Una balsa con 60 personas a bordo, rescatada por el ¡®Open Arms¡¯ a 33 millas de Libia

Un nuevo rescate por parte de una ONG vuelve a poner a las organizaciones humanitarias que act¨²an en el Mediterr¨¢neo en el punto de mira de la diplomacia europea. El Open Arms, el buque de la organizaci¨®n catalana Proactiva Open Arms, navega desde este s¨¢bado con 60 migrantes rescatados de una lancha precaria localizada a 33 millas n¨¢uticas de Libia. El nav¨ªo desembarcar¨¢ en Barcelona tras recibir la autorizaci¨®n espa?ola;?un permiso que Italia ya le ha denegado p¨²blicamente. A pocas millas de distancia le sigue el Astral, un velero de la misma ONG en misi¨®n de observaci¨®n, con cuatro eurodiputados a bordo.

El rescate comenz¨® a las 7.30 de la ma?ana. Desde el puesto de mando, un tripulante del Open Arms observ¨® con los prism¨¢ticos lo que parec¨ªa una lancha neum¨¢tica. Corri¨® a despertar al capit¨¢n. La primera comunicaci¨®n fue con el Centro de Coordinaci¨®n Mar¨ªtima y de Rescate de Roma que orden¨® al barco ponerse en contacto con los guardacostas libios. Nadie respondi¨®. "Volvimos a llamar a Roma y me dijeron que tomase yo la decisi¨®n. Decid¨ª rescatarlos", explica Marco Mart¨ªnez, el capit¨¢n del buque.

En la barca de goma, interceptada en aguas internacionales, viajaban cuatro menores, entre ellos un ni?o de nueve a?os acompa?ado de sus padres, cinco mujeres y 51 hombres. La proa estaba remendada con cinta negra americana. El interior de la embarcaci¨®n, para hacerla m¨¢s resistente, iba forrado con un tabl¨®n de madera del que sobresal¨ªan dos hileras de tornillos gruesos de proa a popa. Sus ocupantes iban sentados encima. "No Libia, no Libia", gritaban desde el interior a sus rescatadores. Un buque de ese pa¨ªs observ¨® toda la operaci¨®n de rescate a cerca de una milla de distancia.

Judith Lidia Gbamago llor¨® al ver acercarse la lancha naranja de rescate. "Pensaba que eran los guardacostas libios y que tendr¨ªamos que volver", cuenta en franc¨¦s sin perder de vista a su hijo Krisley, el m¨¢s peque?o de los n¨¢ufragos. La traves¨ªa de esta mujer, de 32 a?os, comenz¨® en Rep¨²blica Centroafricana en 2013. En Libia, relata, viv¨ªa un infierno, con pavor a que ella o su hijo fuesen raptados por las milicias. ¡°Cuando mi marido se iba a trabajar me dejaba encerrada en la habitaci¨®n por miedo a que alguien me encontrase. No pod¨ªa ir a la compra, no pod¨ªa salir a la calle¡±.

En la barca viajaban tres hombres de Mal¨ª, ocho palestinos, seis libios, cinco sirios, ocho banglades¨ªes y otros ocho de Sud¨¢n el Sur. Algunos, como Hazrat Ali, hijo mayor de una familia rural paup¨¦rrima de Banglad¨¦s, se lanzaron al mar en busca de una vida mejor tras descubrir que Libia no se la dar¨ªa. Otros hu¨ªan de guerras, torturas y esclavitud. Bitcha Honoree, un camerun¨¦s de 39 a?os, lleva m¨¢s de cuatro a?os en ruta. Nunca quiso ir a Libia, pero las mafias acabaron llev¨¢ndolo hasta all¨ª, donde fue vendido y secuestrado para extorsionar a su familia. ¡°Mi hermano tuvo que vender su casa para pagar mi rescate¡±, relata ya en cubierta. Est¨¢ lleno de marcas, lo marcaron a palos.

Poco despu¨¦s del rescate, el ministro del Interior italiano y l¨ªder de la Liga Norte, Matteo Salvini, critic¨® la operaci¨®n en las redes sociales y recalc¨® que los puertos de Italia permanecer¨¢n cerrados a la Open Arms. ¡°El buque Open Arms, de una ONG espa?ola y con bandera espa?ola, se lanz¨® hace poco hacia una barcaza y, antes de la intervenci¨®n de una patrulla libia en la zona, se apresur¨® a subir a unos 50 inmigrantes a bordo", declar¨®. "Este barco se encuentra en las aguas de Libia, el puerto m¨¢s cercano es Malta y la asociaci¨®n y la bandera son Espa?a: que se olviden de llegar a un puerto italiano", a?adi¨®.

Este es el primer rescate del Open Arms en esta misi¨®n, la numero 46 del buque, que comenz¨® el d¨ªa 19 de junio. Este es el ¨²nico nav¨ªo de una organizaci¨®n humanitaria que estos d¨ªas patrulla la zona. La tripulaci¨®n lleva d¨ªas denunciando que las autoridades italianas y maltesas est¨¢n obstaculizando su labor para facilitar que sean los guardacostas libios los que se responsabilicen por los rescates. Este viernes, una embarcaci¨®n con cerca de 130 personas naufrag¨® y los equipos de rescate libios fueron a rescatarlos: apenas salvaron a 16. Recogieron los cad¨¢veres de tres beb¨¦s y dieron por desaparecidas 100 personas.

Ante las dificultades impuestas por parte de Italia y Malta cerrando sus puertas al buque para repostar y reemplazar la tripulaci¨®n, el Open Arms, ya hab¨ªa decidido este viernes dirigirse a Barcelona. Tras el rescate comenzaron las gestiones para agotar los protocolos necesarios y obtener el permiso. Con combustible y provisiones escasos, el buque a¨²n tiene por delante cuatro d¨ªas de traves¨ªa.