Rusia vuelve sin tanques a Europa central

Checoslovaquia, el pa¨ªs que invadieron los tanques del Pacto Varsovia hace ahora 50 a?os para acabar con la Primavera de Praga, ni siquiera existe. De hecho, tampoco existen ni el Pacto de Varsovia ni la Uni¨®n Sovi¨¦tica, el Estado que dirigi¨® la intervenci¨®n militar. Sin embargo, la influencia de Mosc¨² en Europa es todav¨ªa uno de los grandes problemas de un continente que recuerda estos d¨ªas el aplastamiento del experimento democr¨¢tico m¨¢s importante que tuvo lugar en el antiguo bloque comunista.

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Los tanques en Praga y la izquierda occidental. Por Monika Zgustova

La Rep¨²blica Checa y Eslovaquia, los dos pa¨ªses en los que se dividi¨® Checoslovaquia?en 1993 tras la ca¨ªda del comunismo durante la llamada Revoluci¨®n de Terciopelo, en 1989, son ahora miembros de la UE y de la OTAN. Han conmemorado el 50? aniversario de la invasi¨®n con un tema principal en la agenda: hasta d¨®nde llega la influencia rusa. El presidente checo Milos Zeman, un antiguo socialdem¨®crata reconvertido al populismo, es uno de los pol¨ªticos occidentales m¨¢s partidarios del Kremlin, tanto que ha llegado a justificar la anexi¨®n rusa de Crimea. Como escribi¨® en The Observer John A. Tures, profesor de Ciencia Pol¨ªtica de LaGrange College (EE UU), con motivo de la elecci¨®n de Zeman: "Al final de la d¨¦cada de 2000, la Rep¨²blica Checa sufr¨ªa las mismas tres erres que el resto de los pa¨ªses europeos: recesi¨®n, refugiados y Rusia".

Durante la Guerra Fr¨ªa, Mosc¨² ya hab¨ªa demostrado en 1953 en la Rep¨²blica Democr¨¢tica Alemana (RDA) y, sobre todo, en 1956 en Hungr¨ªa, que no iba a tolerar ninguna apertura en los pa¨ªses que se encontraban entonces en su ¨¢rea de influencia. Sin embargo, desde su elecci¨®n en enero de 1968 como secretario general del Partido Comunista de Checoslovaquia, Alexander Dubcek puso en marcha una serie de reformas democr¨¢ticas, lo que llam¨® "el socialismo con rostro humano". Sin cuestionar la pertenencia al Pacto de Varsovia ¡ªla organizaci¨®n militar de los pa¨ªses socialistas, opuesta a la OTAN¡ª y sin defender una econom¨ªa capitalista, Dubcek introdujo una mayor libertad de expresi¨®n y aument¨® la participaci¨®n de los ciudadanos en la vida pol¨ªtica. Sobre todo, cambi¨® el clima social del pa¨ªs.

Los checos asist¨ªan at¨®nitos a la apertura liberal y se preguntaban hasta d¨®nde iba a permitir el l¨ªder sovi¨¦tico Le¨®nidas Breznev que se desmandasen. A las 23.00 horas del 20 de agosto de 1968 encontraron su respuesta cuando comenzaron a cruzar la frontera los 2.000 carros de combate y 250.000 soldados que participaron en la invasi¨®n. Aunque la mayor¨ªa de los efectivos eran sovi¨¦ticos, tambi¨¦n se sumaron otros cuatro pa¨ªses del Pacto de Varsovia: Hungr¨ªa, Polonia y Bulgaria, m¨¢s algunas fuerzas especiales de la RDA.

En cuesti¨®n de d¨ªas, el Pacto hab¨ªa desplegado 600.000 soldados y en los siguientes meses las aguas volvieron al cauce socialista con una oleada de represi¨®n que el r¨¦gimen llam¨® "proceso de normalizaci¨®n". Trescientos mil checos huyeron a Occidente y un n¨²mero imposible de calcular fueron detenidos o retirados de la vida p¨²blica. Sin embargo, la resistencia se prolong¨®: el 16 de enero de 1969, el estudiante Jan Palach se quem¨® a la bonzo en Praga para protestar contra la ocupaci¨®n. Oficialmente, 150 personas murieron durante la intervenci¨®n, un n¨²mero muy inferior a las miles de v¨ªctimas que provoc¨® la invasi¨®n sovi¨¦tica de Hungr¨ªa en 1956.

"En la Operaci¨®n Danubio, Rusia inst¨® a que fuese el Pacto de Varsovia quien realizase la invasi¨®n, aunque Mosc¨² claramente la dirigi¨®", se?ala el profesor John A. Tures por correo electr¨®nico. "Lo hizo de esta forma para demostrar que muchos otros pa¨ªses le apoyaban en esta pol¨ªtica. Un colega b¨²lgaro me cont¨® hace unos a?os que los soldados de su pa¨ªs ni siquiera sab¨ªan qu¨¦ estaba pasando y s¨®lo cuando llegaron descubrieron que estaban participando en una invasi¨®n. Hoy, la aproximaci¨®n rusa es muy diferente. En vez de tanques, Vlad¨ªmir Putin financia a los partidos populistas con un discurso antioccidental".

Tanto en los pa¨ªses entonces invadidos como en los pa¨ªses invasores, la influencia rusa es hoy un tema central, con la sensaci¨®n de que Mosc¨² nunca ha renunciado totalmente a su ¨¢rea de influencia durante la Guerra Fr¨ªa. "El presidente checo Milos Zeman es probablemente el m¨¢s importante aliado de Rusia en toda Europa central", explica Veronika Vichov¨¢, analista y coordinadora del programa Kremlin Watch en el centro de estudios liberal checo European Values. "La aproximaci¨®n a Mosc¨² de los pa¨ªses que formaron parte del Pacto de Varsovia es muy diferente. La Rep¨²blica Checa dio algunos pasos para frenar la influencia rusa, pero la situaci¨®n est¨¢ lejos de ser ideal. Eslovaquia y Hungr¨ªa son vulnerables por diferentes motivos. En el caso del primer ministro h¨²ngaro Viktor Orb¨¢n, apoya la influencia rusa, mientras que Eslovaquia padece graves problemas de desinformaci¨®n y corrupci¨®n. Polonia es consciente de la amenaza y ha desplegado pol¨ªticas contra la influencia hostil". Los tanques son un recuerdo remoto de un problema nunca cerrado.