La industria le exige m¨¢s precisi¨®n a Bolsonaro sobre su plan econ¨®mico

La fotograf¨ªa circul¨® a partir de las redes sociales de Jair Bolsonaro, l¨ªder de los sondeos de intenci¨®n de voto a la presidencia de la Rep¨²blica tras las elecciones del pr¨®ximo domingo. Una decena de empresarios que asegura representar el 32% del Producto Interior Bruto (PIB) de Brasil posa al lado del candidato. La imagen sugiere entendimiento, pero no traduce con exactitud los cerca de 30 minutos de reuni¨®n del pasado lunes en la casa de Bolsonaro, en R¨ªo de Janeiro. Como hizo durante toda su campa?a, el candidato fue breve al hablar de sus planes. ¡°Lo importante es que ha dicho que no quiere molestar¡±, explica Fernando Figueiredo, presidente ejecutivo de la Asociaci¨®n Brasile?a de la Industria Qu¨ªmica (ABIQUIM), uno de los participantes en el encuentro, que advirti¨® de que el candidato a la presidencia ni siquiera ten¨ªa un papel en la mano para apuntar los comentarios de los industriales.

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Representantes de grupos como la C¨¢mara Brasile?a de la Industria de la Construcci¨®n (CBIC) y la Asociaci¨®n Brasile?a de la Industria Textil y de Confecci¨®n (ABIT) fueron a presentar sus intenciones para una apertura comercial "con desarrollo econ¨®mico" y con defensa antidumping. Pidieron ¨¦nfasis en los beneficios para la inversi¨®n en la construcci¨®n civil y exigieron contenido local para la explotaci¨®n del petr¨®leo del presal, una demanda espec¨ªfica de la industria de m¨¢quinas. Pero se fueron de all¨ª solo con la promesa de que, si Bolsonaro gana el pr¨®ximo domingo, se sentar¨¢n para hablar la semana siguiente con el economista liberal Paulo Guedes, situado como futuro ministro de Econom¨ªa y hombre de confianza de Bolsonaro en el mercado financiero.

La reuni¨®n del lunes fue organizada por Jos¨¦ Augusto de Castro, presidente de la Asociaci¨®n de Comercio Exterior de Brasil. Cuenta que los representantes de la industria fueron a comer con el diputado Onyx Lorenzoni (Dem¨®cratas de Rio Grande do Sul), elegido por Bolsonaro como su futuro ministro-jefe de la Casa Civil, que los llev¨® a casa del candidato. "?l [Bolsonaro] dijo que eventualmente podr¨ªamos participar en la fase de transici¨®n [del Gobierno] para discutir lo que puede suceder. Ha sido informal, casi coloquial", dice Castro sobre el encuentro, a?adiendo que el grupo de ejecutivos subray¨® su recelo acerca de una reducci¨®n tarifaria unilateral en el pa¨ªs para el comercio exterior. "No se posicion¨®. Ni a favor ni en contra. Si la reducimos unilateralmente [la tarifa], ?para qu¨¦ hacer acuerdos?", se pregunta Castro, que dice haber trabajado con Guedes durante seis a?os. "Es muy competente. Muy hablador, pero con los pies en el suelo".

Los industriales esperaban un gesto como ese desde el comienzo de la segunda vuelta. "El equipo de Jair Bolsonaro busca m¨¢s el mercado financiero que el sector productivo", se quej¨®, justo despu¨¦s de la primera vuelta de las elecciones brasile?as, el presidente da Asociaci¨®n Nacional de los Fabricantes de Veh¨ªculos Automotores (ANFAVEA), Antonio Megale ¡ªel vicepresidente de la asociaci¨®n estaba en la reuni¨®n de este lunes¡ª. Esa declaraci¨®n era la cara p¨²blica del malestar entre la c¨²pula los industriales m¨¢s poderosos de Latinoam¨¦rica. A pesar de preferir al candidato de extrema derecha a la vuelta al poder del izquierdista Partido de los Trabajadores, los representantes de los sectores productivos no comparten la euforia de los inversores del mercado financiero ante la perspectiva del triunfo de Bolsonaro.

Este lunes, los responsables de 30 millones de empleos directos e indirectos firmaron un documento en el que dicen estar "a favor del di¨¢logo" con Bolsonaro para la recuperaci¨®n de la econom¨ªa. Con todo, Fernando Figueiredo, presidente ejecutivo de la ABIQUIM, destaca que no ha sido una reuni¨®n de apoyo, sino de trabajo, ya que los l¨ªderes sectoriales no tienen poderes para posicionarse pol¨ªticamente. Pese haberse marchado de la reuni¨®n sin ninguna garant¨ªa, los industriales tienen motivos para celebrar la apertura de un canal de comunicaci¨®n. En una campa?a en la que las propuestas han acabado suplantadas por las pasiones anti y a favor del PT, agitadas tras el atentado contra Bolsonaro, cada gesto sirve como se?al de puerto seguro.

"De pronto, se empez¨® a discutir si las armas son importantes o no¡­ pero ?qu¨¦ significa eso para el pa¨ªs? Nada de nada. Si solucionamos el problema de la educaci¨®n y les damos trabajo a los padres de familia, las armas pasan a un segundo plano", dec¨ªa Figueiredo d¨ªas antes de reunirse con Bolsonaro. La asociaci¨®n contrat¨® a la consultor¨ªa Deloitte para crear un programa para el sector qu¨ªmico que ayudase a los candidatos a la presidencia. "Lo que est¨¢ en sus programas pol¨ªticos no me preocupa mucho; en los papeles se puede escribir cualquier cosa. Pero quien asuma el Gobierno tendr¨¢ que atenerse a la realidad. Comprobar¨¢ que el pa¨ªs tiene unos desaf¨ªos enormes, algunos de ellos urgentes y otros estructurales", dice el ejecutivo.

Con reservas

Al sector productivo le molestan particularmente las contradicciones en la c¨²pula de la campa?a de Bolsonaro. Mientras que el fr¨¢gil plan de Gobierno propuesto por el militar retirado habla directamente de privatizaciones, el candidato ya ha demostrado m¨¢s de una vez su recelo sobre vender empresas de sectores que considera estrat¨¦gicos, como el de energ¨ªa. El presidente Michel Temer hizo un gui?o este a?o, por ejemplo, a la privatizaci¨®n de Eletrobras, que controla la generaci¨®n y transporte de energ¨ªa del pa¨ªs. Pero Bolsonario ya se mostr¨® reacio a la idea. "Hay instrumentos de mercado, como la acci¨®n de oro [participaci¨®n accionista que le otorga un poder especial al Estado], que resuelven eso", dice Venilton Tadini, presidente ejecutivo de la Asociaci¨®n Brasile?a de Infraestructura e Industrias de Base (ABDIB), citando los casos de la fabricante de aeronaves Embraer y de la empresa minera Vale. "Si el regulador y fiscalizador es el Estado, es eso lo que importa. En Inglaterra, todo el grid [sistema de distribuci¨®n y transporte de energ¨ªa] est¨¢ privatizado, y con el Estado como regulador y fiscalizador", completa. El plan de gobierno de Bolsonaro alude a las acciones de oro como instrumentos para sortear "algunas dificultades pol¨ªticas que podr¨ªan surgir durante el proceso de privatizaciones".

Otro que acudi¨® a la reuni¨®n con Bolsonaro, el presidente ejecutivo de la Asociaci¨®n Brasile?a de M¨¢quinas y Equipos (ABIMAQ), Jos¨¦ Velloso, viene alertando de la p¨¦rdida de protagonismo del Banco Nacional de Desarrollo Econ¨®mico y Social (BNDES) en el financiamiento a lo largo del gobierno de Michel Temer. "Durante la gesti¨®n de [Henrique] Meirelles en el Ministerio de Hacienda, el BNDES redujo bastante su tama?o. Hubo un encarecimiento de las l¨ªneas de financiaci¨®n. No defendemos los intereses subvencionados, pero los spreads [diferencia entre lo que el banco paga al inversor y lo que cobra cuando presta dinero] est¨¢n muy altos", reclama.

Seg¨²n Velloso, el tipo de inter¨¦s medio para la compra de una m¨¢quina en el BNDES se sit¨²a entre el 12% y el 14% al a?o. "Es m¨¢s caro que el retorno sobre la inversi¨®n. As¨ª, no hay inversiones", dice, exigiendo reformas que devuelvan la confianza. El programa de Bolsonaro solo menciona una vez la banca de inversi¨®n p¨²blica, y en el contexto de las privatizaciones. Otra propuesta de Bolsonaro que incomoda es la de ampliar el n¨²mero de magistrados del Supremo Tribunal Federal ¡ªde 11 a 21¡ª, que no est¨¢ en su programa gubernamental, pero que, seg¨²n el candidato, ven¨ªa siendo estudiada por su equipo. Se dice que se habr¨ªa echado atr¨¢s, pero la duda sigue en el aire. ¡°Ser¨ªa una reacci¨®n al uso que hizo el expresidente Lula del Supremo como arma partidista, pero es muy peligroso y preocupante", dice Fernando Figueiredo, de la ABIQUIM, que tambi¨¦n critica la pretensi¨®n de sacar a Brasil del Acuerdo de Par¨ªs, que a su juicio es bueno para Brasil. "Nuestras reservas de gas natural y nuestras materias primas para la energ¨ªa renovable nos dan ventajas en el mundo con menos carbono¡±.