La in¨¦dita consulta anticorrupci¨®n se somete a las urnas en Colombia

La lucha para endurecer las sanciones contra los corruptos se someter¨¢ este domingo 26 de agosto a una in¨¦dita prueba en las urnas para medir si es verdaderamente una causa nacional en Colombia. El asunto ya fue una de las principales preocupaciones de los votantes durante la campa?a presidencial que concluy¨® en junio pasado con la victoria de Iv¨¢n Duque, por encima incluso de la seguridad. Sin embargo, la llamada consulta anticorrupci¨®n debe superar el umbral de los 12 millones de votos en un pa¨ªs ya de por s¨ª fatigado por el intenso ciclo electoral y que se distingue por sus altos niveles de abstenci¨®n.

Esta consulta popular nacional, un mecanismo de participaci¨®n ciudadana que se estrena en el pa¨ªs, incluye siete mandatos anticorrupci¨®n. Entre ellos, eliminar el beneficio de casa por c¨¢rcel (prisi¨®n domiciliaria) para los corruptos, que la contrataci¨®n estatal sea m¨¢s transparente y una reducci¨®n en el salario de los congresistas ¡ªque actualmente reciben 31,3 millones de pesos mensuales (algo m¨¢s de 10.000 d¨®lares)¡ª a 19,5 millones (unos 7.000 d¨®lares). Tambi¨¦n propone normas para que la ciudadan¨ªa participe de los presupuestos p¨²blicos, obligar a los legisladores a rendir cuentas sobre su gesti¨®n e imponer como requisito que los pol¨ªticos elegidos hagan p¨²blico su patrimonio. El ¨²ltimo punto sobre el que se consulta a la ciudadan¨ªa contempla limitar el mandato de los congresistas a m¨¢ximo tres periodos de cuatro a?os.

¡°?Cansado de que lo roben?¡±. Con esta pregunta cerca de 45.000 voluntarios, j¨®venes en su mayor¨ªa, abordan a los transe¨²ntes en la capital, Bogot¨¢, para promover una campa?a nacional sin estructuras partidistas. Eclipsados durante a?os por las noticias sobre el conflicto armado, los casos de corrupci¨®n aparecen cada d¨ªa con mayor frecuencia en los titulares. En el ¨²ltimo a?o y medio la fiscal¨ªa ha procesado a unas 2.200 personas por tramas corruptas en Gobiernos locales. A estos ejemplos se suman otros m¨¢s sonados, como el del fiscal anticorrupci¨®n extraditado a Estados Unidos por soborno, o los pagos de la constructora brasile?a?Odebrecht a congresistas y campa?as presidenciales.

El flagelo de la corrupci¨®n causa p¨¦rdidas al Estado colombiano por valor de al menos nueve billones de pesos anuales (m¨¢s de 3.000 millones de d¨®lares), seg¨²n un reciente estudio de la Universidad Externado de Colombia. ¡°Han transcurrido 20 a?os desde que Transparencia Internacional mide la percepci¨®n de corrupci¨®n y Colombia no ha cambiado significativamente¡±, concluye la investigaci¨®n. El pa¨ªs sudamericano ocupa el puesto 96 entre 180 naciones analizadas.

La eventual eficacia de algunos de los siete mandatos, promocionados bajo el lema ¡°7 veces s¨ª¡±, ha despertado debates, especialmente alrededor de los puntos que contemplan la reducci¨®n de salario y los l¨ªmites al periodo de los congresistas. Pero los expertos destacan el valor simb¨®lico de la consulta. ¡°Es sobre todo el mensaje que se manda, de superar el umbral, de hast¨ªo con la corrupci¨®n¡±, apunta Juan Carlos Rodr¨ªguez, director del Observatorio de democracia de la Universidad de Los Andes. ¡°Nunca se ha hecho nada parecido¡±.

Apoyos y resistencias

A primera vista, la iniciativa de la exsenadora y excandidata a la vicepresidencia Claudia L¨®pez, del progresista Partido Verde, parece contar con un apoyo generalizado. La consulta obtuvo el respaldo de tres millones de firmas v¨¢lidas y fue aprobada por unanimidad en el Senado. El propio Duque, el ciclista Nairo Quintana o la iglesia Cat¨®lica se han manifestado a favor de la propuesta. Varios de sus principales promotores, de distintos partidos pol¨ªticos, incluso se prestaron a presentarse como reguetoneros en un video del columnista y humorista Daniel Samper Ospina lanzado esta semana que lleva m¨¢s de dos millones de reproducciones en YouTube.

¡°La lucha contra la corrupci¨®n no tiene partido pol¨ªtico, no tiene ideolog¨ªa, tiene que ser una tarea de todos los funcionarios¡±, afirm¨® Duque, que se posesion¨® el 7 de agosto, al reiterar su apoyo a la consulta. Sin embargo, el naciente Gobierno ya present¨® su propio paquete de medidas legislativas, que entran a competir con la iniciativa. Y en el camino, se evidenci¨® la divisi¨®n entre Duque y su partido, el Centro Democr¨¢tico, encabezado por su mentor, el expresidente y senador ?lvaro Uribe (2002-2010). A pesar de que votaron a favor de la consulta en el Senado, Uribe ha dicho que prefiere apoyar los proyectos anticorrupci¨®n de su bancada, que pas¨® a cuestionar la convocatoria. La iniciativa tambi¨¦n se ha enfrentado a una andanada de noticias falsas.

El nivel de participaci¨®n puede convertirse en un obst¨¢culo insalvable, pues para ser aprobada no solo necesita que m¨¢s de la mitad del total de votos v¨¢lidos sean afirmativos, tambi¨¦n que acudan a las urnas m¨¢s de 12 millones de personas, la tercera parte del censo electoral. Los organizadores le apuntan a 15 millones, una cifra nada despreciable en un pa¨ªs donde la abstenci¨®n suele superar el 50 %. Tanto en la primera como en la segunda vuelta presidencial, el 17 de junio, la votaci¨®n total super¨® los 19 millones, pero ning¨²n candidato ha logrado de manera individual tantos sufragios.

¡°La ventaja es que no es una consulta con tintes partidistas, aunque algo de eso hay¡±, apunta la analista Elisabeth Ungar, quien durante a?os encabez¨® Transparencia por Colombia, el cap¨ªtulo local de Transparencia Internacional. ¡°Tiene un enorme valor simb¨®lico, de un lado o del otro. Si no pasa, mucha gente va a pensar que luchar contra la corrupci¨®n no es posible¡±, advierte. De aprobarse una o varias de las preguntas, el Congreso deber¨¢ adoptar las medidas necesarias para hacerlas efectivas, con un plazo de un a?o para expedir las leyes correspondientes. Si no lo hace, el presidente deber¨¢ adoptarlas por decreto.