Marie Humbert, la madre que reabri¨® el debate sobre la eutanasia en Francia

Marie Humbert muri¨® el pasado fin de semana sin haber podido cumplir la promesa que le hizo 15 a?os antes a su hijo Vincent: lograr que evolucione la ley francesa sobre la eutanasia para que personas como ¨¦l puedan morir dignamente.

Vincent Humbert ten¨ªa 19 a?os cuando, al regresar de su trabajo como bombero voluntario en el departamento normando del Eure, sufre el 24 de septiembre de 2000 un grave accidente de tr¨¢fico en que lo deja tetrapl¨¦jico, mudo y casi ciego, pero con sus capacidades intelectuales intactas. Su madre lo abandona todo para dedicarse en cuerpo y alma a su recuperaci¨®n, que los m¨¦dicos le dicen que jam¨¢s ser¨¢ completa. Aun as¨ª, Marie Humbert consigue comunicarse con ¨¦l recitando lentamente el alfabeto hasta que su hijo le presiona con el pulgar ¡ªque s¨ª puede mover¡ª la palma de la mano cuando llega la letra que necesita. Nueve meses despu¨¦s del accidente que cambi¨® la vida de esta familia, Vincent le comunica un deseo mediante este m¨¦todo: ¡°Quiero morir¡±. Pero descarta la posibilidad de ir a Suiza, donde la eutanasia es legal. Vincent naci¨® en Francia y en este pa¨ªs quiere morir, recordaba el diario Lib¨¦ration al informar del fallecimiento de Marie Humbert, tambi¨¦n en una cl¨ªnica del Eure donde llevaba ingresada un a?o.

En diciembre de 2002, Vincent le dicta a su madre una carta abierta dirigida al presidente de la Rep¨²blica, Jacques Chirac, con un mensaje directo: ¡°Le pido el derecho a morir¡±. El mandatario conservador le contesta personalmente: ¡°No puedo darle lo que espera¡±, le dice. La ley lo proh¨ªbe. Marie Humbert deja en ese momento el anonimato para convertirse en una defensora p¨²blica de la eutanasia y portavoz de las familias en la misma situaci¨®n que ella. Mientras, su hijo dicta a un periodista, Fr¨¦d¨¦ric Veille, el libro Je vous demande le droit de mourir (Le pido el derecho a morir), que vender¨¢ m¨¢s de 300.000 ejemplares. Un ¨¦xito literario que no ver¨¢. El 24 de septiembre de 2003, en el tercer aniversario de su accidente, Marie intenta cumplir el deseo de su hijo inyect¨¢ndole una dosis de barbit¨²ricos. Vincent cae en un coma profundo, pero no muere. Su madre es detenida por ¡°tentativa de asesinato¡±. Dos d¨ªas m¨¢s tarde, el m¨¦dico Fr¨¦d¨¦ric Chaussoy le desconecta del aparato respiratorio que lo manten¨ªa con vida y Vincent fallece. Chaussoy tambi¨¦n es detenido. Ambos, madre y m¨¦dico, ser¨¢n absueltos en 2006.

A ra¨ªz del profundo debate que caus¨® el caso de Marie y Vincent Humbert, Francia promulg¨® en 2005 la ley Leonetti que instaura el derecho a ¡°dejar morir¡±. Gracias a esta ley, los m¨¦dicos pueden tomar la decisi¨®n colegiada de ¡°limitar o terminar un tratamiento in¨²til, desproporcionado o que no tenga m¨¢s objeto que la mera prolongaci¨®n artificial de la vida¡±. En 2016 se ampli¨® para permitir una ¡°sedaci¨®n profunda y continuada¡± hasta la muerte de aquellos pacientes en fase terminal con sufrimientos insoportables. Sin embargo, sigue sin estar permitida la eutanasia activa, como deseaban Vincent y Marie Humbert. ¡°Hace 15 d¨ªas, me manifest¨® su decepci¨®n por no haber podido mantener esa promesa¡±, confes¨® Fr¨¦d¨¦ric Veille a Le Parisien tras la muerte de Marie Humbert.