Presupuesto, pese a viento y marea
Un prometedor instrumento para combatir las pr¨®ximas crisis econ¨®micas en Europa ha echado a andar
La creaci¨®n de un presupuesto propio para la eurozona ha echado a andar. Y con ¨¦l, un nuevo y prometedor instrumento para combatir las pr¨®ximas crisis econ¨®micas. Que llegar¨¢n. Antes de configurar su arquitectura y dotarse de ingresos suficientes, el proyecto atravesar¨¢ tribulaciones y necesitar¨¢ f¨®rceps. Pero lo esencial es que ha saltado desde el limbo de lo deseable descrito (desde 2012) en los papeles de reflexi¨®n estrat¨¦gica al primer documento vinculante.
Los jefes de Gobierno mandatan a los 19 ministros del Eurogrupo (los de Econom¨ªa y Finanzas del euro) a acelerar el dise?o, las modalidades y el calendario de ese nuevo presupuesto, sobre la propuesta de la Comisi¨®n. Los l¨ªderes han afirmado que ¡°determinaremos su tama?o en el contexto¡± del paquete presupuestario septenal (las Perspectivas Financieras Plurianuales, PFP).
El pr¨®ximo PFP cubrir¨¢ el periodo 2021-2027. Por tanto, debe estar dise?ado pronto. Por eso se conjuran, en un lenguaje infrecuentemente comprometido, a que ¡°las caracter¨ªsticas del instrumento presupuestario ser¨¢n acordadas en junio de 2019¡±. En una singladura hay al menos tres momentos clave: la botadura del barco, la salida de puerto, y la llegada a destino. Estamos en la botadura. Y habr¨ªa que bautizarla con cava en vez de derramar las l¨¢grimas sempiternas de los an¨¢lisis funerarios.
Hay que ponderar el logro alcanzado dadas las resistencias que afront¨® y la probabilidad que se le atribuy¨®. Y es forzoso recordar que el presupuesto de la eurozona se ha engendrado contra viento y marea. Ha tropezado con el doble obst¨¢culo de que sus principales promotores atravesaban su peor momento: Emmanuel Macron, asediado por los chalecos amarillos; y Angela Merkel, sometida al s¨ªndrome pol¨ªtico del pato cojo. Ha topado, en esta misma cumbre, con el recelo de los socios orientales a¨²n no incorporados al euro. Por temor a que los 19 miembros del euro desv¨ªen recursos desde el presupuesto com¨²n al suyo (que tambi¨¦n ser¨¢ una l¨ªnea integrada en aquel).
Una virtud adicional de este proyecto es, justamente, recordar que el ingreso en el euro no es un capricho opcional para los socios de la UE. Todos est¨¢n obligados por el tratado a solicitarlo cuando cumplen los requisitos para ello. Y sobre todo, ha batallado duramente contra el frente de rechazo de ocho Gobiernos (los llamados n¨®rdicos que encabeza Holanda) cristalizado (algo leg¨ªtimo pero in¨¦dito) el 6 de marzo en un documento contrario a la creaci¨®n de esa capacidad fiscal [en la jerga, presupuestaria]. Su alternativa era ¡°construir colchones fiscales en los Presupuestos nacionales¡±, no a escala europea. Y dar ¡°prioridad¡± a ¡°las pol¨ªticas fiscales¡± de cada socio frente a la (a¨²n muy t¨ªmida) com¨²n: con especial ¨¦nfasis, claro est¨¢, en el rigorismo y la austeridad.
Como proclamaba el primer ministro holand¨¦s Mark Rutte en Berl¨ªn, el 2 de marzo: ¡°Necesitamos 19 fondos de absorci¨®n [de las crisis] nacionales¡±. As¨ª que frente a tama?os molinos de viento ¡ªen este caso, rel¨¦s¡ª, el Quijote federalista ha lanceado bien.
Pues al cabo, ?qu¨¦ es una pol¨ªtica? Un objetivo, un calendario, un gestor y los recursos asignados para alcanzar el fin planeado, lo que exige un presupuesto. Y eso implica sujetos pasivos que lo sostienen v¨ªa impuestos y una organizaci¨®n p¨²blica que los debate, legitima e impone.
No taxation without representation, proclamaron los rebeldes de la fiesta del t¨¦ de Boston. A la inversa, no hay representaci¨®n pol¨ªtica viable sin el apoyo de impuestos y presupuesto. Miren el acalorado debate actual de Espa?a.
Es la concreci¨®n de un programa pol¨ªtico y su momento culminante, que es el presupuesto. Para muestra, dos botones: el calentamiento dom¨¦stico del borrador de presupuesto espa?ol para 2019 y la (declinante) guerrilla del italiano en Bruselas. Y lo que te permite endeudarte y construir un Tesoro, el otro gran cortafuegos contra las crisis.
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