El Papa cambia el Catecismo para declarar ¡°inadmisible¡± la pena de muerte

El papa Francisco ha modificado el Catecismo cat¨®lico para declarar "inadmisible" la pena de muerte y para se?alar el compromiso de la Iglesia con la supresi¨®n de esta condena en todo el mundo. La Santa Sede inform¨® este jueves en un comunicado de que bajo orden del Pont¨ªfice se ha reformado el art¨ªculo de este documento, en el que se recogen las bases del catolicismo, que hac¨ªa referencia a esta cuesti¨®n. En la versi¨®n antigua, no se exclu¨ªa el uso de la pena capital, aunque solo bajo ciertas premisas y si fuera "el ¨²nico camino posible". Con este cambio la Iglesia erradica de su doctrina la legitimaci¨®n de la pena de muerte.

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En el nuevo texto se refleja que "la Iglesia ense?a, a la luz del Evangelio, que la pena de muerte es inadmisible, porque atenta contra la inviolabilidad y la dignidad de la persona, y se compromete con determinaci¨®n a su abolici¨®n en todo el mundo".

El prefecto de la Congregaci¨®n para la Doctrina de la Fe, Luis Ladaria Ferrer, present¨® las modificaciones con una carta dirigida a todos los obispos del mundo. En ella explica que Francisco hab¨ªa autorizado el cambio del art¨ªculo 2.267 del documento cat¨®lico porque "hoy est¨¢ cada vez m¨¢s viva la conciencia de que la dignidad de la persona no se pierde ni siquiera luego de haber cometido cr¨ªmenes muy graves". En contraposici¨®n, la situaci¨®n pol¨ªtica y social del pasado, que "hac¨ªa de la pena de la muerte un instrumento aceptable para la tutela del bien com¨²n". De hecho, expone que uno de los elementos actuales que influy¨® para adoptar el nuevo posicionamiento ha sido la expansi¨®n de "una nueva comprensi¨®n acerca del sentido de las sanciones penales por parte del Estado".

Para redimensionar su postura, el Vaticano tambi¨¦n se ha hecho eco de la implementaci¨®n de sistemas de detenci¨®n "m¨¢s eficaces, que garantizan la necesaria defensa de los ciudadanos, pero que, al mismo tiempo, no le quitan al reo la posibilidad de redimirse definitivamente". En su carta, el cardenal espa?ol destaca que esta metamorfosis se asienta principalmente en "la conciencia cada vez m¨¢s clara en la Iglesia del respeto que se debe a toda vida humana".

La versi¨®n anterior, que se anular¨¢ cuando la nueva ¨Cdatada el 1 de agosto de 2018¨C entre en vigor con la publicaci¨®n en el diario oficial, L'Osservatore Romano, y en el Acta Apostolicae Sedis, que recoge los textos de la Santa Sede, no exclu¨ªa el uso de la pena capital. La contemplaba ¨²nicamente "si esta fuera el ¨²nico camino posible para defender eficazmente del agresor injusto las vidas humanas". Tambi¨¦n a?ad¨ªa que en aquel momento, los casos en los que fuera "absolutamente necesario suprimir al reo" suced¨ªan "rara vez (...) si es que ya en realidad se dan algunos".

El Catecismo, que tiene car¨¢cter de instrumento de derecho p¨²blico eclesi¨¢stico, termin¨® de elaborarse en 1992. Se redact¨® siguiendo las referencias del Concilio Vaticano II, que se hab¨ªa celebrado treinta a?os antes y que marc¨® una nueva ¨¦poca al introducir importantes cambios que dieron origen a la Iglesia actual. Una vez que el Catecismo estuvo hilvanado, durante los cinco a?os posteriores se recogieron propuestas de modificaci¨®n procedentes de la Iglesia universal y en 1997 se public¨® la versi¨®n oficial y definitiva en lat¨ªn con el cardenal Joseph Ratzinger -despu¨¦s Papa Benedicto XVI- al frente del proyecto como prefecto en aquel momento de la Congregaci¨®n para la Doctrina de la Fe.

Seg¨²n los ¨²ltimos datos de Amnist¨ªa Internacional, en 2017 al menos 23 pa¨ªses de todo el mundo llevaron a cabo ejecuciones de reos y m¨¢s de 2.500 personas fueron condenadas a muerte ese a?o en 53 pa¨ªses.

El estado Vaticano aboli¨® la pena de muerte en 1969, por orden de Pablo VI. Se hab¨ªa establecido cuarenta a?os antes exclusivamente para condenar el delito de asesinato ¨C en todos sus grados ¨C al Papa y nunca lleg¨® a aplicarse.