La UE rechaza renegociar el Brexit, pero busca f¨®rmulas de apoyo a May

La primera ministra brit¨¢nica, Theresa May, se embarc¨® este martes en una desesperada gira europea para pedir socorro a los Gobiernos m¨¢s cercanos y a las instituciones comunitarias ante el riesgo de colapso del acuerdo del Brexit. La b¨²squeda de apoyos en el exterior coincidi¨® con la creciente presi¨®n en Londres para forzar una moci¨®n de censura contra un Ejecutivo marcado por la err¨¢tica negociaci¨®n sobre la salida de Reino Unido de la UE. Los Veintisiete se mostraron firmes en rechazar una renegociaci¨®n, pero abiertos a buscar alguna v¨ªa para ayudar a May.

El pat¨¦tico periplo de May le llev¨® a La Haya, Berl¨ªn y Bruselas, donde la primera ministra implor¨® una reformulaci¨®n del acuerdo de salida que le permita ganar apoyos en el Parlamento brit¨¢nico. La l¨ªder brit¨¢nica se ha topado, como a lo largo de los 20 meses de negociaci¨®n del Brexit, con un bloque comunitario que cierra filas en torno a la posici¨®n pactada en Bruselas y que qued¨® plasmada en el acuerdo de salida cerrado el 25 de noviembre.

May no hall¨® fisuras, pero, inasequible al desaliento, la primera ministra logr¨®, al menos, el compromiso de buscar f¨®rmulas ¡°con valor jur¨ªdico¡± que calmen las inquietudes expresadas por los parlamentarios brit¨¢nicos y que la obligaron a aplazar la votaci¨®n del acuerdo prevista para este martes. La Comisi¨®n Europea y el Ejecutivo brit¨¢nico ya negocian bilateralmente una soluci¨®n de compromiso que se espera concretar en una declaraci¨®n que confirme la voluntad de la UE de evitar un anclaje permanente de Londres a las estructuras comunitarias.

La declaraci¨®n reclamada por May debe dejar claro que la llamada salvaguarda para evitar una frontera f¨ªsica entre Irlanda e Irlanda del Norte solo ser¨¢ una soluci¨®n de ¨²ltimo recurso. Y que, en todo caso, esa salvaguarda (que supone la permanencia de Reino Unido en la uni¨®n aduanera) tendr¨¢ alguna v¨ªa de escape si el futuro pacto comercial entre ambas partes se atasca o descarrila por causas ajenas a Londres.

May necesita convencer a los parlamentarios situados entre los extremos de un Brexit duro y los que desean seguir en la UE. En ese grupo intermedio figuran todos los que aceptan o se resignan al Brexit, pero temen que el acuerdo condene a Reino Unido a permanecer de manera indefinida en una uni¨®n aduanera que impida a Londres desarrollar su propia pol¨ªtica comercial.

¡°Lo que he visto en mis encuentros es que hay una firme determinaci¨®n para abordar este asunto y afrontar este problema¡±, resumi¨® May en Bruselas tras haber desayunado en La Haya con el primer ministro holand¨¦s, Mark Rutte; haber almorzado en Berl¨ªn con la canciller alemana, Angela Merkel, y reunirse a media tarde con el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk.

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El texto ofrecido a Londres ser¨ªa similar a las declaraciones que el 25 de noviembre arrancaron Espa?a o Francia para zanjar sus dudas sobre el acuerdo en relaci¨®n con Gibraltar y el acceso de los pescadores europeos a los caladeros brit¨¢nicos, respectivamente. ¡°Tendr¨ªa su aqu¨¦l que ahora sean los brit¨¢nicos quienes tengan que jurar y perjurar que una declaraci¨®n tiene valor jur¨ªdico¡±, ironiz¨® en Bruselas el secretario de Estado espa?ol para Asuntos Europeos, Marcos Aguiriano, en relaci¨®n con los intentos que Londres hizo en su d¨ªa de minusvalorar las declaraciones sobre Gibraltar.

¡°Est¨¢ claro que los 27 socios de la UE quieren ayudar. La cuesti¨®n es c¨®mo¡±, tuite¨® el siempre lac¨®nico y directo Tusk tras reunirse con May. ¡°Hay margen si se usa inteligentemente¡±, se?al¨® el presidente de la Comisi¨®n Europea, Jean-Claude Juncker, horas antes de reunirse con la primera ministra en la ¨²ltima cita de su ronda por el continente.

¡°Hay margen suficiente para dar m¨¢s clarificaciones y m¨¢s interpretaciones¡±, a?adi¨® Juncker. El luxemburgu¨¦s advirti¨® de que, en todo caso, esas concesiones jam¨¢s pasar¨¢n por la reapertura de las 585 p¨¢ginas del acuerdo de salida negociado durante tantos meses.

¡°Todo el mundo tiene que entender que el acuerdo no se va a reabrir¡±, zanj¨® Juncker en un mensaje dirigido a las fuerzas que tanto en el partido conservador de May como en la oposici¨®n laborista de Jeremy Corbyn exigen que se retome la negociaci¨®n con Bruselas. Las palabras de Juncker no calmaron el zafarrancho de combate en Westminster, donde la marea contra el Gobierno de May sigui¨® subiendo.

En el debate de emergencia impulsado en el Parlamento por el Partido Laborista en protesta por la decisi¨®n del Gobierno de retrasar la votaci¨®n del texto, prevista en un principio para este martes, muchas voces reclamaron a Corbyn que presente ya una moci¨®n de censura. El l¨ªder laborista, de momento, pide paciencia: ¡°No confiamos en este Gobierno. Necesitamos hacer lo que sea apropiado y en el momento apropiado antes de presentar una moci¨®n de censura¡±.