El hundimiento republicano en California sentencia la mayor victoria dem¨®crata desde el ¡®Watergate¡¯
Tras adjudicarse el ¨²ltimo esca?o de las legislativas, el Partido Republicano ha perdido 40 representantes, 7 de ellos en el ¡®Estado resistencia¡¯
M¨¢s de veinte d¨ªas despu¨¦s de las elecciones legislativas, un distrito del centro de California termin¨® el mi¨¦rcoles por fin el ¨²ltimo recuento que quedaba pendiente en Estados Unidos. El representante republicano David Valadao fue derrotado por apenas 591 votos por el aspirante dem¨®crata, TJ Cox. La victoria en este distrito rural de Fresno certifica que el Partido Republicano ha pasado a ser una fuerza irrelevante en el estado m¨¢s poblado del pa¨ªs. Pero adem¨¢s, certifica la mayor derrota de los republicanos en unas legislativas desde el desastre del esc¨¢ndalo Watergate.
Los dem¨®cratas necesitaban ganar 23 esca?os de los republicanos en todo el pa¨ªs para lograr la mayor¨ªa en la C¨¢mara de Representantes. Con el de Cox, han logrado 40. En porcentaje de votos, la diferencia total fue de 53,1% contra 45,2% de los republicanos. Seg¨²n un an¨¢lisis de NBC, se trata de la mayor diferencia de votos a nivel nacional a favor de los dem¨®cratas desde las legislativas de 1974, que se produjeron apenas tres meses despu¨¦s de que el presidente Richard Nixon dimitiera por el esc¨¢ndalo.
En aquella ocasi¨®n la diferencia fue de 8,7 millones de votos a favor de los dem¨®cratas, que recuperaron 49 esca?os. Nixon se llev¨® por delante al partido, que no pudo contrarrestar la percepci¨®n de que hab¨ªan defendido casi hasta el final a un presidente corrupto, mientras desafiaba al Tribunal Supremo y al propio Congreso. En las elecciones del pasado 6 de noviembre, la diferencia fue de 8,6 millones a favor de los dem¨®cratas.
La monumental derrota de los republicanos en la C¨¢mara de Representantes ha venido de su hundimiento en los suburbios alrededor de las grandes ciudades, que ya son en su mayor¨ªa dem¨®cratas. En la divisi¨®n campo-ciudad de Estados Unidos, cada vez m¨¢s marcada, esos distritos entre medias son la clave electoral. La misma noche electoral se vio en distritos significativos que fueron tomados por los analistas como term¨®metros del pa¨ªs, como el 10 de Virginia, a las afueras de Washington DC, o el 6 de Colorado, a las afueras de Denver. Ambos, s¨®lidos feudos republicanos, pasaron a manos dem¨®cratas.
Pero en ning¨²n lugar ese hundimiento ha sido tan profundo, y sobre todo tan simb¨®lico, como en California. Con 39 millones de habitantes, el Estado tiene la delegaci¨®n m¨¢s grande de la C¨¢mara de Representantes: 53 esca?os de los 435, el 12% de la C¨¢mara. Los dos portavoces de la C¨¢mara son californianos: Nancy Pelosi (San Francisco) y Kevin McCarthy (Bakersfield). Con la derrota de Valadao, solo 7 de los 53 esca?os ser¨¢n republicanos. El partido que apoya a Trump ya era minoritario en California, ten¨ªa 14 esca?os, y ha perdido la mitad de una tacada. Era el objetivo m¨¢ximo, el sue?o m¨¢s loco de los estrategas dem¨®cratas, que se conformaban con ganar 4 esca?os californianos para asegurar los 23 a nivel nacional. En el estado m¨¢s rico y m¨¢s poblado del pa¨ªs, los republicanos han quedado convertidos en una fuerza marginal.
El epicentro de la derrota llega adem¨¢s del condado de Orange (OC), con una gran carga simb¨®lica. Situado entre Los ?ngeles y San Diego, OC ha sido un basti¨®n republicano desde los a?os 30. Aqu¨ª construyeron sus carreras y cimentaron su poder los dos ¨²nicos presidentes que ha dado California, Ronald Reagan y Richard Nixon. Reagan llam¨® a Orange ¡°el lugar donde los buenos republicanos van a morir¡±. Electoralmente, los republicanos manten¨ªan en OC cuatro distritos, dos en la zona de costa m¨¢s privilegiada del sur de California y dos adyacentes en el interior, que comprenden grandes ciudades suburbiales como Irvine y Anaheim. Los cuatro han pasado a manos dem¨®cratas. No queda un solo trozo de costa de California que vote republicano, ni ning¨²n suburbio a menos de 90 kil¨®metros de Los ?ngeles.
El Partido Dem¨®crata hab¨ªa echado el resto en el condado de Orange despu¨¦s de ver los resultados de 2016. Hillary Clinton fue la primera candidata dem¨®crata a presidente en ganar en este condado desde Franklin D. Roosevelt en los a?os 30. Aquel resultado indicaba que la zona estaba a tiro por primera vez en d¨¦cadas. Los cambios demogr¨¢ficos favorec¨ªan a los dem¨®cratas y los conservadores del basti¨®n de Reagan no se iban a movilizar para defender a Donald Trump. En su estrategia, los dem¨®cratas han tenido a candidatos como Harley Rouda, un antiguo republicano que se present¨® como centrista y ha jubilado en el distrito 48 nada menos que a Dana Rohrabacher, exaltado trumpista al que se le conoce como el mejor amigo de Rusia en Washington.
Los n¨²meros definitivos son de tal calibre que el presidente saliente de la C¨¢mara de Representantes, Paul Ryan, hizo una extra?a declaraci¨®n el jueves en la que parec¨ªa poner en duda la limpieza del resultado electoral en California. Ryan dijo que el sistema electoral de California ¡°desaf¨ªa a la l¨®gica¡±. ¡°La noche de las elecciones perd¨ªamos por 26 esca?os y tres semanas despu¨¦s b¨¢sicamente hemos perdido todas las elecciones de California¡±. En otro momento dijo que ¡°su sistema (electoral) es muy raro; sigo sin comprenderlo bien. Hay muchas elecciones que ten¨ªamos que haber ganado¡±. Tras la publicaci¨®n de sus comentarios, su oficina tuvo que aclarar en un comunicado que Ryan no estaba poniendo en duda los resultados.
El secretario del estado y autoridad electoral, Alex Padilla, respondi¨® a Ryan diciendo que California es ¡°meticulosa¡± en asegurarse de que se cuenta cada voto, que es el estado con m¨¢s votantes registrados y que tiene particularidades para facilitar el voto como, por ejemplo, permitir que los votos por correo se entreguen hasta el mismo d¨ªa de las elecciones, lo cual puede retrasar muchos d¨ªas el recuento. Adem¨¢s, varios de los esca?os se han decidido por un margen muy estrecho, lo que ha hecho que nadie los diera por adjudicados hasta el ¨²ltimo momento. En el caso del republicano Valadao, por ejemplo, la agencia Associated Press lo dio como ganador en la noche electoral. Esta semana tuvo que retirar su predicci¨®n, cuando TJ Cox se puso en cabeza en el recuento de los votos por correo.
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