El exjefe del FBI obr¨® mal en el caso de los correos de Clinton pero no fue partidista, seg¨²n el departamento de Justicia

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Los correos de Clinton devoraron a Comey

James Comey, el exdirector del FBI despedido por Donald Trump el a?o pasado, se salt¨® protocolos y normas y da?¨® la imagen de imparcialidad en su gesti¨®n del caso de los correos de Hillary Clinton, uno de los grandes conflictos de las elecciones presidenciales de 2016, pero su mala actuaci¨®n no respond¨ªa a un sesgo pol¨ªtico o personal contra el republicano, hoy presidente de EE UU, o su rival dem¨®crata. Esta es la conclusi¨®n del comit¨¦ de vigilancia del departamento de Justicia, que este jueves ha difundido su informe sobre la investigaci¨®n por parte del FBI sobre aquel esc¨¢ndalo, que giraba en torno al uso que Clinton hizo de un servidor privado de correo cuando era secretaria de Estado y que puso en peligro informaci¨®n clasificada. La investigaci¨®n hall¨® mala praxis, pero no delito en la candidata.

¡°Aunque no consideramos que estas decisiones fueran resultado de sesgo pol¨ªtico por parte de Comey¡±, se?ala el inspector general, Michael Horowitz, en las conclusiones del informe ¡°s¨ª concluimos que las decisiones tuvieron un impacto negativo en la percepci¨®n del FBI y el departamento de Justicia como justos administradores de justicia¡±. Trump destituy¨® en mayo de 2017 a Comey bajo el argumento de que hab¨ªa archivado irregularmente el caso, mientras que este lo atribuy¨® a su investigaci¨®n de la trama rusa.

Las elecciones presidenciales de 2016 est¨¢n ¨ªntimamente ligadas al nombre de Comey. Curiosamente, mientras Donald Trump lo considera una especie de aliado encubierto de Hillary Clinton, la candidata dem¨®crata lo contempla como uno de los grandes culpables de su derrota en las urnas. Dos episodios sobre el caso de los correos explican esta disparidad de puntos de vista.

En julio de 2016, el exjefe del FBI anunci¨® en una rueda de prensa que recomendaba no presentar cargos contra Clinton por el caso de los correos, una comunicaci¨®n p¨²blica que no es habitual y que fue considerado una extralimitaci¨®n, ya que le corresponde al departamento de Justicia tomar esa decisi¨®n. Antes, la fiscal general, Loretta Lynch, ya hab¨ªa avanzado que acatar¨ªa las recomendaciones del FBI sobre este caso, de modo que el departamento de Justicia lo cerr¨® sin imputaci¨®n alguna para la exsecretaria de Estado.

Aquello parec¨ªa un punto ganado para la campa?a de los dem¨®cratas, ya que un gran problema latente -una posible imputaci¨®n- se hab¨ªa desvanecido: el FBI la acus¨® de ser ¡°extremadamente descuidada¡±, pero no vio delito alguno en su actuaci¨®n.

Pero el asunto dio un giro inesperado de la mano del mismo Comey a finales de octubre de 2016. Cuando solo faltaban unos d¨ªas para las elecciones -y con la opini¨®n en contra altos cargos del Departamento de Justicia- el exdirector del FBI envi¨® una carta al Congreso advirtiendo de que los agentes hab¨ªan empezado a investigar nuevas pruebas relacionadas con el caso cerrado, como rebote por un caso completamente ajeno (los mensajes de contenido sexual enviados a una menor por parte de Anthony Weiner, marido de la fiel asesora de Clinton Huma Abedin).

Esos nuevos correos tampoco arrojaron indicios de delito alguno, pero la noticia de una nueva pesquisa -cuya publicidad no respond¨ªa a ninguna obligaci¨®n- result¨® un bomba medi¨¢tica en la recta final de la campa?a y, aunque la investigaci¨®n se cerr¨® de nuevo sin cargos antes del 8 de noviembre, d¨ªa del voto, perjudic¨® enormemente la imagen de Clinton. Esta decisi¨®n es considerada un "importante error de juicio" en el informe publicado este jueves.

Comey us¨® Gmail para asuntos de trabajo

Este hab¨ªa despertado una enorme expectaci¨®n, dentro y fuera de la Casa Blanca. Para Trump, constitu¨ªa la ocasi¨®n de defender su gran acusaci¨®n contra el FBI, que los investigadores estaban soslayando el trabajo en torno al caso de los correos de Hillary Clinton para favorecerle y, en cambio, sacaron punta a la trama rusa -la injerencia de Mosc¨² en las elecciones presidenciales y la posible connivencia del entorno de Trump- para perjudicar al neoyorquino. El inspector general critica a Comey y el trabajo de los agentes federales pero concluye partidismo, aunque s¨ª incluye algunos mensajes intercambiados entre agentes que dejan en muy mal lugar a la agencia.

En agosto de 2016, Peter Strzok, un investigador involucrado tanto en el caso de los correos como en el de la trama rusa, recibi¨® este mensaje de Lisa Page, una abogada del cuerpo, en referencia a Trump. ¡°No va a convertirse presidente jam¨¢s, ?verdad? ??Verdad?!¡±. Y Strzok responde: ¡°No, no lo har¨¢. Lo pararemos¡±.

La historia de la investigaci¨®n, y de la investigaci¨®n de la investigaci¨®n, tiene un ep¨ªlogo de sainete. El informe del inspector apunta que Comey us¨® su cuenta de correo personal gratuito de Google -Gmail- para asuntos de trabajo en m¨²ltiples ocasiones.