Macron anuncia el aumento del salario m¨ªnimo en 100 euros
El presidente franc¨¦s busca aplacar a los ¡®chalecos amarillos¡¯ con un mea culpa y medidas sociales
Y Emmanuel Macron reaccion¨®. El presidente franc¨¦s sali¨® este lunes de la par¨¢lisis y respondi¨® con claridad a las demandas de los chalecos amarillos, un movimiento que expresa el malestar de las clases medias empobrecidas. Entre otras medidas para reforzar el poder adquisitivo, Macron anunci¨® una subida del salario m¨ªnimo de cien euros, una mano tendida a los franceses con dificultades para llegar a final de mes. Y enton¨® un mea culpa por su actitud, percibida como hiriente hacia los m¨¢s desfavorecidos.
¡°La c¨®lera que hoy se expresa es justa en muchos aspectos¡±, dijo Macron en un discurso de 13 minutos desde el palacio del El¨ªseo, sin las citas literarias ni los giros barrocos a los que es tan aficionado. ¡°S¨¦ que a veces he herido a algunos de vosotros con mis palabras¡±, a?adi¨®.
Era un gesto de humildad, un intento de reconectar con los franceses, a los que en el ¨²ltimo a?o y medio, desde que gan¨® las elecciones, ha irritado al hablar, por ejemplo, de ¡°los que no son nada¡±, los ¡°vagos¡± o ¡°los galos refractarios a las reformas¡±.
El tono es nuevo. Y las medidas apuntan un giro social en un pol¨ªtico centrista que hab¨ªa gobernado en el centroderecha. Se abre una nueva etapa en un quinquenio que hab¨ªa entrado en crisis. El impopular Macron, que llevaba m¨¢s de una semana en silencio, pasa a la ofensiva.
La inesperada subida del salario m¨ªnimo en cien euros mensuales a partir de enero es la medida m¨¢s significativa. Hoy el salario m¨ªnimo en Francia es de 1.498,47 euros brutos y 1.184,93 euros netos. M¨¢s anuncios. En 2019 las horas extra estar¨¢n exentas de impuestos y contribuciones sociales, lo que pondr¨¢ m¨¢s dinero en el bolsillo de los asalariados. El Gobierno pedir¨¢ a los empresarios que ingresen a los trabajadores una prima de fin de a?o libre de impuestos. Y la subida de la CSG, un impuesto para financiar la protecci¨®n social, se ver¨¢ reducida para los jubilados que cobran menos de 2.000 euros al mes.
¡°Hoy quiero decretar el estado de excepci¨®n econ¨®mica y social¡±, dijo el presidente.
Los chalecos amarillos ¡ªla revuelta sin l¨ªderes que tiene por emblema la prenda fluorescente obligatoria en los autom¨®viles¡ª comenzaron a movilizarse en noviembre. Se opon¨ªan al encarecimiento del carburante. La protesta se ampli¨® a la reivindicaci¨®n de un aumento del mermado poder adquisitivo. Acompa?ada de manifestaciones que degeneraban en disturbios, ampli¨® el programa hasta exigir la dimisi¨®n del presidente.
Todas las medidas presentadas supondr¨¢n una p¨¦rdida de ingresos y un aumento del gasto para el Estado, y pondr¨¢n en riesgo los compromisos europeos de d¨¦ficit. La semana pasada, el Gobierno anul¨® la subida en 2019 de la tasa al carburante.
No hay concesiones en otra petici¨®n: el restablecimiento del impuesto sobre la fortuna, considerado necesario para reactivar las inversiones en Francia.
El discurso fue un primer paso en el esfuerzo de Macron por reconquistar a los franceses. Las semanas de protestas y disturbios han evidenciado la distancia con los ciudadanos. Los desperfectos son demasiado aparatosos para arreglarlos en 13 minutos.
"Cuando se desata la violencia, cesa la libertad. As¨ª que a partir de ahora la calma y el orden republicano deben reinar", dijo el presidente.
La inc¨®gnita es si los anuncios bastar¨¢n. Desde que empezaron los bloqueos y las concentraciones, el Gobierno franc¨¦s siempre ha dado la impresi¨®n de ir un paso por detr¨¢s de los acontecimientos. Sin las movilizaciones, que nunca han sido masivas y sin los estallidos de violencia, quiz¨¢ Macron nunca habr¨ªa rectificado.
El presidente quer¨ªa complementar las medidas econ¨®micas con un cambio de m¨¦todo y estilo. El nuevo m¨¦todo se escenific¨® al mediod¨ªa durante una reuni¨®n en el El¨ªseo con alcaldes y representantes de los sindicatos y la patronal. Al llegar al poder en 2017, Macron impuso otra manera de gobernar. Se rode¨® de j¨®venes tecn¨®cratas. Despreci¨® a los viejos partidos y sindicatos. Convencido de su genio pol¨ªtico al ganar contra pron¨®stico, prescindi¨® de pol¨ªticos veteranos.
El rechazo hacia Macron en una parte de la sociedad es visceral. El diario Le Journal du Dimanche ha revelado que hace unos d¨ªas el presidente dijo a sus consejeros: ¡°Cuando hay odio, significa que hay una demanda de amor¡±. El discurso puede entenderse como una carta de amor. Ahora espera la respuesta.
Tensi¨®n con el primer ministro Philippe
La crisis de los chalecos amarillos ha hecho aflorar la tensi¨®n entre el presidente Emmanuel Macron y su primer ministro, ?douard Philippe. Macron le atribuye decisiones que alimentaron el descontento en la Francia de provincias, n¨²cleo de la revuelta, como la reducci¨®n de la velocidad m¨¢xima en carretera a 80 kil¨®metros por hora. Otra decisi¨®n impopular que el presidente le echa en cara es la reducci¨®n en 5 euros de la APL, una ayuda a la vivienda de la que se benefician unos 6,5 millones de franceses. La semana pasada, Macron recibi¨® en el El¨ªseo a un grupo de alcaldes y calific¨® ambas medidas de ¡°tonter¨ªas¡±. Durante estos d¨ªas de nervios e improvisaci¨®n en el Gobierno franc¨¦s, Macron tambi¨¦n ha desautorizado a Philippe respecto a la subida de las tasas del carburante, el detonante de la revuelta. Despu¨¦s de que Philippe anunciase que el aumento de la tasa ser¨ªa provisional, el Palacio del El¨ªseo le corrigi¨® para hacerla permanente. Desde el 1 de diciembre, el ¨²ltimo d¨ªa que Macron habl¨® en p¨²blico hasta el discurso de anoche, Philippe ha sido el encargado de dar la cara por el Gobierno. La lealtad con Macron de este conservador que fue alcalde de Le Havre ha sido inquebrantable. Ahora su puesto peligra. En la V Rep¨²blica Francesa, el primer ministro es por tradici¨®n el fusible del presidente: la pieza de la que prescindir cuando la presi¨®n se hace insoportable.
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