La Francia vac¨ªa que explica a los ¡®chalecos amarillos¡¯
Un viaje a la provincia francesa donde ha estallado el hartazgo contra el presidente Emmanuel Macron
La ciudad de Nevers ofrece de lejos la estampa de la douce France, la Francia dulce e intemporal: el campanario de la catedral, las callejuelas del centro urbano con sus comercios y sus restaurantes, la campi?a profunda a diez minutos.
Desde la orilla del Loira, el perfil id¨ªlico de esta ciudad de 35.000 habitantes a 250 kil¨®metros al sur de Par¨ªs puede inducir a la confusi¨®n. Nevers y su regi¨®n son uno de los lugares donde se ha gestado la revuelta de los chalecos amarillos, los franceses hartos de pagar impuestos y de los recortes en los servicios p¨²blicos.
¡ªMire aquella casa ah¨ª lejos. Vive una persona mayor. Necesita hacer kil¨®metros para ir de compras. ?Se da cuenta de lo que gasta en gasoil?
PRECIO DEL GAS?IL
Euros por litro y parte en impuestos, en porcentaje. A 26-11-2018
Michel lleva seis meses en paro y dos semanas apostado en una rotonda junto a la autopista A-77. Lleva puesto un chaleco amarillo, la prenda fluorescente que obligatoriamente llevan los coches. El chaleco es el s¨ªmbolo de un movimiento que estall¨® hace tres semanas como una protesta de automovilistas contra el aumento de las tasas al combustible. Ahora reclaman mucho m¨¢s. El pegamento entre todos ellos es el rechazo, a veces visceral, al presidente Emmanuel Macron.
Como muchos chalecos amarillos, Michel desconf¨ªa de la prensa ¡ªser de la prensa extranjera facilita la tarea¡ª y no quiere revelar su apellido. ?l y otros activistas han construido una caba?a de madera en el centro de la rotonda. Desde all¨ª controlan el paso de coches y camiones.
¡°Recibo 900 euros del subsidio de paro. Cuando pagas todas tus facturas ya no te queda nada¡±, explica. ¡°Y tengo dos hijos, de seis y tres a?os¡±. ?l tiene 31.
Antes trabajaba de jardinero. Su mujer hace tareas de limpieza. El paro se le acaba a finales de a?o. Entonces recibir¨¢ la ayuda social de 652 euros mensuales.
GASTO SOCIAL
En porcentaje del PIB
Un territorio poco poblado. Una precariedad en la que millones de franceses temen caer. Un pu?ado de franceses airados en un checkpoint improvisado.
El movimiento de los chalecos amarillos se extiende por todo el pa¨ªs. Es la Francia de las ciudades peque?as y medianas, y la Francia rural, donde el autom¨®vil es una herramienta de trabajo y para muchos de supervivencia y donde el cierre de una consulta m¨¦dica o de la l¨ªnea de tren son una condena al ostracismo.
Existe una geopol¨ªtica de los chalecos amarillos. El departamento de la Ni¨¨vre, del que Nevers es la capital, fue el 17 de noviembre ¡ªprimer s¨¢bado de concentraciones¡ª el de mayor densidad de chalecos amarillos respecto a la poblaci¨®n total, seg¨²n el c¨¢lculo del dem¨®grafo Herv¨¦ Le Bras sobre la base de los datos disponibles. Le Bras superpuso el mapa de los chalecos amarillos a otros dos: el de los departamentos que pierden poblaci¨®n y el que refleja la lejan¨ªa respecto a los servicios de la vida cotidiana.
Los tres mapas coinciden al dibujar un corredor que atraviesa Francia de nordeste al suroeste: departamentos con alta densidad de chalecos amarillos, ca¨ªda de poblaci¨®n y aislamiento geogr¨¢fico. La franja coincide con lo que el ge¨®grafo Roger Brunet llam¨® en los a?os ochenta la diagonal del vac¨ªo. Instaladas en plena diagonal del vac¨ªo ¡ªla Francia vac¨ªa, parafraseando el t¨ªtulo del ensayo de Sergio del Molino sobre la Espa?a despoblada¡ª se encuentran la Ni¨¨vre y Nevers.
Se podr¨ªan a?adir otros mapas. Por ejemplo, la Ni¨¨vre tiene una tasa de paro del 7,7%, frente a la media nacional del 8,7%. Y este departamento no ha sido hasta ahora un feudo de la extrema derecha del Frente Nacional (FN) ni de su sucesor, el Reagrupamiento Nacional, aunque avanza elecci¨®n a elecci¨®n.
LA GEOGRAF?A DE LA REVUELTA EN FRANCIA
¡°Sin duda hay personas politizadas en el movimiento, pero ni la geograf¨ªa ni la frecuencia de chalecos amarillos ni sus esl¨®ganes corresponden a un color pol¨ªtico¡±, dice Le Bras en referencia a los chalecos amarillos.
El trayecto desde la rotonda junto a la A-77, donde protestan los chalecos amarillos, hasta el centro de Nevers, es breve. Circulan coches con el chaleco amarillo ante el parabrisas. Es la se?al de una solidaridad que va m¨¢s all¨¢ de los activistas movilizados. Del pa¨ªs rural al casco antiguo se tardan 15 minutos. En medio, las carreteras interrumpidas por rotondas y los restaurantes de comida r¨¢pida, los concesionarios, los centros comerciales.
El paisaje de la Francia profunda tiene un aire a Am¨¦rica profunda. Con una diferencia sustancial. Este es uno de los pa¨ªses m¨¢s igualitarios, con una red social que deja a pocos en la cuneta y unas disparidades atenuadas por pol¨ªticas redistributivas. Ni Francia es Estados Unidos ni la Ni¨¨vre es el Medio Oeste. Y Nevers no es Detroit, pese a que el semanario Paris Match, para indignaci¨®n de muchos locales, titule esta semana un reportaje ¡°Nevers, ciudad muerta¡±.
Paris Match parte una realidad innegable: la de la bajada de la poblaci¨®n y el cierre de comercios. Un paseo por algunas de las calles m¨¢s c¨¦ntricas ofrece una sucesi¨®n de escaparates abandonados o ruinosos. Un informe del Ministerio de Econom¨ªa, publicado en 2016, situaba a Nevers como una de las cuatro ciudades medianas francesas con m¨¢s comercios vac¨ªos, alrededor del 22% del total. La migraci¨®n a partir de los setenta a los barrios residenciales de las afueras, acompa?ada de la construcci¨®n de macrocentros comerciales, contribuy¨® al declive.
¡°De ninguna manera Nevers es una ciudad muerta", replica Jean-Luc Dechauffour, librero, presidente de la asociaci¨®n de comerciantes e incansable defensor de las tiendas de proximidad ante los hipermercados de la periferia. Dechauffour comparte con otros el sentimiento de injusticia por la imagen tenebrosa que, desde Par¨ªs, a veces se da de su ciudad. Sostiene que se ha revertido el declive. Habla en la butaca de la barber¨ªa La Fabrique mientras le cortan el cabello. Podr¨ªa ser una barber¨ªa de un barrio hipster de Par¨ªs o Nueva York, el otro rostro de una Francia de provincias tambi¨¦n din¨¢mica, donde no solo cierran los comercios. Antes esta ciudad y este departamento votaban socialista; ahora a Macron. ?Por cu¨¢nto tiempo?
DESIGUALDAD
?ndice GINI. Escala de 0 ( mayor desigualdad) a 100 (menor desigualdad)
La Ni¨¨vre fue el feudo de Fran?ois Mitterrand. Harold Blanot creci¨® bajo el mito Mitterrand en un pueblo cercano a Ch?teau Chinon, del que el presidente fue alcalde entre 1959 y 1981. Blanot es hoy uno de los dirigentes del Reagrupamiento Nacional en el departamento.¡°Desde que empez¨® [el movimiento de contestaci¨®n], ped¨ª a nuestros electores que participaran, pero sin bandera¡±, explica. ¡°La porosidad entre los chalecos amarillos y nosotros es muy fuerte¡±. Toda crisis es una oportunidad.
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