Peregrinar al ¡®santuario¡¯ de L¨®pez Obrador
Decenas de personas se agolpan cada d¨ªa con peticiones a las puertas de la oficina del futuro presidente de M¨¦xico a la que este viernes llegan tres secretarios de Estados Unidos
Son las siete de la ma?ana y un grupo de personas esperan a Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador. Todav¨ªa es de noche y a¨²n no ha llegado el futuro presidente de M¨¦xico pero una decena de personas aguardan a las puertas de su oficina, en una desapacible ma?ana. Desde que hace 12 d¨ªas gan¨® las elecciones con una votaci¨®n hist¨®rica de 30 millones de votos, la escena se repite cada d¨ªa en la calle Chihuahua, de la colonia Roma de Ciudad de M¨¦xico.
Mario Sol¨ªs, de 65 a?os, empleado en artes gr¨¢ficas, dice que solo vino ¡°para felicitarlo en persona¡±, pero trae su curr¨ªculum bajo el brazo. Daniel Garc¨ªa, de 48, acompa?ado de su esposa embarazada de cinco meses, asegura que fue despedido injustamente de su trabajo en el Seguro Social y le gustar¨ªa que actuara para que se reconozcan sus derechos. Detr¨¢s, una joven enferma de leucemia, aguarda frente al enrejado porque no puede pagar los 900 euros mensuales que cuesta el tratamiento. ¡°Ya se me terminaron los ahorros y necesito que Obrador me ayude a que los pague el hospital¡±, dice con los ojos vidriosos Erika Gonz¨¢lez, de 25 a?os.
Con la esperanza de acercarse a ¨¦l, cada ma?ana acuden enfermos, desempleados, madres de presidiarios o Fernando, un polic¨ªa en silla de ruedas. ¡°Vengo a felicitarle. Lo apoyo desde a?os y quiero agradecerle todo lo que ha hecho por m¨ª¡±, dice sonriendo. Fernando Gonz¨¢lez, de 50 a?os, recibi¨® siete balazos durante un enfrentamiento con secuestradores y qued¨® parapl¨¦jico. ¡°Marcelo Ebrard (que fue alcalde de la capital y ser¨¢ canciller) se port¨® muy bien conmigo, me ayud¨® con el tratamiento. Hasta me consigui¨® una vivienda con planta baja para que pudiera acceder con la silla de ruedas¡±, recuerda.
Al nuevo Lourdes?de la colonia Roma llega gente de todo el pa¨ªs, a pedir o agradecer, con una carpeta bajo el brazo. De forma civilizada, como s¨®lo puede pasar a las 7 de la ma?ana, todas las carpetas terminan en las manos de Brenda, que las recibe y clasifica con la paciencia del archivero. ¡°Se separan por temas: felicitaciones, reclamos, demandas incumplibles¡ o enfermedades, que tienen preferencia¡±.
El futuro presidente de M¨¦xico ha insistido en que no quiere seguridad oficial y en la acera de enfrente dos desganados polic¨ªas municipales siguen la escena mientras juegan con el celular, se distraen con los vecinos o apuran un caf¨¦. En la zona conviven bares de moda y edificios da?ados del sismo de septiembre. Predios desahuciados y restaurantes con cocina de autor repletos de gente. A media tarde, en una tienda de discos de vinilo suena Waiting on an Angel, de Ben Harper, que parece escrita para el lugar.
Hasta la casona de transici¨®n sin Estado Mayor ni calles cortadas llegar¨¢n este viernes tres secretarios de Estados Unidos, entre ellos Mike Pompeo, secretario de Estado. En pocos d¨ªas, el hombre fuerte de Donald Trump habr¨¢ pasado de un fr¨ªo palacio en Pyongyang, donde se entrevista con Kim Jong-un, a la colonia Roma.
Las an¨¦cdotas que no suceden en Corea del Norte, aqu¨ª se reproducen en pocas calles. A pocos pasos de donde despacha Obrador, el escritor Jack Kerouak se emborrachaba hasta la inconsciencia y William Burroughs mat¨® a su mujer de un disparo en la cabeza imitando a Guillermo Tell en 1951. Eso solo a la vuelta. Un poco m¨¢s all¨¢, Bu?uel rod¨® Los olvidados.
La de Pompeo es la primera visita internacional que recibe L¨®pez Obrador, quien el 1 de diciembre tomar¨¢ posesi¨®n del cargo. Los tres secretarios tambi¨¦n llegan con una carpeta bajo el brazo. Quieren conocer al nuevo presidente de izquierdas que gobernar¨¢ en el pa¨ªs vecino y hablar del Tratado de Libre Comercio, migraci¨®n y carteles de la droga. Quienes despachan estos d¨ªas en la casona de la Roma aseguran que seguir¨¢n el mismo procedimiento que en la puerta, y separar¨¢n las carpetas entre felicitaciones, reclamos y demandas incumplibles.
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