La CDU elige entre el centro o el giro a la derecha para avanzar despu¨¦s de la ¡®era Merkel¡¯
El congreso del centroderecha alem¨¢n concurre dividido a la elecci¨®n del nuevo presidente del partido
El futuro pol¨ªtico de Alemania se decide este viernes en Hamburgo. 1.001 representantes de la Uni¨®n Dem¨®crata Cristiana (CDU) elegir¨¢n a la persona llamada a suceder a Angela Merkel al frente del gran partido conservador europeo. El ganador tendr¨¢ muchas posibilidades de acabar siendo canciller de la primera econom¨ªa europea. Cuando faltan pocas horas para la elecci¨®n, el resultado est¨¢ a¨²n muy abierto y los barones del partido han roto el silencio para decantarse bien por el continuismo centrista de Annegret Kramp-Karrenbauer, o por la renovaci¨®n y el giro a la derecha que representa Friedrich Merz. Si hay algo claro es que el nuevo jefe de la CDU deber¨¢ reparar la divisi¨®n de un partido en horas bajas.
El congreso de Hamburgo marca el fin de una era que comenz¨® hace 18 a?os, cuando Merkel se hizo con las riendas del partido que gobierna en Alemania en gran coalici¨®n con la socialdemocracia. A finales de octubre, la canciller Merkel anunci¨® que renunciaba a la presidencia. Lo hizo presionada por el creciente descontento que anida en el partido, ante la sangr¨ªa de votos en pasadas citas electorales y al auge de los populistas (Alternativa por Alemania), que han encontrado un hueco cada vez mayor a la derecha de la CDU. De que haya o no sinton¨ªa entre el nuevo presidente del partido y la canciller depender¨¢ en buena medida que Merkel sea capaz de acabar su mandato en 2021 como pretende.
El anuncio de Merkel ha convertido este congreso de Hamburgo en crucial. De ¨¦l emanar¨¢ un solo ganador que se enfrenta al reto de unir a un partido dividido en torno al legado de una canciller en su cuarto mandato y de recuperar el terreno electoral perdido en un contexto de inestabilidad y creciente fragmentaci¨®n pol¨ªtica, tambi¨¦n en Alemania.
Concurren tres candidatos, Annegret Kramp-Karrenbauer, conocida como?AKK y mini Merkel por representar el centro y, por lo tanto, la opci¨®n de la continuidad. Frente a ella, Friedrich Merz, un exitoso hombre de negocios, que vuelve a la pol¨ªtica tras haber sido defenestrado por la canciller hace 14 a?os y que propone volver a las esencias de un partido que considera que se ha escorado en exceso hacia el centro. Y por ¨²ltimo, con menos posibilidades que los dos anteriores, Jens Spahn, actual ministro de Sanidad, perteneciente al ala m¨¢s conservadora de la CDU.
Durante dos semanas, los candidatos han recorrido el pa¨ªs en ocho conferencias regionales, en las que han tratado de convencer a los afiliados y sobre todo al millar de delegados llamados a votar. Las intervenciones no han servido para aclarar qui¨¦n parte como claro favorito. Pero s¨ª han provocado cierta euforia en un partido que no celebraba una elecci¨®n semejante desde hac¨ªa casi medio siglo. Las encuestas entre los votantes de la CDU muestran una ventaja para AKK, pero son los 1.001 delegados y no los simpatizantes los que votan, lo que aumenta la incertidumbre sobre el resultado.?
Hasta mediados de semana, los pesos pesados del partido hab¨ªan evitado desvelar sus preferencias, pero el anuncio de Wolfgang Sch?uble, el presidente del Bundestag y gran pope de la pol¨ªtica alemana ha roto abruptamente la tregua. Sch?uble ha dejado a claro en una entrevista, que apoya a su amigo Merz. ¡°Ser¨ªa lo mejor para el pa¨ªs¡±, dijo el hombre, que seg¨²n la prensa alemana urdi¨® a espaldas de Merkel un plan para presionarla a dejar la jefatura del partido.
El apoyo de Sch?uble a uno de los candidatos no ha sentado bien a los partidarios de AKK y en especial al ministro de Econom¨ªa, Peter Altmaier. ¡°No lo hab¨ªa hecho p¨²blico por respeto a los delegados. Pero ahora que Sch?uble ha abierto la veda, puedo decir que con Annegret Kramp-Karrenbauer tenemos las mayores posibilidades de unir a la CDU y de ganar las elecciones¡±, ha dicho al Rheinische Post. Otro miembro destacado del partido, Daniel G¨¹nther, una joven estrella se ha decantado tambi¨¦n por AKK. Merkel no se ha pronunciado abiertamente, pero es un secreto a voces que su candidata es Kramp-Karrenbauer.
Su apoyo abierto podr¨ªa resultar contraproducente. Ning¨²n candidato quiere ser Merkel 2.0. Tampoco su protegida, AKK, consciente de que Merkel es una pol¨ªtica muy valorada dentro del partido, pero cuyo legado pol¨ªtico, en especial su pol¨ªtica de refugiados, genera divisi¨®n. Kramp-Karrenbauer ha tratado en los ¨²ltimos d¨ªas de distanciarse de su mentora. Y lo ha hecho sobre todo endureciendo su ret¨®rica migratoria, a pesar de representar el ala m¨¢s centrista del partido.
AKK, de 56 a?os, es una eficaz pol¨ªtica de provincias que ha demostrado saber gobernar y ganar elecciones en el peque?o Estado del Sarre. Kramp-Karrenbauer conoce bien los entresijos del partido, del que es secretaria general desde el pasado febrero. ¡°AKK trae su experiencia y convence¡±, explicaba Gabrielle Cocozza, una afiliada, que esta semana acudi¨® al cierre de la campa?a de los candidatos en Berl¨ªn.
Pero AKK es sobre todo la candidata que menos polariza y a la que muchos consideran capaz de hacer que convivan las distintas sensibilidades del partido. Es la candidata del aparato del partido y de ella no se esperan grandes sobresaltos. Se considera que Merkel podr¨ªa convivir con ella como canciller en armon¨ªa hasta 2021, la fecha que marca el fin de su cuarto mandato.
Falta de sinton¨ªa
Es casi lo contrario de lo que sucede con Merz, de 63 a?os. Su falta de sinton¨ªa con la canciller es evidente y su convivencia en caso de ser elegido se perfila peliaguda. Por eso, la elecci¨®n de Merz conllevar¨ªa seg¨²n interpretan numerosos analistas, un posible fin de la actual coalici¨®n de Gobierno y elecciones anticipadas.
Merz se declara fervientemente europeo ¡ªentre 1989 y 1994 fue eurodiputado de una UE hoy irreconocible¡ª y hasta ahora ha sido presidente de varios consejos de administraci¨®n, incluido el de Black Rock en Alemania, el gran fondo de inversi¨®n de EE UU. Durante la campa?a ha defendido una gran reforma fiscal y ha tratado de apelar al ciudadano medio, temeroso de las dificultades propias de la integraci¨®n del mill¨®n y medio de refugiados que han llegado desde 2015. Pero ha dado tambi¨¦n unos cuantos bandazos a ritmo de sondeos de opini¨®n. Si un d¨ªa cuestionaba el derecho constitucional de asilo, al d¨ªa siguiente aseguraba que no se puede dar la espalda a aquellos en zonas de guerra.
Pero Merz es un hombre muy seguro de s¨ª mismo, que ha convencido en el cuerpo a cuerpo de las conferencias regionales. ¡°Tiene las ideas claras y sabe hacia donde quiere ir¡±, cree Bj?rn Bartnik, asesor financiero y afiliado del partido en Mainz. Le gusta que Merz haya pasado a?os en el sector privado, alejado de la pol¨ªtica porque ¡°eso es muy valioso y una clara ventaja¡±. Y quiere sobre todo que la CDU reconquiste el terreno cedido a AfD. Cree que Merz es la persona indicada para hacerlo.
En los actos de campa?a es el que se lleva los grandes aplausos, el que crea una cierta magia cuando habla en la sala. Spahn, a su manera y algo menos, pero tambi¨¦n. Se mueve con agilidad micr¨®fono en mano y su discurso engancha; tiene presencia.
De pol¨ªtica exterior se sabe muy poco de los tres. Christian Ehler, de 55 a?os, es eurodiputado y delegado por Brandenburgo y es uno de los 1.001 llamados a votar. Ehler destaca que ¡°ninguno de los candidatos es euroesc¨¦ptico y sostiene que ¡°la pol¨ªtica europea no va a cambiar con ninguno de ellos. Los tres significan continuidad¡±, sostiene en los m¨¢rgenes de una de las conferencias regionales.
Spahn, el m¨¢s joven de los tres ¡ªtiene 38 a?os¡ª, parte aparentemente con muchas menos posibilidades que sus rivales. El actual ministro de Sanidad es el candidato m¨¢s conservador y el ¨²nico que se ha atrevido a emular a la ultraderecha y situar a los refugiados en el centro de su discurso cuestionando incluso el pacto de la ONU para la migraci¨®n. Es tambi¨¦n, al contrario que AKK, defensor del matrimonio gay. ?l mismo se cas¨® con su pareja poco despu¨¦s de que se aprobara el matrimonio de personas del mismo sexo en Alemania el a?o pasado.
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