Las FARC, en el banquillo

"Estoy aqu¨ª a su disposici¨®n, con una profunda emoci¨®n por ver c¨®mo cristaliza ese sue?o que tejimos en La Habana". Las palabras que este viernes pronunci¨® Rodrigo Londo?o, Timochenko, encierran un mensaje ret¨®rico, pero al mismo tiempo suponen un hito en la historia reciente de Colombia por el contexto de la declaraci¨®n. El ex comandante en jefe de las FARC y algunos altos mandos de la antigua guerrilla, hoy desmovilizada, se sentaron por primera vez en el banquillo de la Jurisdicci¨®n Especial para la Paz (JEP), el tribunal encargado de juzgar los cr¨ªmenes del conflicto armado con el Estado, que comenz¨® en 1964 y caus¨® 220.000 muertos y seis millones de desplazados.

La vista, una sesi¨®n de alrededor de tres horas, solo era el comienzo del expediente 001 en esa sala de justicia transicional, creada por los acuerdos alcanzados en La Habana tras m¨¢s de cuatro a?os de negociaciones. Se trataba de una comparecencia de car¨¢cter sobre todo procedimental a la que estaban citados 31 exjefes de la organizaci¨®n insurgente m¨¢s antigua de Am¨¦rica por el secuestro sistem¨¢tico y las "retenciones ilegales" cometidas de 1993 a 2012, entre las que figuran los casos de 40 personas que siguen desaparecidas. Sin embargo, esta primera jornada del juicio representa un paso crucial para el proceso de paz y se da en un momento pol¨ªticamente muy delicado por las objeciones del presidente electo, Iv¨¢n Duque, al sistema de reparaci¨®n a las v¨ªctimas.

Adem¨¢s de Timochenko, los ¨²nicos exguerrilleros en acudir a la sede de la JEP, en la Carrera S¨¦ptima de Bogot¨¢, fueron Carlos Antonio Lozada y Pablo Catatumbo, que desde las legislativas de marzo ocupan dos de los 10 esca?os en el Congreso garantizados por el texto suscrito en noviembre de 2016. Otro excombatiente, Jes¨²s Santrich, entr¨® por videoconferencia desde la c¨¢rcel de La Picota, donde se encuentra a la espera de ser extraditado a Estados Unidos por un delito de narcotr¨¢fico cometido tras la firma de la paz. Los dem¨¢s fueron representados por sus abogados, entre ellos Iv¨¢n M¨¢rquez, de facto el principal dirigente del partido nacido de la guerrilla, de la que conserva las siglas, la Fuerza Alternativa Revolucionaria del Com¨²n.

Londo?o, de 59 a?os, renunci¨® a la carrera presidencial por el casi nulo apoyo social de esa formaci¨®n, a la que la sociedad colombiana no perdona el terror, la violencia y los cr¨ªmenes cometidos. Desde la d¨¦cada de los sesenta, las FARC perpetraron m¨¢s de 8.000 secuestros, seg¨²n la fiscal¨ªa, que les valieron m¨¢s de 2.000 millones de d¨®lares en extorsiones. Con todo, Timochenko termin¨® su primer d¨ªa ante la justicia con un discurso sobre el perd¨®n. "Nos hallamos abocados a realidades dantescas, de las que seguramente brotaron da?os, dolor, angustia y p¨¦rdidas irreparables a muchas familias colombianas y extranjeras", dijo al salir de la sala. "Pedimos perd¨®n a todas ellas, haremos hasta lo imposible porque puedan conocer la verdad de lo ocurrido. Asumiremos las responsabilidades que nos correspondan, contribuiremos hasta donde sea posible con su reparaci¨®n y haremos todo cuanto est¨¦ a nuestro alcance porque hechos de esa naturaleza jam¨¢s vuelvan a repetirse", agreg¨®.

La magistrada que preside el juicio, Julieta Lemaitre, destac¨® la importancia del esclarecimiento de los hechos, la premisa necesaria para allanar el camino a la reconciliaci¨®n en un pa¨ªs que sigue dividido despu¨¦s de m¨¢s de medio siglo de guerra. Calific¨® de "hist¨®rico" este momento y a?adi¨®: "Esta es la primera fase de un proceso que esperamos que culmine con el reconocimiento de la verdad para ayudarle a las familias a que sepan qu¨¦ pas¨® con sus familiares". La procuradora delegada ante la JEP, M¨®nica Cifuentes, tambi¨¦n incidi¨® en los afectados por la violencia. "La audiencia que nos convoca tiene un significado de especial importancia, no solo para la justicia, sino tambi¨¦n para las v¨ªctimas del conflicto, porque por fin el d¨ªa que tanto esper¨¢bamos, el inicio de una fase de reconocimiento de la verdad, ha llegado", se?al¨®.

En una reciente entrevista con EL PA?S, la presidenta de la jurisdicci¨®n para la paz, Patricia Linares, que est¨¢ de viaje por Europa, asegur¨® que el objetivo de este tribunal, con una "vocaci¨®n hacia la reconciliaci¨®n", es que las personas juzgadas no solo den su versi¨®n o confiesen sus delitos. El acusado, afirm¨®, "va a aportar a la verdad plena, va a aportar a la reparaci¨®n integral de las v¨ªctimas, pero va a estar observado, y su versi¨®n va a ser cotejada y confrontada con toda esa informaci¨®n que previamente el juez haya obtenido, analizado y sistematizado¡±.?