Las primarias de los conservadores para la Comisi¨®n Europea se calientan con un segundo candidato
Alex Stubb, ex primer ministro de Finlandia, planta cara al alem¨¢n Manfred Weber y rompe la candidatura de consenso buscada por delegaciones como el PP espa?ol
Habr¨¢ votaci¨®n y los delegados del Partido Popular Europeo (PPE) se ver¨¢n obligados a elegir. Alex Stubb, ex primer ministro de Finlandia y actual vicepresidente del Banco Europeo de Inversiones, ha anunciado este martes en Estrasburgo su candidatura a liderar la lista del grupo conservador en las elecciones al Parlamento europeo de mayo pr¨®ximo y as¨ª postularse a la presidencia de la Comisi¨®n Europea.
La irrupci¨®n del finland¨¦s, esperada desde hace semanas, rompe la vocaci¨®n de consenso defendida por varias delegaciones, entre ellas la del PP espa?ol, que aspiraban aglutinarse?en torno a la figura del eurodiputado alem¨¢n Manfred Weber, que fue el primero y hasta ahora ¨²nico candidato oficial. El tercero en liza, el franc¨¦s Michel Barnier, negociador europeo del Brexit, descart¨® la semana pasada presentarse por coincidir la campa?a con la recta final de las delicadas negociaciones con Londres.
"Ha llegado el momento de luchar por una Europa fuerte", ha asegurado Stubb durante una rueda de prensa en la que ha estado arropado por su compatriota y vicepresidente de la Comisi¨®n, Jyrki Katainen. El finland¨¦s parte, en teor¨ªa, en inferioridad de condiciones porque procede de un pa¨ªs con muchos menos delegados que Weber en el Congreso del PPE que elegir¨¢ al candidato.
"Los n¨²meros favorecen a Weber", ha reconocido Stubb. "Finlandia tiene 16 delegados y Alemania, 85", ha a?adido. Pero Stubb se muestra dispuesto a dar la batalla porque "el voto de los delegados es individual y no tienen por qu¨¦ votar en bloque". El duelo se librar¨¢ el pr¨®ximo 8 de noviembre en Helsinki. Y el elegido, seg¨²n el finland¨¦s, "tendr¨¢ muchas oportunidades de convertirse en el pr¨®ximo presidente de la Comisi¨®n".
La sucesi¨®n del actual presidente, Jean-Claude Juncker, se anuncia, sin embargo, muy complicada porque el pr¨®ximo Parlamento europeo se espera muy fragmentado y sin mayor¨ªas claras. Los candidatos de los partidos (los socialistas elegir¨¢n al suyo en diciembre) podr¨ªan quedar descartados y abrir el camino a opciones que no hayan concurrido como carteles electorales. Weber ya ha indicado que si no es elegido presidente de la Comisi¨®n no aceptar¨¢ ser simple comisario europeo. Stubb se reserva todas las posibilidades, incluida la de aspirar a otro de los puestos que se repartir¨¢n tras las elecciones europeas, como el de Alto Representante de Pol¨ªtica Exterior.
De momento, ambos se enfrentar¨¢n entre s¨ª para liderar al PPE en la campa?a electoral de mayo de 2019. Las figuras de Weber (1972) y Stubb (1968) simbolizan las dos tendencias que conviven con creciente dificultad dentro del partido conservador europeo y que pugnan, respectivamente, por endurecer el discurso de la derecha tradicional en materias como inmigraci¨®n hasta el punto de coquetear con el ministro del Interior italiano, Matteo Salvini, o por decantarse hacia un liberalismo econ¨®mico y social m¨¢s pr¨®ximo al presidente franc¨¦s, Emmanuel Macron.
La divisi¨®n qued¨® patente el pasado septiembre, cuando el PPE se escindi¨® en dos en la votaci¨®n para expedientar al Gobierno de uno de sus principales miembros, el h¨²ngaro Viktor Orb¨¢n, por su presunta deriva autoritaria. Weber, l¨ªder del grupo popular en el Parlamento, intent¨® hasta el ¨²ltimo momento evitar el castigo al h¨²ngaro y solo lo apoy¨® ante la negativa de Orb¨¢n a hacer ni un solo gesto de rectificaci¨®n. En cambio, las delegaciones de los pa¨ªses del norte, previsibles aliados de Stubb, apoyaron sin ambages el repudio a un l¨ªder con el que cada vez se sienten m¨¢s inc¨®modos por tenerlo entre sus filas.
"Tengo tolerancia cero con los intolerantes", ha advertido Stubb al presentar su candidatura. Y aunque se muestra abierto a la negociaci¨®n con todas las partes, incluido el partido de Salvini (Liga) descarta una relaci¨®n estable con el l¨ªder de la extrema derecha italiana. "No, Salvini no puede pertenecer al PPE, no comparte nuestros valores", ha subrayado el finland¨¦s al ser preguntado por el presunto acercamiento de Weber al l¨ªder italiano.
Stubb se ha mostrado partidario de defender los valores europeos frente a los ataques que reciben "desde fuera de la UE", en alusi¨®n a Donald Trump, "y desde dentro (...) como en Polonia, Italia y, ?por qu¨¦ no decirlo?, Hungr¨ªa".
Weber, procedente de la CSU b¨¢vara, llega con un mensaje contundente en materia migratoria y en la apertura del club europeo, incluida la propuesta de poner fin a las negociaciones de adhesi¨®n de Turqu¨ªa. Stubb representa el ala n¨®rdica y liberal del partido, favorable a extender el ¨¢rea de influencia econ¨®mica de la UE en la mayor medida de lo posible. "La ampliaci¨®n es una de las mejores pol¨ªticas que ha tenido la Uni¨®n", ha asegurado Stubb este martes.
Los perfiles de Weber y Stubb tampoco pueden ser m¨¢s diferentes. El alem¨¢n no ha ejercido nunca ning¨²n cargo ejecutivo. Y su experiencia pol¨ªtica se concentra en el Parlamento europeo, donde ocupa esca?o desde 2004 y donde ha llegado a liderar a la bancada conservadora. Stubb ha ocupado en su pa¨ªs la presidencia del Gobierno, la cartera de Exteriores, la de Finanzas, la de Comercio y la de Asuntos Europeos.
Stubb es un pol¨ªglota (finland¨¦s, sueco, ingl¨¦s, franc¨¦s y alem¨¢n) extrovertido, conversador entusiasta y provocador, muy c¨®modo en las reflexiones de largo alcance temporal y territorial. Weber habla alem¨¢n e ingl¨¦s, con cuidada precisi¨®n y afable contenci¨®n y prefiere mantenerse en el terreno que pisa sin exponerse a grandes elucubraciones intelectuales.
"Estoy muy contento porque tenemos dos candidatos j¨®venes que garantizan el relevo generacional", ha se?alado Joseph Daul, presidente del PPE, durante la presentaci¨®n de la candidatura de Stubb. "Los dos son amigos m¨ªos y velar¨¦ para que la elecci¨®n se lleve a cabo respetando todas las normas", ha a?adido Daul.
Stubb saca cuatro a?os de edad a Weber, pero da una imagen m¨¢s juvenil y din¨¢mica, ali?ada con su pasi¨®n por el deporte y por las redes sociales. El b¨¢varo representa una figura m¨¢s tradicional y familiar. Los activos del uno parecen el pasivo del otro. Pero el radiante espejismo puede hacerse a?icos en un congreso del PPE que se augura m¨¢s proclive al conservadurismo que a la innovaci¨®n.
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