El partido de Evo Morales impone primarias obligatorias a todos los partidos bolivianos

Las elecciones primarias ser¨¢n obligatorias para todos los partidos pol¨ªticos bolivianos. La mayor¨ªa parlamentaria, del gubernamental Movimiento al Socialismo (MAS) encabezado por Evo Morales, ha aprobado una ley que exige ¡ªpor primera vez en la historia del pa¨ªs sudamericano¡ª que los futuros candidatos presidenciales sean elegidos en elecciones primarias por los militantes de su formaci¨®n.

La decisi¨®n ha sido criticada por algunos sectores del pa¨ªs como un intento de ungir con votos la candidatura de Morales para la que ser¨ªa su cuarta reelecci¨®n ¡ªque la oposici¨®n considera inconstitucional¡ª y para obstaculizar el paso del exmandatario Carlos Mesa, hoy opositor sin partido que figura en las encuestas como el pol¨ªtico con mejores mimbres para arrebatar el poder al presidente en los comicios de octubre del a?o que viene, a pesar de no haber expresado su voluntad por volver a aspirar a la presidencia.?En una ¨²ltima encuesta, su intenci¨®n de voto solo estaba dos puntos porcentuales por debajo de la cosechada por Morales.

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Las primarias obligatorias formaban parte de un proyecto de ley de partidos que el Parlamento estaba considerando desde hace semanas, pero para concretarlas dentro de cinco a?os. Repentinamente, sin embargo, el oficialismo determin¨® que se realizar¨ªan antes de las pr¨®ximas elecciones, lo que significa que en solo dos meses m¨¢s los partidos deber¨¢n haber formado alianzas, en caso de que quieran participar con otros partidos, y haber inscrito a sus precandidatos. Esta premura puede dificultar la unificaci¨®n de la oposici¨®n, que algunos analistas consideran un requisito imprescindible para que Morales sea derrotado en las elecciones de 2019.

Si Mesa diese finalmente el paso y se lanzase a la carrera electoral, tras la aprobaci¨®n de la ley tendr¨ªa que encontrar un partido dispuesto a elegirlo en las primarias de enero del a?o que viene. Aunque esto no es imposible, s¨ª resultar¨ªa m¨¢s dif¨ªcil de arreglar que un acuerdo pol¨ªtico tradicional y por tanto constituye un elemento de disuasi¨®n para el expresidente, ya de por s¨ª reacio a comprometer su participaci¨®n.

Periodista e historiador de 65 a?os, Mesa lleg¨® al poder como vicepresidente de Gonzalo S¨¢nchez de Lozada en 2002. Le sucedi¨® un a?o despu¨¦s tras su derrocamiento, y gobern¨® muy presionado por los movimientos sociales del MAS. Evit¨® reprimirlos hasta 2005, cuando un levantamiento popular por la nacionalizaci¨®n de la industria del gas lo oblig¨® a renunciar a la presidencia. Desde entonces se ha mantenido en activo en cuestiones de escaso peso pol¨ªtico, como representar a Bolivia en el debate con Chile en torno al centenario diferendo mar¨ªtimo entre ambos pa¨ªses. Recientemente ha sido llevado a los tribunales por el MAS por la ¨²nica nacionalizaci¨®n que decret¨®, pero el proceso a¨²n no ha sido aprobado por la Asamblea Legislativa.

La oposici¨®n teme que las primarias se usen como un mecanismo para facilitar la inscripci¨®n de Morales en las elecciones, la cual es fuertemente objetada por los antagonistas del presidente. La Constituci¨®n proh¨ªbe que este se postule de nuevo con una cl¨¢usula que fue ratificada por el referendo del 21 de febrero de 2016 (conocido como "21F"). Sin embargo, a finales del a?o pasado el Tribunal Constitucional suprimi¨® esta cl¨¢usula mediante un fallo que desde entonces ha sido rechazado por un activo y extenso movimiento ciudadano, en el cual participa toda la oposici¨®n. Este movimiento tiene el objetivo de impedir la participaci¨®n de Morales en las elecciones.

Tanto Rub¨¦n Costas ¡ªgobernador de Santa Cruz, la regi¨®n m¨¢s rica y contraria al hoy presidente¡ª, como el rival del presidente en las ¨²ltimas elecciones, Samuel Doria Medina, han cargado contra una primarias que, dicen, buscan impulsar una candidatura que ellos consideran ilegal. Solo aceptar¨ªan esta soluci¨®n si llevase aparejada la no participaci¨®n de Evo Morales en el proceso. Todav¨ªa es pronto para saber qu¨¦ har¨¢n estos l¨ªderes en caso de que el presidente finalmente decida presentarse: si continuar en la pugna electoral o, a imagen de lo hecho por la oposici¨®n venezolana, optar por no participar.