?C¨®mo se ha resuelto el escollo del Brexit?

?Qui¨¦n revisa el proyecto de acuerdo?

Las dos partes de manera simult¨¢nea. A las 15.00 de Bruselas (misma hora peninsular espa?ola), los embajadores permanentes de los 27 socios ante la UE ser¨¢n informados por el equipo negociador europeo, en concreto, por Sabine Weyand, n¨²mero dos del negociador jefe de la UE, Michel Barnier. Al mismo tiempo, en Londres (donde ser¨¢n las 14.00), la primera ministra brit¨¢nica, Theresa May, re¨²ne a su Gobierno para deliberar sobre el texto y decidir (o no) su respaldo.

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?Es la primera vez que ambas partes sopesan el acuerdo?

No, Theresa May adelant¨® este martes ciertas partes a sus ministros, a quienes recibi¨® uno por uno en Downing Street para mitigar el riesgo de un mot¨ªn durante una reuni¨®n conjunta del Gabinete. En Bruselas la relaci¨®n es mucho m¨¢s fluida. Barnier inform¨® el lunes al consejo de ministros de Asuntos Generales de la UE y recibi¨® el visto bueno a las f¨®rmulas planteadas.

?Cu¨¢nto ha durado la negociaci¨®n?

Comenz¨® tras la notificaci¨®n de salida de Londres (sobre la base del art¨ªculo 50 del Tratado de la UE), recibida en Bruselas el 29 de marzo de 2017. Han transcurrido casi 20 meses, con algunos parones en los contactos, tropiezos permanentes en Reino Unido (el negociador jefe brit¨¢nico dimiti¨® y tuvo que ser reemplazado), desencuentros brutales con May (como en la cumbre de Salzburgo en septiembre de este a?o) y un aceler¨®n enorme en las ¨²ltimas cuatro semanas, cuando se vio en ciernes el riesgo de un Brexit brutal y sin acuerdo.

??Cu¨¢l ha sido el mayor obst¨¢culo?

Tal vez, el m¨¢s inesperado: la frontera entre la Rep¨²blica de Irlanda (socio de la UE) e Irlanda del Norte (territorio brit¨¢nico).

?Por qu¨¦?

Dubl¨ªn tem¨ªa que el Brexit supusiera la reaparici¨®n de una frontera f¨ªsica entre las dos partes y que esa ruptura f¨ªsica provocara la reaparici¨®n de la violencia, apagada en ?lster con los acuerdos del Viernes Santo de 1998, que pusieron fin a d¨¦cadas de terrorismo del IRA.

?Qu¨¦ exig¨ªa la UE, en nombre de Dubl¨ªn?

Garant¨ªas de que tras la consumaci¨®n del Brexit (29 de marzo de 2019), Londres mantendr¨ªa la libre circulaci¨®n de personas, bienes y servicios entre Irlanda del Norte y el resto de la isla. El Gobierno de May se resisti¨® al principio, pero acab¨® aceptando el compromiso.

?Qu¨¦ soluci¨®n se ha planteado?

Varias a lo largo de la negociaci¨®n, pero todas encallaron y enconaron los ¨¢nimos hasta colocar las negociaciones al borde del colapso. Bruselas propuso mantener la integraci¨®n de Irlanda del Norte en el mercado europeo, sin variar la situaci¨®n actual en esa parte del Reino Unido. La propuesta supon¨ªa el establecimiento de una frontera en el mar de Irlanda para controlar la entrada en Irlanda del Norte de productos procedentes del resto de Reino Unido. El Gobierno de May se opuso tajantemente por considerar que romper¨ªa la integridad territorial del pa¨ªs.

?Qu¨¦ alternativa plante¨® Londres?

Tras enormes titubeos y dudas, May propuso que todo Reino Unido, no solo Irlanda del Norte, continuasen en la uni¨®n aduanera europea, lo que permitir¨ªa la libre circulaci¨®n de productos como en la actualidad. La UE rechaz¨® la idea.

?Por qu¨¦ se opuso Europa?

Porque Londres pretend¨ªa reservarse el derecho a negociar sus propios acuerdos comerciales con pa¨ªses terceros, una posibilidad incompatible, seg¨²n Bruselas, con la pertenencia a una uni¨®n aduanera. Tambi¨¦n reclama la posibilidad de establecer aranceles diferentes a los de la UE, lo que de facto habr¨ªa creado una competencia entre el Reino Unido y los socios de la uni¨®n aduanera.

?Era el ¨²nico problema?

No. Londres tambi¨¦n exig¨ªa que en la negociaci¨®n del Brexit se incluyesen elementos sobre la futura relaci¨®n comercial que mantendr¨¢n las dos partes. La UE se negaba y prefer¨ªa negociar el nuevo Tratado comercial a partir del 30 de marzo de 2019, con Reino Unido convertido ya en un mero pa¨ªs tercero.

?C¨®mo se ha solucionado el conflicto?

Se han fusionado las dos propuestas, aunque todav¨ªa no se conoce la letra peque?a del acuerdo. Por un lado, Londres se resigna a permanecer en la uni¨®n aduanera y acatar las normas que emanen de Bruselas si tras el Brexit y el per¨ªodo transitorio de salida (que expira el 31 de diciembre de 2020) no se ha encontrado una soluci¨®n definitiva para Irlanda. Por otro, la UE acepta incorporar en el acuerdo de salida ciertos elementos sobre la relaci¨®n futura y ampliar una declaraci¨®n pol¨ªtica que siente las bases sobre la negociaci¨®n del futuro acuerdo comercial.

?Cu¨¢nto tiempo estar¨¢ Reino Unido sometido a las normas aduaneras de la UE?

Ha sido otro de los grandes puntos de debate. Londres reclamaba la posibilidad de poner fin unilateralmente a su pertenencia a la uni¨®n aduanera, con independencia de que se hubiera resuelto o no el problema de Irlanda. Bruselas se ha negado y todo indica que ha logrado que la finalizaci¨®n del acuerdo deber¨¢ ser siempre por mutuo consentimiento.

?Termina as¨ª el proceso?

No, ni mucho menos.

?Qu¨¦ falta?

Por lo pronto, que el proyecto de acuerdo salga adelante en el consejo de ministros que se celebra este mi¨¦rcoles en Londres. Y en Europa, los Gobiernos tambi¨¦n han pedido entre 10 y 15 d¨ªas para revisar el texto y, en ciertos casos, someterlo a deliberaci¨®n en los Parlamentos nacionales antes de que una cumbre europea d¨¦ la luz verde.

Si no hay contratiempos, ?cu¨¢ndo se podr¨ªa sellar el pacto?

El presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, convocar¨¢ una cumbre europea extraordinaria tan pronto como constate que Londres est¨¢ dispuesto a llegar al final. El calendario es apretado, pero fuentes comunitarias indican que la cumbre se celebrar¨ªa entre el 24 y el 28 de noviembre, con el domingo 25 como la fecha apuntada como m¨¢s probable por razones de agenda y log¨ªstica.

?Ser¨¢ un Brexit duro o blando?

"Brexit significa Brexit", sentenci¨® May cuando asumi¨® la magna tarea de negociar la salida de Reino Unido de la UE, envenenada herencia que recibi¨® de su predecesor, David Cameron. Tan tajante afirmaci¨®n ha degenerado, sin embargo, en un c¨²mulo de interpretaciones contradictorias y divergentes que la propia May ha ido formulando mientras intentaba sobrevivir pol¨ªticamente a las consecuencias de un refer¨¦ndum que cambi¨® el curso de la historia de su pa¨ªs. Del Brexit duro planteado inicialmente por May se ha pasado a un Brexit blando, indefinido e incierto, expuesto a ser rechazado tanto por los eur¨®fobos brit¨¢nicos como por los partidarios de seguir en la UE. Esa ambivalencia puede convertirse en la mejor baza de May. El descontento de ambas partes puede obligarles a elegir entre el acuerdo o la marcha atr¨¢s. Y es probable que opten por el Brexit de May, signifique lo que signifique.