¡®Groutier¡¯: la palabra que ha permitido a Nigel Richards ganar por cuarta vez el campeonato mundial de Scrabble

El neozeland¨¦s Nigel Richards sigue rompiendo r¨¦cords en el mundo del Scrabble, un juego con 80 a?os de historia que se vende en m¨¢s de un centenar de pa¨ªses y una treintena de idiomas. Richards, de 51 a?os, acaba de proclamarse vencedor por cuarta vez en su versi¨®n en ingl¨¦s, en un campeonato celebrado el pasado domingo en Londres.

Una de las palabras que le permiti¨® hacerse con el triunfo fue groutier, que significa taciturno o malhumorado. Gracias a ella, Richards sum¨® 68 puntos dejando el marcador final en 572 a 450. El californiano Jesse Day qued¨® en segunda posici¨®n y asegur¨® que hab¨ªa sido ¡°un gran privilegio competir con el mejor jugador de todos los tiempos¡±.

Un reconocimiento que comparten muchos jugadores profesionales y que el neozeland¨¦s se ha ganado a pulso desde que, hace 11 a?os, comenz¨® a disputar torneos de Scrabble. En el actual, Richards ha vuelto a ganar el campeonato en su versi¨®n en franc¨¦s, haza?a que ya consigui¨® en 2015 sin hablar la lengua de Moli¨¨re.

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En aquella ocasi¨®n una amiga del jugador cont¨® a un diario local?que ¡°Richards desconoc¨ªa lo que significan las palabras y no podr¨ªa mantener una conversaci¨®n [en ese idioma]¡±. El tetracampe¨®n mundial, ganador tambi¨¦n en las ediciones de 2007, 2011 y 2013, ha asegurado que ¡°memoriz¨® el diccionario de Scrabble en franc¨¦s en tan solo nueve semanas¡±. La palabra que le dio la victoria en aquel torneo fue el verbo "fureter" (fisgonear).

Richards empez¨® a interesarse por el Scrabble a los 28 a?os. "Cuando aprendi¨® a hablar no estaba interesado en las palabras, solo en los n¨²meros", recuerda su madre, Adrienne Fischer, que le descubri¨® el juego: ¡°Relacionaba todo con los n¨²meros. Lo ve¨ªamos normal. Nigel era Nigel¡±. De hecho, Fischer nunca crey¨® en el ¨¦xito de su hijo, porque en la escuela ¡°no era bueno ni en ortograf¨ªa ni en ingl¨¦s¡±.

Su habilidad innata con el Scrabble podr¨ªa basarse en la memoria fotogr¨¢fica y en t¨¦cnicas matem¨¢ticas. Hura?o y poco hablador, Richards tiende a rehuir las entrevistas y ni siquiera su madre conoce qu¨¦ trabajo tiene en Malasia, donde reside actualmente. Unir palabras sigue siendo su pasi¨®n: ha ganado 2.758 de las 3.600 partidas disputadas en el circuito profesional.

Muchos contrincantes lo definen como ¡°una computadora de barba pelirroja¡±. Richards tendr¨¢ ahora que pensar qu¨¦ hacer con los 20.000 d¨®lares (unos 18.000 euros al cambio) que se meti¨® en el bolsillo por ser el mejor del ¨²ltimo torneo.