Colombia rememora la tragedia de los diputados del Valle asesinados en cautiverio
Los familiares de las v¨ªctimas y Sigifredo L¨®pez, el ¨²nico sobreviviente, recuerdan el horror de su prolongado secuestro por parte de las FARC
Tan pronto se baj¨® del helic¨®ptero que lo trajo a la libertad tras siete largos a?os de cautiverio, Sigifredo L¨®pez fue embestido, sobre la propia pista, por el abrazo de sus hijos, los tres atenazados ante las c¨¢maras que transmit¨ªan en directo. Esas im¨¢genes de 2009 en el aeropuerto de Cali, tatuadas en la memoria de muchos colombianos, mezclaban una intensa alegr¨ªa con un profundo dolor. L¨®pez fue el ¨²nico sobreviviente de los 12 diputados del Valle secuestrados por las FARC en un cinematogr¨¢fico operativo en abril de 2002. Los otros 11 fueron masacrados en 2007, estando a¨²n cautivos. Algunas de las viudas, los padres y los hijos de los que no regresaron estaban all¨ª para darle la bienvenida.
El caso de los diputados, secuestrados mientras sesionaban en la sede de la Asamblea Departamental en el coraz¨®n la tercera ciudad del pa¨ªs, fue uno de los cr¨ªmenes m¨¢s crueles de la exguerrilla, hoy desarmada y convertida en partido pol¨ªtico por cuenta del acuerdo de paz. El Centro Nacional de Memoria Hist¨®rica (CNMH) divulg¨® este s¨¢bado, precisamente en el edificio donde ocurri¨® aquella toma, el informe ¡°El caso de la Asamblea del Valle: tragedia y reconciliaci¨®n¡±. El libro, producto de dos a?os de reuniones de las familias con investigadores de la entidad, reconstruye las vidas de las v¨ªctimas. En pr¨®ximos d¨ªas se presentar¨¢ en Bogot¨¢ y se lanzar¨¢n 16 cortos documentales sobre cada una de ellas.
Vestidos con uniformes de la fuerza p¨²blica, y haci¨¦ndose pasar por una unidad antiexplosivos, los guerrilleros convencieron aquel 11 de abril de 2002 a los diputados de desalojar el edificio. En aquella incursi¨®n muri¨® el polic¨ªa Carlos Alberto Cendales, que vigilaba la Asamblea, as¨ª como el conductor Walter L¨®pez y el camar¨®grafo H¨¦ctor Sandoval, del canal RCN, que cubr¨ªan los acontecimientos. Cinco a?os despu¨¦s, en un confuso episodio, los legisladores Alberto Quintero, Carlos Alberto Barrag¨¢n, Carlos Alberto Charry, Edison P¨¦rez, Francisco Javier Giraldo, H¨¦ctor Fabio Arizmendi, Jairo Javier Hoyos, Juan Carlos Narv¨¢ez, Nacianceno Orozco, Ramiro Echeverry y Rufino Varela fueron asesinados por sus captores, como respuesta a lo que creyeron equivocadamente un asedio enemigo. Sigifredo se salv¨® por estar castigado, apartado del grupo, cuando se dio la orden. Aquellas muertes conmocionaron a una sociedad asolada por el secuestro. De las 37.094 v¨ªctimas de ese delito entre 1958 y 2018, 1.147 han muerto o han sido asesinados durante su cautiverio, detalla el CNMH.
¡°Consignamos el testimonio del dolor de cada familiar afectado, pero sobre todo su manera de sobreponerse al impacto de los hechos, su resiliencia y resistencia constantes, su lucha por elevar su caso a asunto de Gobierno y de sociedad a fin de lograr un acuerdo humanitario que mantuviera viva la esperanza de su liberaci¨®n, los sue?os imposibles de fuga, las movilizaciones ciudadanas, el cara a cara con los perpetradores, y su invitaci¨®n sufrida y generosa a la reconciliaci¨®n para frenar la tentaci¨®n a las venganzas sin fin¡±, apunta Gonzalo S¨¢nchez, director del CNMH.
El informe arroja luces sobre la manera como fue planeada y ejecutada esa inusual incursi¨®n urbana con varios meses de anticipaci¨®n. Tambi¨¦n sobre la marcha forzada por el parque natural los Farallones a la que fueron sometidos los diputados en un primer momento y, posteriormente, su larga traves¨ªa por selvas, monta?as, pantanos y p¨¢ramos de los departamentos de Valle, Cauca y Nari?o, en el suroccidente del pa¨ªs.
Su lanzamiento coincide con los relatos, a principios de este mes, de Sigifredo L¨®pez y los familiares ante la Jurisdicci¨®n Especial para la Paz (JEP), el sistema surgido de las negociaciones de La Habana para juzgar los peores cr¨ªmenes de la guerra. Sus testimonios, junto al de tantos otros secuestrados, ser¨¢n decisivos para determinar las responsabilidades del antiguo secretariado, m¨¢xima instancia de la extinta guerrilla. ¡°El secuestro no tiene como consecuencia un dolor fisiol¨®gico, sino existencial¡±, reflexion¨® L¨®pez durante su comparecencia. ¡°El da?o que causaron es irremediable. Yo no pude ver crecer a mis hijos, los o¨ª crecer¡±, se?al¨® en referencia a los mensajes de radio que eran su ¨²nico canal con el mundo cuando estaban en la selva. Se lo llevaron cuando sus hijos ten¨ªan poco m¨¢s de diez a?os, y lo recibieron ya mayores de edad.
El secuestro con fines pol¨ªticos
Con el cambio de siglo, las FARC anunciaron su estrategia de secuestrar pol¨ªticos con el prop¨®sito de canjearlos por guerrilleros presos, una modalidad que se intensific¨® en el ocaso del gobierno de Andr¨¦s Pastrana (1998-2002), tras la fallida negociaci¨®n de El Cagu¨¢n. Las familias de los diputados, junto a otros parientes de secuestrados, hicieron todo lo que estaba en sus manos para impulsar un acuerdo humanitario, desde movilizaciones sociales hasta gestiones diplom¨¢ticas, durante los dos mandatos de ?lvaro Uribe (2002-2010), una opci¨®n que nunca prosper¨®. La liberaci¨®n de L¨®pez, entregado por las FARC a una misi¨®n humanitaria, marc¨® el fin del secuestro pol¨ªtico. Ese doloroso cap¨ªtulo se sald¨® con 13 muertos, ocho entregas unilaterales, dos fugados y 15 rescatados por el ej¨¦rcito, entre ellos Ingrid Betancourt.
Luego de firmar el acuerdo de paz con el gobierno de Juan Manuel Santos, a finales de 2016, las FARC han hecho seis actos de perd¨®n, uno de ellos por el secuestro y asesinato de los diputados del Valle. Con el primer proceso de la JEP, que aborda los secuestros perpetrados por la exguerrilla, se espera un mayor esclarecimiento del caso.
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