Bruselas advierte de que la UE debe ¡°tener miedo¡± de empresas chinas ¡°como Huawei¡±

La Uni¨®n Europea es el primer destino de las empresas chinas, que solo en 2017 invirtieron m¨¢s de 35.000 millones de euros en el continente, seg¨²n la consultora Rhodium Group. Casi el 60% de ese capital fue a infraestructuras y telecomunicaciones. Y, en pleno desarrollo de las redes m¨®viles 5G, el apetito inversor no hace sino incrementarse.

Esa voracidad, sin embargo, ha puesto en guardia a la Comisi¨®n y a varios pa¨ªses, que ven con especial preocupaci¨®n la entrada de capital p¨²blico en empresas estrat¨¦gicas (que te¨®ricamente no es el caso de Huawei). Alemania y Francia temen que esas adquisiciones supongan una transferencia tecnol¨®gica de sus pa¨ªses hacia Pek¨ªn y, adem¨¢s, pongan en riesgo la seguridad y la soberan¨ªa europeas. El vicepresidente de la Comisi¨®n encargado de la cartera del Mercado ?nico Digital expres¨® este viernes esa ¨²ltima inquietud: la posibilidad de que los proveedores o fabricantes de tecnolog¨ªa chinos colaboren con los servicios de inteligencia de Pek¨ªn.

¡°?Tenemos que estar preocupados por Huawei o otras compa?¨ªas chinas? S¨ª, creo que tenemos que estarlo¡±, dijo con rotundiad. Ansip denunci¨® que China est¨¢ exigiendo puertas traseras (backdoors en la jerga) obligatorios. Estos consisten en una secuencia que permite evitar los sistemas de seguridad de un dispositivo. Uno de sus fines puede ser el espionaje ¡ªindustrial o estatal¡ª o controlar el dispositivo de un ciudadano sin su consentimiento. ¡°Pueden poner alg¨²n chip para tener acceso a nuestros secretos¡±, advirti¨® Andrus Ansip.

A pesar de que afirm¨® desconocer ¡°exactamente¡± las razones del arresto de Meng, Ansip alert¨® de que ¡°como ciudadanos normales y corrientes¡± hay motivos para ¡°estar preocupados¡±. En concreto, juzg¨® que ¡°no es un buen uso de la ciencia¡± obligar a las compa?¨ªas a abrir sus sus sistemas a los servicios secretos de un pa¨ªs, en este caso China.

Las declaraciones Ansip provocaron malestar en la compa?¨ªa, que en un comunicado afirm¨® estar ¡°sorprendida¡± y ¡°decepcionada¡±. La empresa neg¨® ¡°categ¨®ricamente¡± que suponga una amenaza para la seguridad y que ning¨²n Gobierno le haya pedido crear sistemas para acceder de forma il¨ªcita en los m¨®viles de los usuarios.

El desarrollo de la red m¨®vil de 5G, una infraestructura clave que Europa espera desplegar en 2019, ha supuesto que varios pa¨ªses hayan mirado con lupa los movimientos de Huawei. Algunos incluso han llegado a vetar el uso de equipos fabricados por la compa?¨ªa china, que lidera el desarrollo tecnol¨®gico mundial en este ¨¢mbito. Es el caso de Australia y Nueva Zelanda.

Las reticencias a entregar proyectos a compa?¨ªas chinas por miedo al espionaje tambi¨¦n han llegado a Europa. En Reino Unido, British Telecom anunci¨® el mi¨¦rcoles que ha empezado a eliminar los equipos de Huawei de sus redes de 3G y 4G y que la compa?¨ªa no tendr¨¢ acceso al 5G.

Riesgos de seguridad

Sobre la empresa de Shenzhen pesan las conclusiones de un informe del Gobierno brit¨¢nico que se?alaba que los equipos fabricados por la empresa hab¨ªan expuesto a las redes de telecomunicaciones del pa¨ªs a riesgos de seguridad. Huawei se comprometi¨® el viernes a abordar esos problemas con una inversi¨®n de 2.000 millones de d¨®lares (1.753 mllones de euros), inform¨® Reuters.

Pero los recelos de la Comisi¨®n Europea no se limitan solo a la presencia que pueda tener China como proveedor tecnol¨®gico en la UE. Bruselas tiene ya encarrilada una regulaci¨®n para controlar las inversiones procedentes de terceros pa¨ªses que puedan comprometer la ¡°seguridad¡± o el ¡°orden p¨²blico¡±. Esta podr¨ªa ser ratificada por el Parlamento a comienzos de 2019.

La nueva regulaci¨®n europea para escrutar las inversiones de terceros pa¨ªses fue aplaudida por Francia, Alemania y el anterior Gobierno italiano. El Gobierno de Angela Merkel ya fren¨® en 2016 una operaci¨®n de 670 millones de euros sobre la tecnol¨®gica Aixtron por parte de un fondo vinculado con el Gobierno chino.

Sin embargo algunos pa¨ªses son reticentes a la norma, como Grecia, Portugal y ahora el nuevo Ejecutivo italiano, encabezado por Giuseppe Conte, seg¨²n fuentes comunitarias. Esos pa¨ªses ven en el capital chino una oportunidad para relanzar sus econom¨ªas. Empresas p¨²blicas chinas se han hecho con infraestructuras como el puerto del Pireo y la terminal de contenedores de Valencia o han lanzado una oferta por la principal el¨¦ctrica de Portugal. La UE quiere al menos poder emitir un dictamen sobre este tipo de operaciones.