Crecer m¨¢s, atajar la desigualdad y salvar el TLC: los retos econ¨®micos del M¨¦xico que viene

Muchas inc¨®gnitas econ¨®micas, pocas respuestas concretas a cuatro d¨ªas vista de las elecciones presidenciales mexicanas. Ante la avalancha de temas urgentes, con corrupci¨®n y violencia a la cabeza, la econom¨ªa ha pasado casi de puntillas en la campa?a y las soluciones propuestas han sido mayoritariamente, a vuelapluma, carentes de profundidad y de un plan de acompa?amiento fiscal. Pero los retos, latentes desde hace d¨¦cadas, se antojan hoy m¨¢s acuciantes que nunca: pese a la estabilidad macroecon¨®mica, el crecimiento y la inversi¨®n siguen siendo bajos; la brecha de la desigualdad sigue abierta; los salarios est¨¢n estancados y el Tratado de Libre Comercio de Am¨¦rica del Norte (TLC), del que depende la tercera parte del PIB mexicano, est¨¢ en riesgo mientras Donald Trump siga en la Casa Blanca.

Relanzar la econom¨ªa ser¨¢ la primera tarea del pr¨®ximo Gobierno. En los seis ¨²ltimos a?os el crecimiento medio anual se ha quedado en poco m¨¢s del 2%, una cifra que cae a¨²n m¨¢s si lo que se mide es la renta por habitante ¡ªel indicador que mejor refleja la evoluci¨®n de la riqueza real de una sociedad¡ª. El todav¨ªa presidente, Enrique Pe?a Nieto inici¨® su sexenio de forma fulgurante, con una bater¨ªa de reformas que le granjearon el aplauso un¨¢nime del FMI y la OCDE. Sin embargo, sus r¨¦ditos fueron menores de lo esperado: la realidad, tozuda, dej¨® en quimera los augurios de una expansi¨®n anual del 5%. El sur del pa¨ªs sigue desconectado de la globalizaci¨®n y la inversi¨®n p¨²blica, en m¨ªnimos de 70 a?os.

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¡°En las ¨²ltimas campa?as al menos se hablaba de c¨®mo ¨ªbamos a tratar de crecer m¨¢s, pero seguimos igual y ning¨²n candidato ha propuesto nada nuevo¡±, lamenta Valeria Moy, directora del think tank M¨¦xico c¨®mo vamos. Al modelo seguido durante d¨¦cadas, basado en las exportaciones y la contenci¨®n salarial ya se le ven las costuras, y el fortalecimiento del mercado interno, mediante el impulso a unos sueldos que est¨¢n entre los m¨¢s bajos de Am¨¦rica Latina y el aumento de la inversi¨®n p¨²blica, se antoja clave. M¨¢s a¨²n, en un momento en el que el por mucho primer socio comercial, Estados Unidos, del que depende casi la tercera parte del PIB, ha dado portazo a una visi¨®n global y ha abrazado el proteccionismo. ¡°M¨¢s all¨¢ del TLC, M¨¦xico puede hacer mucho por impulsar su econom¨ªa con m¨¢s inversi¨®n en infraestructura¡±, dice Robert Blecker, de la American University. ¡°Es parte esencial del plan de Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador [el gran favorito], pero apenas ha hecho hincapi¨¦ en la campa?a¡±.

Preservar el TLC, que une a M¨¦xico con EE UU y Canad¨¢ desde 1994 ser¨¢, no obstante, tarea esencial del pr¨®ximo presidente. A diferencia de a?os atr¨¢s, la pol¨ªtica comercial apenas ha entrado en campa?a y todos los candidatos han defendido el acuerdo, pero el reto ser¨¢ reencauzar una negociaci¨®n que, tras un a?o, apenas ha dado frutos. Tambi¨¦n diversificar la matriz comercial: que no dependa de un ¨²nico socio, opina Gabriel Lozano, economista jefe del banco de inversi¨®n JP Morgan para M¨¦xico y Centroam¨¦rica.

Pero relanzar el crecimiento, salvar el TLC y ampliar el horizonte comercial quedar¨ªa en agua de borrajas si no van acompa?ados por la inclusi¨®n social. En un pa¨ªs en el que la pobreza sigue afectando a m¨¢s de la mitad de la poblaci¨®n y en el que las t¨ªmidas mejoras de la productividad solo han logrado retribuir mejor al capital y no al trabajo, el acento social debe ser una de las piedras angulares de la pol¨ªtica econ¨®mica que viene. ¡°La desigualdad siempre ha estado ausente del curso de la pol¨ªtica macro, y no puede seguir as¨ª¡±, subraya Juan Carlos Moreno Brid, profesor de Econom¨ªa de la UNAM. Esta vez, la inequidad s¨ª ha irrumpido con fuerza en la campa?a: los datos son todo menos alentadores -el 1% acumula m¨¢s de la tercera parte de la riqueza y el 10% ingresa 21 veces m¨¢s que el decil m¨¢s pobre- y los mexicanos exigen soluciones.

El indicador de desigualdad m¨¢s utilizado, el ¨ªndice de Gini, ha quedado anclado en niveles inaceptablemente altos en comparaci¨®n internacional. Y el sistema fiscal corrige mucho menos que sus pares brasile?o, argentino, chileno o uruguayo. La movilidad social tambi¨¦n sigue siendo escasa: la pobreza afecta al 40% de los mexicanos, siete de cada 10 personas que nacen en esa situaci¨®n no logran escapar de ella. Y, aunque se han probado como una muy buena medida para paliar la pobreza extrema, las transferencias condicionadas solo sirven para superar el primer eslab¨®n del desarrollo. ¡°Lo que falta es, precisamente dar el salto al siguiente piso: que las personas que reciben estos programas puedan avanzar laboralmente, pero la informalidad y la precariedad lo impiden¡±, apunta Gabriela Ramos, directora general de la OCDE. ¡°El gran reto ser¨¢ pol¨ªtico: convencer a los empresarios de que M¨¦xico solo saldr¨¢ adelante si reparten su trozo del pastel subiendo los salarios¡±, completa Moreno Brid.

El escaso esfuerzo en gasto social no ayuda. A pesar de haberse cuadruplicado desde mediados de los ochenta, hasta el 8%, esta partida sigue a a?os luz del resto de econom¨ªas industrializadas (21%) y del promedio latinoamericano (14%). Incrementarlo es, sin embargo, tan acuciante como redise?ar los programas sociales: ocho de cada 10 no cumplen con sus objetivos y solo el 10% logra un desempe?o ¡°¨®ptimo¡±.

Cualquier paso para tratar de atajar la desigualdad y la pobreza tambi¨¦n corre riesgo de ser en falso si no va acompa?ado de una nueva reforma tributaria. Aunque la deuda p¨²blica sigue en niveles no preocupantes, el fuerte crecimiento de los ¨²ltimos a?os reduce el margen de maniobra del Gobierno que salga de las urnas. Las opciones para agregar m¨²sculo financiero al Estado son muchas, pero pr¨¢cticamente todos los especialistas coinciden en dos puntos: ampliar el IVA a medicinas y alimentos ¡ªhoy exentos¡ª, introduciendo compensaciones para los sectores menos pudientes para evitar la regresividad, y aplicar un verdadero impuesto predial (sobre los bienes inmuebles), hoy pr¨¢cticamente inexistente.

En marzo, la OCDE fue un paso m¨¢s all¨¢ y recomend¨® gravar las herencias para recaudar m¨¢s al tiempo que se reduce la desigualdad. Pero los candidatos siguen instalados en el no. ¡°Es preocupante que sigan prometiendo reducir o mantener los impuestos¡±, opina Rodolfo de la Torre, del Centro de Estudios Espinosa Yglesias, que espera que, ya en Los Pinos, se den cuenta del agujero recaudatorio y cambien su aversi¨®n tributaria. Muchos pendientes para un sexenio que se presenta, al menos en su envoltorio, m¨¢s disruptivo que cualquiera anterior.