El castigo a la deriva autocr¨¢tica de Orb¨¢n resquebraja el Partido Popular Europeo
El Parlamento Europeo vota este mi¨¦rcoles el primer paso para suspender a Hungr¨ªa en las votaciones comunitarias
Harakiri con Orb¨¢n dentro o harakiri con Orb¨¢n fuera. El Partido Popular Europeo (PPE) se enfrenta la pr¨®xima semana al dilema existencial de castigar o no a uno de sus principales miembros, el primer ministro h¨²ngaro Viktor Orb¨¢n.
El pr¨®ximo mi¨¦rcoles, el Parlamento Europeo tiene previsto votar en Estrasburgo una resoluci¨®n en la que se insta a aplicar a Hungr¨ªa el art¨ªculo 7 del Tratado de la UE, un bot¨®n nuclear que permite suspender el voto en los asuntos comunitarios a un pa¨ªs que viole los derechos fundamentales. El grupo Popular, el mayor de la c¨¢mara, llega completamente dividido a la votaci¨®n y con grave riesgo de sufrir una peligrosa fractura a solo ocho meses de las elecciones europeas.
En las ¨²ltimas horas se han intensificado las llamadas telef¨®nicas de los l¨ªderes populares a Budapest, para rogar o conminar a Orb¨¢n, seg¨²n los casos, a deponer su actitud y renunciar a sus medidas m¨¢s pol¨¦micas (restricciones a la actividad de las organizaciones no gubernamentales y taimada persecuci¨®n de una universidad financiada por George Soros).
Pero la posici¨®n del primer ministro h¨²ngaro sigue siendo una inc¨®gnita. Y su anunciada presencia en el pleno de Estrasburgo este martes por la tarde puede apaciguar los ¨¢nimos o incendiar definitivamente la bancada popular.
El varapalo, si se consuma, podr¨ªa llevar a Orban a abandonar el grupo y buscar refugio en la extrema derecha de su nuevo aliado Matteo Salvini. Una escisi¨®n muy peligrosa para un PPE que ya de por s¨ª teme una probable ca¨ªda en el n¨²mero de esca?os en mayo de 2019.
Pero la benevolencia podr¨ªa resultar insoportable para varias delegaciones, incluida parte de la alemana y las de los pa¨ªses n¨®rdicos, muy inc¨®modas por la convivencia con un l¨ªder que defiende abiertamente un modelo iliberal dif¨ªcilmente compatible con los valores tradicionales de la UE.
El l¨ªder de los populares, el alem¨¢n Manfred Weber, sigue buscando un equilibrio que preserve la unidad. Pero su entorno reconoce que lo m¨¢s probable es que deba concederse libertad de voto y que el resultado muestre la realidad de un grupo resquebrajado sobre el tratamiento que merece Hungr¨ªa.
"El problema de Orb¨¢n lo deber¨ªa resolver la UE y no el PPE", se quejan en el grupo Popular, que acusan de pasividad a la Comisi¨®n Europea ante la presunta deriva autoritaria del Gobierno h¨²ngaro. La Comisi¨®n rechaza la acusaci¨®n y distingue el caso h¨²ngaro del de Polonia. El propio organismo comunitario, y no el Parlamento, inst¨® la activaci¨®n del art¨ªculo 7 contra Varsovia
"En Hungr¨ªa se han adoptado medidas dudosas y hemos presentado denuncias ante el Tribunal de la UE", se?alan fuentes de la Comisi¨®n. Pero las mismas fuentes consideran que no hay, al menos todav¨ªa, base suficiente para iniciar contra Hungr¨ªa un procedimiento tan dr¨¢stico como el previsto en el art¨ªculo 7.
La ponente del informe que pide la activaci¨®n del art¨ªculo, la europarlamentaria verde Judith Sargentini, discrepa abiertamente. "La suma de los acontecimientos que se est¨¢n produciendo en Hungr¨ªa llevan a un grave deterioro de la democracia y del Estado derecho", se?ala Sargentini.
Esta eurodiputada holandesa admite que hay diferencias entre Varsovia y Budapest. "Polonia desaf¨ªa abiertamente las normas comunitarias", se?ala. Pero seg¨²n ella, la t¨¢ctica de Orb¨¢n es m¨¢s sutil pero con las mismas consecuencias. "Orb¨¢n da dos pasos adelante y uno hacia atr¨¢s y aparenta rectificar, pero solo lo hace sobre el papel", afirma Sargentini.
Sargentini ilustra su acusaci¨®n con la sentencia del Tribunal Europeo que anul¨® la rebaja de edad de jubilaci¨®n de los jueces h¨²ngaros de 70 a?os a 62, lo que provoc¨® la retirada repentina y forzosa de cientos de magistrados. "Budapest acat¨® la sentencia. Pero se limit¨® a indemnizar a los jueces y nunca les readmiti¨®", asegura la eurodiputada. "Los hechos no enga?an. Existe riesgo de una grave y sist¨¦mica violaci¨®n de los valores europeos", concluye la holandesa.
La eurodiputada cree que el doble rasero entre Polonia y Hungr¨ªa se debe a que el partido de Kaczynski no tiene aliados en Bruselas mientras que el de Orb¨¢n forma parte del PPE. La holandesa? recuerda que el partido de Kacynski (PIS) lleg¨® al poder en 2015 y dos a?os despu¨¦s la Comisi¨®n ya activaba el art¨ªculo 7. "Los problemas con Orb¨¢n empezaron en 2010", recuerda Sargentini.
Orb¨¢n, sin embargo, ha ganado una elecci¨®n tras otra. Y en las calles de Budapest no hay grandes manifestaciones en contra mientras que en pa¨ªses vecinos, como Rumania, se han producido grandes protestas este verano contra el Gobierno socialista. Una situaci¨®n que los partidarios de Orb¨¢n parecen dispuestos a esgrimir para acusar de sesgado y partidario al informe de Sargentini.
Incierto recorrido
La resoluci¨®n necesita mayor¨ªa absoluta (376) para salir adelante y el voto a favor de al menos dos tercios de los diputados que participen en la votaci¨®n. Los partidarios de expedientar a Orb¨¢n reconocen que ser¨¢ muy dif¨ªcil alcanzar ambos umbrales, porque las abstenciones juegan en contra. Socialistas, Liberales y Verdes votar¨¢n abrumadoramente a favor de la resoluci¨®n, aunque no se descartan algunas discrepancias. Pero la posici¨®n del PPE (218 esca?os) resulta crucial y su previsible divisi¨®n resta muchas probabilidades al informe contra Orb¨¢n.
En la Comisi¨®n parlamentaria responsable del informe (la de Libertades Civiles, Justicia e Interior) los populares se dividieron en dos, con ocho votos a favor del informe y nueve en contra. En otras cuatro comisiones que emitieron dictamen, el PPE tambi¨¦n voto dividido. Una situaci¨®n que puede repetirse en el Pleno del mi¨¦rcoles.
Incluso si saliera adelante en el Parlamento, el expediente contra Hungr¨ªa tendr¨ªa muchas dificultades porque debe ser activado en el Consejo de la UE y, seg¨²n fuentes europeas, varios pa¨ªses, como Rumania, Eslovaquia, Rep¨²blica checa, Malta o Italia, se resistir¨ªan por temor a ser los siguientes.
El expediente iniciado por la Comisi¨®n contra Polonia apenas ha avanzado. Y el primer paso, todav¨ªa inocuo, se dio con la posici¨®n en contra de un numeroso grupo de pa¨ªses, hasta el punto de que el expediente estuvo a punto de capotar nada m¨¢s arrancar.
Gonz¨¢lez Pons pide ayuda a la Comisi¨®n Europea
La votaci¨®n sobre Hungr¨ªa tambi¨¦n incomoda a la delegaci¨®n espa?ola del Partido Popular en el Parlamento Europeo. Los populares espa?oles, seg¨²n las fuentes consultadas, tienen previsto respetar la disciplina de grupo. Pero la previsible libertad de voto, obligar¨¢ a tomar una decisi¨®n individual. En los votos en comisi¨®n, los conservadores espa?oles se abstuvieron. Pero en el pleno, esa posici¨®n equivale a un rechazo del informe porque complica su aprobaci¨®n. Esteban Gonz¨¢lez Pons, l¨ªder de los populares espa?oles en la Euroc¨¢mara y vicepresiente del grupo europeo, ha intentado desviar la responsabilidad hacia la Comisi¨®n Europea. A finales, de agosto el eurodiputado espa?ol se dirigi¨® por escrito al vicepresidente de la CE, Frans Timmermans. Y le pidi¨® que valorase "si la situaci¨®n actual de Hungr¨ªa justifica activar el art¨ªculo 7", seg¨²n la carta a la que ha tenido acceso EL PA?S. La Comisi¨®n, hasta el momento, se ha lavado las manos y se remite a los expedientes que ya ha puesto en marcha, lo que deja a los conservadores espa?oles, como al resto del grupo, ante una dif¨ªcil tesitura.
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