llega a alcanzarla. Ah¨ª est¨¢n estas 629 personas que huyen de la pobreza, de la persecuci¨®n, de la guerra que siguen buscando un puerto al que ni siquiera piden que les d¨¦ la bienvenida, les basta con que les acepte.