El retrato del Brasil que vota a Bolsonaro

La calle Oscar Freire es una de las m¨¢s selectas de S?o Paulo, con decenas de tiendas y restaurantes caros. Con un bolso Louis Vuitton en el hombro, Flora C., de 54 a?os, le dice a su ch¨®fer que vaya a buscarla a la puerta de uno de los comercios. "No te lo tomes a mal, pero prefiero esperar aqu¨ª dentro porque tengo miedo de que me atraquen", explica. Su miedo se ve reforzado por su propio pasado: cuenta que, una vez, cinco hombres armados que llegaron en tres veh¨ªculos, la atacaron cuando estaba dentro del coche. "Por eso, si est¨¢s pensando en comprarte un coche nuevo es mejor que sea uno m¨¢s viejo y que est¨¦ blindado. Al menos estar¨¢s seguro", argumenta. Abogada de formaci¨®n y dise?adora de interiores, cree que a Brasil "le hace falta alguien de corte m¨¢s radical para luchar contra el crimen y la violencia". Aunque considera que el debutante Jo?o Amo¨ºdo ¡ªdel partido NOVO¡ª es un buen candidato, acabar¨¢ optando por Jair Bolsonaro.

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Este candidato de 63 a?os, capit¨¢n retirado, diputado y l¨ªder del Partido Social Liberal (PSL), encabeza las encuestas de intenci¨®n de voto en las elecciones ¡ªeste domingo se celebra la primera vuelta (la segunda, el 28 de octubre)¡ª desde que los tribunales retiraron a Lula da Silva de la carrera. El ¨²ltimo sondeo, de Datafolha, le da un 35% de los votos, pero entre la gente como Flora, que gana m¨¢s de diez veces el salario m¨ªnimo y tiene educaci¨®n superior, el ultraconservador obtiene hasta un 44% de estimaci¨®n de voto. En la franja que va de cinco a diez veces el salario m¨ªnimo, llega a alcanzar un 51%.

Robson y Thamires Bertochi no solo son unos convencidos de que Bolsonaro es la mejor opci¨®n para su pa¨ªs. Son fans. Este matrimonio no duda en abrazar tanto sus vagas ideas econ¨®micas ultraliberales como su radicalismo para resolver asuntos tan delicados como la seguridad y la corrupci¨®n. "Yo en su lugar ser¨ªa peor. La gente cree que es radical, pero es un hombre tranquilo. Yo ser¨ªa m¨¢s radical en todos los sentidos", explica Robson, de 41 a?os y detractor del Partido de los Trabajadores (PT), el ¨²nico que parece capaz de plantarle cara. "El plan a era matar a Bolsonaro. No tengo dudas de que fue el PT", sostiene sobre la pu?alada que recibi¨® y que le ha tenido tres semanas hospitalizado, contradiciendo as¨ª las pesquisas policiales que afirman que el agresor actu¨® solo y por motivos personales. "Ahora el plan b son las urnas. El PT me aterroriza. Son unos corruptos, han acabado con el pa¨ªs."

El matrimonio, que regenta varios restaurantes en el interior de S?o Paulo, se siente asfixiado por la alta carga tributaria que, seg¨²n ellos, impide que se generen m¨¢s empleos. Por eso se muestran reacios tanto a los derechos laborales de los trabajadores como a los programas sociales ¡ªlos cuales meten en el mismo saco, como si fueran lo mismo¡ª. "Es mejor tener a gente trabajando que en casa disfrutando de los derechos que cre¨® el PT; eso no es sano para el pa¨ªs. Se ha creado un agujero con el seguro de desempleo, con la Bolsa Familia [la medida estrella para luchar contra la pobreza en los 15 ¨²ltimos a?os]... No hay m¨¢s que ayudas y subsidios. Y alguien tiene que pagar esa factura. Hay que ponerlos a todos a trabajar y acabar de una vez con todo eso", argumenta Robson.

Robson?Bertoch, seguidor de Bolsonaro

Es mejor tener a gente trabajando que en casa disfrutando de los derechos que cre¨® el PT

Otro punto sensible para el matrimonio es la familia y la educaci¨®n: "Estamos muy desunidos. ?l [Bolsonaro] habla de un modo m¨¢s afectivo de cuidar a las familias y a los ni?os", argumenta la mujer. "No es hom¨®fobo, pero le entiendo cuando dice que los ni?os no deben aprender la parte de LGBT en los colegios. Tiene raz¨®n. Un ni?o de seis a?os no est¨¢ preparado para escuchar o ver ese tipo de cosas", opina, convencida de que el movimiento gay realmente se ense?a en clase.

Que las clases altas y las clases medias tradicionales se identifiquen con el candidato ultraconservador y su perfil autoritario es solo una parte de la historia. Bolsonaro viene conquistando una inmensa masa difusa de electores, muchos de los cuales mejoraron su vida durante los a?os de Gobierno del PT ¨C13 de los ¨²ltimos 15¨C y que hoy pertenecen a las franjas de ingresos intermedios. Muchos de ellos son evang¨¦licos y pertenecen a una clase trabajadora que, adem¨¢s de estar indignados con la corrupci¨®n y la violencia, es conservadora en sus costumbres. De alguna forma, encuentran en Bolsonaro una forma de reaccionar frente a los avances en derechos sociales, as¨ª como ante las posturas de los movimientos LGBT y el feminista.

"Votar¨¦ por ¨¦l porque considero que su gesti¨®n va a preservar a las familias, que est¨¢n hechas un l¨ªo. Ver a un ni?o o una ni?a insultando a sus padres, ri¨¦ndose y pareci¨¦ndole gracioso no forma parte de mi educaci¨®n", argumenta el taxista Lincoln Gebonato, de 57 a?os. ?l tambi¨¦n parece identificarse con el discurso de Bolsonaro que ofende a las minor¨ªas locales. "Cada cual elige lo que quiere, ¨¦l no interfiere en eso. Solo piensa que en los colegios no debe haber una educaci¨®n sobre la ideolog¨ªa de g¨¦nero. Pero por desgracia los movimientos homosexuales creen que no, que ya desde peque?itos hay que ense?arles a ser maricas, lesbianas, hombres o mujeres", argumenta.

Los movimientos homosexuales creen que desde peque?itos hay que ense?arles a ser maricas

Lincoln Gebonato, taxista

¡ª?Cree que eso ocurre en los colegios?

¡ªPor supuesto, est¨¢ a la vista de todo el mundo. Por la calle ves a hombres barbudos bes¨¢ndose sin importarles nada. Es evidente.

¡ª?Defiende una ley que proh¨ªba esa clase de conductas en las calles?

¡ªNo tiene que haber leyes, tiene que haber sentido com¨²n. Llegar¨¢ un d¨ªa en que eso sea normal, pero vayamos despacio. [Pero] no me lo quieras imponer.

No todos los electores del ultraderechista est¨¢n 100% de acuerdo con sus tesis. Una parte nada desde?able de sus seguidores simplemente parecen estar cansados de la corrupci¨®n y del sistema pol¨ªtico en general. El voto hacia Bolsonaro tambi¨¦n es un voto indignado. "Es contra todo lo que est¨¢ ah¨ª. Estamos en un pa¨ªs decadente, con paro, lleno de deudas, falto de infraestructura y de seguridad...", justifica Wagner Gon?alves, conserje de un edificio y vecino de la zona este de S?o Paulo. "?Por qu¨¦ voy a votar por lo mismo de siempre? Para m¨ª, ni el PT ni el PSDB (Partido de la Social Democracia Brasile?a, centroderecha) sirven. No valen nada".

Para ¨¦l, Bolsonaro es una apuesta como lo fue el PT hasta 2010 ¡ª"era una ¨¦poca en la que el pueblo no ten¨ªa trabajo y estaba mejorando", explica¡ª. No ve ning¨²n problema en que la gente viva y se vista como quiera. Y rechaza el discurso de Bolsonaro sobre las mujeres: "Tienen que ganar lo mismo o incluso m¨¢s que los hombres, aun estando en cargos iguales. Si una mujer tiene m¨¢s conocimiento que yo o hace cosas m¨¢s importantes en menos tiempo, por supuesto que tiene que cobrar m¨¢s que yo". Aun as¨ª, insiste en el ultraderechista: "He vivido toda mi vida apostando por cambios que no se concretaron. Puede haber cambiado algo que nos haya beneficiado, pero esos t¨ªos han hecho otras 300 cosas mal".