Un d¨ªa con Petro en el basti¨®n del uribismo
El candidato de izquierda a la presidencia de Colombia trata de conquistar a los votantes de Antioquia, el granero de votos de su opositor, Iv¨¢n Duque
A las puertas del hotel Nutibara, uno de los m¨¢s antiguos de Medell¨ªn, unas 200 personas gritan: ¡°Antioquia no es Uribe¡±. Son los simpatizantes de Gustavo Petro, el candidato de izquierda a la presidencia de Colombia. Cantan, bailan, corean lemas y llaman la atenci¨®n de los transe¨²ntes y turistas que visitan la plaza de Botero. No ha pasado ni una hora desde que empezaron a concentrarse cuando se oye un reclamo distinto: ¡°?Duque, Duque, Duque!¡±. A las dos colombias solo las separaba una calle, mucho tr¨¢fico y un dispositivo policial el pasado mi¨¦rcoles. Quedaban cuatro d¨ªas para que se abrieran las urnas.
Antioquia es la regi¨®n en la que naci¨® el expresidente ?lvaro Uribe, promotor de Iv¨¢n Duque, candidato de la derecha en la segunda vuelta electoral. Aqu¨ª comenz¨® su carrera, primero como alcalde de Medell¨ªn (la capital) y gobernador del departamento, antes de ser mandatario a principios de la d¨¦cada de 2000. Nunca ha perdido una elecci¨®n en su casa. Gustavo Petro lo sabe. En la primera vuelta fue tercero en votos en este territorio. Pero est¨¢ empe?ado en cambiar la historia de Colombia siendo el primer presidente progresista y, de paso, conquistar la tierra de los paisas (como se conoce a los habitantes de esta parte del pa¨ªs).
Petro llega al hotel Nutibara con tres horas de retraso y un dispositivo de seguridad que supera la veintena de miembros entre polic¨ªas, antidisturbios y personal de seguridad. En la tercera planta le espera un centenar de empresarios antioque?os, en su mayor¨ªa mineros. Todos quieren darle un abrazo al que llaman ¡°amigo, compa?ero, presidente¡±. Le regalan unos zapatos de fique (una planta), con suela de caucho natural. Se quita los mocasines y se los pone. ¡°Los Ferragamo de la Colombia Humana¡±, dice en un juego de palabras sobre la ropa que viste su oponente y el lema de su campa?a.
La reuni¨®n empieza con una ronda de intervenciones de los asistentes. Le preguntan si va a defender la miner¨ªa ancestral, si va a expropiar, si les va a bajar el IVA o si va a ayudar con fondos al turismo en la regi¨®n. Le interpelan, incluso, por su confesi¨®n religiosa. Entonces aparecen un chico y una chica disfrazados de aguacate -s¨ªmbolo de la campa?a de Petro- y de abeja.
El insecto rebaja el tono serio del encuentro. Hace una semana, unas abejas africanas irrumpieron en un acto electoral de Uribe y algunos de los asistentes acabaron en el hospital por las picaduras. El uribismo aprovech¨® el suceso para acusar a Petro de domador de insectos, es decir, de enviarlos con maldad y alevos¨ªa. La Colombia Humana tampoco ha perdido la oportunidad de convertir al animal en otro de sus s¨ªmbolos: la abeja trabajadora.
Despu¨¦s de media hora, es el turno de Petro. Decide responder los temas en el orden en el que sus enemigos electorales le han ido disparando. Empieza por confesar que es cat¨®lico y lanza un gui?o al p¨²blico: ¡°Mi catolicismo es el de una corriente que se fund¨® en Medell¨ªn en una asamblea de obispos de Am¨¦rica Latina. Construyeron una derivaci¨®n de la doctrina social de la iglesia cat¨®lica. La religi¨®n al servicio de los pobres¡±. Sabe que tiene que acabar con la imagen de ateo que le han construido sus opositores en un pa¨ªs con 49 millones de habitantes de los que 45,3 millones se declaran cat¨®licos.
¡°?Saben qui¨¦n va a ser el principal aliado de Petro para combatir el cambio clim¨¢tico y salir del modelo extractivista?¡±, plantea con su habitual autorreferencia en tercera persona. ¡°El papa Francisco¡±. Aplausos. ¡°?Y el aliado de la otra campa?a?¡±, contin¨²a. Se escuchan varias respuestas. Ninguna correcta. "Maduro", dice al ritmo del redoble de aplausos.
El otro fantasma que le persigue es el castrochavismo. El t¨¦rmino se lo invent¨® Uribe para infundir el miedo de que con la victoria del candidato de izquierda Colombia se convertir¨ªa en Venezuela. Petro ha ido modelando su discurso hasta acabar reconociendo que el r¨¦gimen de Nicol¨¢s Maduro es una dictadura. No suele tratar los problemas internos del pa¨ªs vecino. Su estrategia se basa en defender un modelo econ¨®mico sustentado en las energ¨ªas renovables. De esta manera, le adjudica el monopolio del petr¨®leo y, por tanto, la aproximaci¨®n venezolana a Duque.
Por si queda alguna duda, Petro recuerda que no es socialista ni pretende instalar esta corriente en Colombia. ¡°Yo he sido asalariado y despu¨¦s desempleado. Tuve d¨ªas que no sab¨ªa d¨®nde iba a conseguir la plata para dar de comer a mis hijos¡±, afirma igual¨¢ndose a su audiencia. ¡°Espa?a, Portugal e Islandia son socialistas. Tampoco estoy planteando el socialismo europeo para nuestro pa¨ªs. Sino el desarrollo del capital. Queremos proteger la empresa privada, pero bien¡±.
Una vez que ha zanjado las cuestiones claves, busca de nuevo el aplauso. Y antes de despedirse hace una ¨²ltima promesa. ¡°Ahora el 70% de la bandeja paisa se importa¡±, dice sobre el plato regional elaborado con carnes, embutidos y arepa. ¡°Con Petro la bandeja paisa ser¨¢ 100% de Colombia¡±.
En la puerta del hotel, cientos de personas le siguen esperando. Sale a saludar el tiempo estimado por la seguridad, menos de un minuto. Se sube al coche y sigue con su agenda: una ronda de entrevistas en las televisiones locales, las que ven los paisas. A las siete de la tarde, el equipo de comunicaci¨®n convoca a la prensa a otro evento. Petro va a contestar a las preguntas de los ciudadanos a trav¨¦s de Facebook Live en compa?¨ªa de youtubers de la regi¨®n. Una hora m¨¢s tarde llega un mensaje: ¡°Nos han prohibido que demos la direcci¨®n¡±. La jornada de cobertura se ha reducido a un solo acto.
Buenas noches, en vivo, desde Medell¨ªn, Antioquia, para toda Colombia y los colombianos en el exterior. Atento a sus preguntas. Por favor compartir esta transmisi¨®n. #ColombiaEnVivoConPetro
Posted by Gustavo Petro on Wednesday, June 13, 2018
Pasan las ocho de la noche y m¨¢s de 15.000 personas siguen en directo al candidato. ?C¨®mo se convoca a tanta gente un mi¨¦rcoles para hablar de educaci¨®n, corrupci¨®n y cambio clim¨¢tico? La estrategia es sencilla y efectiva: los j¨®venes youtubers que se sientan con Petro transmiten el encuentro en sus canales con millones de seguidores. La audiencia se triplica. A esa hora, Iv¨¢n Duque contraataca y se conecta a Facebook Live. Tambi¨¦n recibe preguntas, pero pregrabadas. Unas 4.000 personas siguen el encuentro. Por una noche, Petro se comi¨® la bandeja paisa.
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