Memorias de un consejero de Trabajo en Marruecos
Los funcionarios que gestionan las pensiones espa?olas en Rabat suelen tratar con personajes inolvidables
Los consejeros de Trabajo en Marruecos tienen la suerte de tratar con espa?oles que llevan casi toda su vida en Marruecos. Algunos se quedan tan impresionados por estas vivencias que sienten la necesidad de escribirlas. Pere Navarro, el director general de Tr¨¢fico, conoci¨® durante su periplo en Rabat como consejero a Paquita Gorro?o, republicana espa?ola exiliada que lleg¨® a trabajar como secretaria de Hassan II y muri¨® en 2017 con 104 a?os. Navarro dedic¨® bastante espacio a Paquita en su libro Un a?o en Marruecos.
El jienense Agust¨ªn Gonz¨¢lez, sucesor de Navarro, ha estado solo un a?o y medio en Rabat, hasta finales de octubre. Pero en ese tiempo ha conocido un buen manojo de personajes. Ah¨ª tenemos a Asensio, por ejemplo, una especie de Curro el Palmo en Marruecos. Asensio es hoy un anciano que lleg¨® casi de adolescente a Rabat con la guitarra bajo el brazo, lo contrataron en la pizzer¨ªa m¨¢s antigua de la ciudad y el entonces pr¨ªncipe heredero, actual rey Mohamed VI, lo llam¨® para que tocase en varias fiestas privadas en el palacio real. ¡°Mi error fue nunca pedir nada. Tocaba para ¨¦l siempre gratis. Nunca le ped¨ª nada a cambio. No creo que ¨¦l cayese en la cuenta o puede que incluso pensase que alguien del palacio se encargar¨ªa de retribuirme, pero no fue as¨ª¡±, contaba Asensio.
¡°En una de las fiestas¡±, recuerda Agust¨ªn Gonz¨¢lez, ¡°Asensio le dijo a Mohamed VI que aquel d¨ªa era su cumplea?os y el Rey le obsequi¨® con un cheque bastante generoso. Fue la ¨²nica vez que recibi¨® dinero del monarca¡±. Asensio muestra la fotocopia del cheque firmado por el rey.
Agust¨ªn Gonz¨¢lez iba relatando la vida Asensio y otros personajes en su blog Rabateando que no es poco. Hasta que un d¨ªa entr¨® en su despacho un gaditano de 86 a?os llamado Valent¨ªn y entonces decidi¨® escribir un libro sobre la vida de este hombre. Valent¨ªn lleg¨® caminando a la embajada de Espa?a desde la estaci¨®n de trenes de Rabat. O sea, unos 10 kil¨®metros que nadie se los ha tomado jam¨¢s como un paseo. Pero Valent¨ªn parec¨ªa acostumbrado a las largas distancias. Con 15 se mont¨® en Vigo como poliz¨®n en un barco argentino. Como cualquier aventurero que se precie, caz¨® ballenas en el Polo Sur, vivi¨® en Sud¨¢frica, luch¨® en la guerra de Indochina y tras trabajar en casi todo por todas partes consigui¨® la pensi¨®n m¨ªnima en Espa?a. Pero a los ochenta y pocos a?os decidi¨® vivir en T¨¢nger. Ahora vive en Tetu¨¢n porque dice que es m¨¢s barato.
Cuando Agust¨ªn Gonz¨¢lez le ofreci¨® un coche para llevarlo a la estaci¨®n de tren, le dijo que prefer¨ªa volverse caminando, como hab¨ªa venido. Y ya en la calle, Valent¨ªn le ofrec¨ªa el brazo al consejero laboral: ¡°Ag¨¢rrate, no te vaya a pillar un coche¡±.
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