Turqu¨ªa ordena detener a 235 miembros de una secta creacionista acusada de abusos sexuales
El pol¨¦mico telepredicador Adnan Oktar, que daba sermones sobre el islam acompa?ado de sus "gatitas", ha sido apresado por la pol¨ªc¨ªa
La suerte del pol¨¦mico telepredicador turco Adnan Oktar parece estar echada, esta vez de forma definitiva. A primera hora de la ma?ana de este mi¨¦rcoles, el?autoproclamado te¨®logo fue detenido por la polic¨ªa.?Oktar, famoso por sus tertulias televisivas, denunciaba las ideas de Charles Darwin como uno de los or¨ªgenes de los males de la humanidad y sermoneaba sobre su particular visi¨®n del islam acompa?ado por sus ¡°gatitas¡±, mujeres de prominentes labios y pechos artificiales y siempre vestidas con camisetas y pantalones ajustados. En total, se han emitido ¨®rdenes de arresto contra 235 miembros de la secta.
La operaci¨®n, que se ha iniciado con detenciones simult¨¢neas en cinco provincias del pa¨ªs ¡ªincluido un asalto a la villa de Oktar a orillas del B¨®sforo con el apoyo de helic¨®pteros¡ª, la ha dirigido la secci¨®n de Delitos Financieros de la polic¨ªa. En un comunicado, la polic¨ªa acusa a los miembros de la secta de una largu¨ªsima lista de cr¨ªmenes, entre ellos ¡°establecer una organizaci¨®n delictiva, abuso de menores, abusos sexuales, secuestro, chantaje y lavado de dinero¡±. Seg¨²n el diario H¨¹rriyet, los agentes se habr¨ªan incautado de un arsenal de armas en la mansi¨®n del telepredicador.
En unas declaraciones telef¨®nicas al diario Cumhuriyet, instantes antes de que se lo llevaran preso, Oktar dijo sentirse ¡°sorprendido¡± por la operaci¨®n y acus¨® de orquestarla al ¡°espionaje brit¨¢nico¡±, diana habitual de sus diatribas y teor¨ªas de la conspiraci¨®n. ¡°No creo que el se?or Tayyip [Erdogan, presidente del pa¨ªs] ni el ministro del Interior" est¨¦n al tanto de ella, a?adi¨®.
Oktar, que predica tambi¨¦n bajo el seud¨®nimo de Harun Yahya, salt¨® a la palestra internacional cuando en 2007 envi¨® a universidades de Europa y Estados Unidos unos inmensos tomos lujosamente encuadernados bajo el t¨ªtulo de Atlas de la Creaci¨®n, con los que pretend¨ªa demostrar que las especies, tal como las conocemos, fueron creadas por Dios y que no existe la evoluci¨®n. Un razonamiento carente de argumentos cient¨ªficos (Oktar estudi¨® dise?o de interiores) y que los expertos tacharon de ¡°delirante¡±. No en vano, Oktar lleg¨® a pasar varios meses internado en un psiqui¨¢trico.
En Turqu¨ªa se le conoc¨ªa desde que en las d¨¦cadas de los ochenta y los noventa trat¨® de forjar una comunidad de fieles a su alrededor, en su mayor¨ªa procedentes de familias pudientes. En 2008, una acusaci¨®n de la Fiscal¨ªa sosten¨ªa que los integrantes eran atra¨ªdos mediante fiestas y org¨ªas que quedaban grabadas para despu¨¦s chantajear al que quisiese abandonar el culto. De hecho, el proceso judicial concluy¨® con una pena de tres a?os de c¨¢rcel para Oktar, qui¨¦n, sin embargo, apel¨® al Tribunal Supremo y logr¨® la absoluci¨®n. Tras ser exonerado, su organizaci¨®n no hizo m¨¢s que crecer: inaugur¨® su propio canal de televisi¨®n, A9 TV, y se hizo conocido por sus lujosos eventos, como los banquetes de ruptura del ayuno durante Ramad¨¢n en el Palacio de Dolmabah?e, a los que acud¨ªan invitados de todo el mundo, incluso diputados del parlamento israel¨ª.
Pero el cr¨¦dito parece hab¨¦rsele terminado, pese a mostrarse un declarado defensor del presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, y de su partido islamista. A inicios de a?o, Oktar entr¨® en una disputa verbal con Ali Erbas, presidente de la Direcci¨®n de Asuntos Religiosos o Diyanet ¡ªuna suerte de superministerio que rige las mezquitas y los imanes de todo el pa¨ªs¡ª y, adem¨¢s, muy cercano al mandatario turco. Erbas acus¨® a Oktar de ¡°haber perdido el juicio¡± por dar sermones religiosos al mismo tiempo que ¡°hace danzar a bailarinas del vientre¡±. El telepredicador le respondi¨® que los empleados de la Diyanet ¡°ganan sus salarios de los impuestos a casinos y f¨¢bricas de bebidas alcoh¨®licas¡±.
Esto parece haber marcado el inicio del fin de Oktar. En febrero, el Consejo de Radiotelevisi¨®n impuso multas a A9 TV por ¡°contravenir las normas sobre igualdad entre sexos¡± y mostrar a las mujeres como objeto, y le orden¨® clausurar su programa estrella. Un mes antes, un tribunal hab¨ªa dictado una orden de alejamiento contra ¨¦l, tras las quejas de un padre cuyas dos hijas, una de ellas menor de edad, hab¨ªan sido captadas por la secta. Y en marzo, Ceylan ?zg¨¹l, una de las c¨¦lebres ¡°gatitas¡± de los programas de Oktar, abandon¨® la mansi¨®n en la que vive el n¨²cleo de la organizaci¨®n y acus¨® p¨²blicamente a Oktar de haberla retenido contra su voluntad ¡°durante 20 a?os¡±, impidi¨¦ndole moverse libremente e incluso decidiendo c¨®mo deb¨ªa vestir y peinarse.
La de Oktar no es la ¨²nica organizaci¨®n isl¨¢mica que recientemente ha visto c¨®mo Erdogan le cortaba las alas. En uno de sus ¨²ltimos decretos ley, el Ejecutivo prohibi¨® la Fundaci¨®n Furkan, una corriente islamista ultraconservadora que, en ciertas cuestiones, hab¨ªa criticado al Gobierno. Las organizaciones y cofrad¨ªas religiosas (tarikat) han tenido una gran influencia en la historia pol¨ªtica de Turqu¨ªa, siendo cortejadas por los partidos pol¨ªticos para obtener el favor de sus fieles en forma de votos. Una de ellas, la dirigida por el predicador Fethullah G¨¹len, lleg¨® a controlar amplios sectores de la Administraci¨®n, la Polic¨ªa y las Fuerzas Armadas. Tras la ruptura entre los g¨¹lenistas y Erdogan a inicios de esta d¨¦cada y la subsiguiente purga, sostiene el experto Rusen ?akir, ¡°las tarikat?han perdido toda su fuerza. Ya no tienen capacidad de negociaci¨®n con los partidos pol¨ªticos. S¨®lo tienen una opci¨®n: o apoyan a Erdogan, o mueren¡±.
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