Singapur, el para¨ªso de los taxis voladores
La ciudad-Estado se ofrece como lugar de prueba de una firma alemana de taxis a¨¦reos
Lo bautizan a menudo como el pa¨ªs del futuro, y no es una denominaci¨®n infundada. La ¨²ltima apuesta de Singapur para reivindicar el t¨ªtulo es la de convertirse en espacio de prueba de taxis a¨¦reos, similares a helic¨®pteros en la forma, pero que funcionan de modo parecido a los drones. Una iniciativa con la que la isla, de poco m¨¢s de 5,5 millones de habitantes y uno de los PIB per c¨¢pita m¨¢s altos del planeta, mata dos p¨¢jaros de un tiro: seguir atrayendo empresas pioneras a su territorio y explorar nuevas f¨®rmulas para asegurar que mantiene el tr¨¢fico a raya, una de sus grandes obsesiones.
SmartNation (Naci¨®n Inteligente), el proyecto que desde que fue presentado en 2014 ha convertido la innovaci¨®n tecnol¨®gica en pol¨ªtica de Estado, sigue abrazando nuevos retos. Singapur ya ha puesto a prueba los veh¨ªculos sin conductor, los autobuses el¨¦ctricos, ha creado un dron-estado en el que experimentar de forma segura c¨®mo las naves no tripuladas pueden mejorar la vida diaria de sus ciudadanos, y ahora riza a¨²n m¨¢s el rizo facilitando sus primeros ensayos a la compa?¨ªa alemana Volocopter.
La empresa ha anunciado que ser¨¢ en la segunda mitad del pr¨®ximo a?o cuando empiece a probar sus aparatos en Singapur, que podr¨¢n ser manejados por un piloto, de forma remota o aut¨®noma. Las aeronaves tienen capacidad para transportar a dos personas y volar una distancia estimada de 30 kil¨®metros, ideal para la peque?a ciudad-Estado, que puede ser recorrida de punta a punta en alrededor de una hora por carretera.
El objetivo de Volocopter es validar y verificar la capacidad de sus taxis a¨¦reos de despegar y aterrizar en un espacio urbano, despu¨¦s de realizar su primer ensayo p¨²blico y sin piloto en Dubai en septiembre del a?o pasado. Los veh¨ªculos cuentan con dieciocho h¨¦lices el¨¦ctricas, est¨¢n dise?ados especialmente para circular en ciudades y pueden transportar hasta 160 kilogramos. Van equipados, adem¨¢s, con paraca¨ªdas de emergencia y numerosos sistemas de apoyo para el control de vuelo y la estabilizaci¨®n de la nave.
La compa?¨ªa alemana ha contado con el respaldo de la Autoridad de Aviaci¨®n Civil de Singapur (CAAS, en sus siglas en ingl¨¦s) para llevar a cabo sus planes. Su director, Ho Yuen Sang, asegur¨® que los Volocopter tienen el potencial de transformar la movilidad y la log¨ªstica de la ciudad. ¡°Estamos encantados de trabajar con ellos para analizar sus capacidades t¨¦cnicas y ver hasta d¨®nde pueden llegar¡±, publica el diario isle?o The Straits Times.
Y es que, de momento, se trata solo de eso. De una prueba. Los aparatos de la firma alemana no pueden ser comercializados a¨²n en ning¨²n sitio pues carecen de certificado para operar como taxis a¨¦reos. La empresa ¨Cque no es la ¨²nica probando este tipo de naves, Airbus, por ejemplo, tambi¨¦n lo hace- prev¨¦ cubrir las primeras rutas en un periodo de entre tres y cinco a?os, sin descartar que sea Alemania su destino final de operaciones.
Pero Singapur logra sus objetivos. Primero porque muestra su compromiso con la innovaci¨®n tecnol¨®gica y atrae de paso a empresas punteras, base de su modelo econ¨®mico desde hace d¨¦cadas, pues la firma alemana ha dicho que crear¨¢ un equipo de dise?o de producto e ingenieros que operen desde la isla. Tambi¨¦n ha asegurado que buscar¨¢ alianzas con promotores inmobiliarios en Singapur para desarrollar en conjunto infraestructura de apoyo a las pruebas a¨¦reas.
Y segundo porque, de funcionar, la circulaci¨®n de taxis a¨¦reos en la ciudad-Estado va muy en l¨ªnea con el objetivo de Singapur de controlar el tr¨¢fico que transita por la ciudad-Estado. El pa¨ªs est¨¢ comprometido con preservar el medioambiente y vigilar los atascos y la contaminaci¨®n, algo que hasta ahora ha logrado con ¨¦xito, sobre todo en contraste con los frecuentes embotellamientos que padecen las capitales de algunos pa¨ªses vecinos, como Manila (Filipinas) o Yakarta (Indonesia).
Una de sus medidas m¨¢s extremas al respecto fue la de congelar el n¨²mero de veh¨ªculos permitidos en febrero del a?o pasado para controlar su parque m¨®vil, mientras a la vez invierte en desarrollar su red de transporte p¨²blico. De resultar exitosa la prueba, los taxis a¨¦reos contribuir¨¢n a despejar a¨²n m¨¢s las calzadas, si bien los cielos singapurenses contar¨¢n con nuevos transe¨²ntes.
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