Macron intenta evitar otro s¨¢bado de protestas de ¡®chalecos amarillos¡¯

?Otro s¨¢bado de violencia? ?Acto V de los chalecos amarillos? El Gobierno franc¨¦s considera que ha hecho suficientes concesiones como para evitar un quinto fin de semana de movilizaciones en contra de Emmanuel Macron. Al riesgo de destrozos y a la fatiga de los polic¨ªas, se suma el atentado terrorista en Estrasburgo del pasado martes, que ha alterado la agenda pol¨ªtica, monopolizada en el ¨²ltimo mes por la revuelta contra las pol¨ªticas del presidente franc¨¦s. Macron conf¨ªa en que las medidas sociales anunciadas esta semana rebajen una "c¨®lera" que, en declaraciones a la prensa este jueves en Bruselas, reiter¨® que es "justa y leg¨ªtima".

La mayor¨ªa presidencial derrot¨® el mismo d¨ªa sin sorpresa y con comodidad una moci¨®n de censura planteada por socialistas, comunistas y por la izquierda populista en la Asamblea Nacional. La moci¨®n de censura obtuvo 70 votos de los 289 necesarios para ser aprobada. La derecha radical del Reagrupamiento Nacional (ex Frente Nacional) tambi¨¦n vot¨® a favor.

La protesta, cuyo emblema es el chaleco fluorescente de emergencia de los automovilistas, ha entrado esta semana en una nueva fase. Dos acontecimientos han cambiado el escenario. En qu¨¦ medida, se sabr¨¢ en los pr¨®ximos d¨ªas.

El primero es el discurso de Macron el lunes por la noche. El presidente anunci¨® una serie de medidas para apaciguar a las clases medias empobrecidas que, desde mediados de noviembre, bloquean carreteras. Desde los 100 euros suplementarios al mes para quienes cobran el salario m¨ªnimo a la eliminaci¨®n de impuestos y cargas sociales sobre las horas extra, las medidas deben reforzar el poder adquisitivo de las personas con ingresos m¨¢s bajos.

El segundo acontecimiento es el atentado en Estrasburgo. Desde la noche del martes, cuando llegaron las primeras noticias de un tiroteo en la ciudad alsaciana, los chalecos amarillos desaparecieron de las pantallas de televisi¨®n. Es la primera vez que esto ocurre en casi un mes.

El portavoz del Gobierno franc¨¦s, Benjamin Griveaux, record¨® en la cadena CNews que las fuerzas del orden ya llevaban cuatro semanas activadas por los chalecos amarillos y merec¨ªan un descanso. El ¨²ltimo fin de semana, 89.000 polic¨ªas se movilizaron en todo Francia, incluidos 8.000 en Par¨ªs.

¡°Ser¨ªa preferible que, m¨¢s que manifestarse, este s¨¢bado cada uno pueda de manera tranquila dedicarse a las ocupaciones de un s¨¢bado antes de las fiestas de Navidad¡±, dijo Griveaux.

Se sumaron a los llamamientos a anular el quinto s¨¢bado de protestas, entre otros, el presidente del partido de derechas Los Republicanos, Laurent Wauquiez, y Laurent Berger, el jefe del sindicato reformista CFDT. La idea com¨²n es que, tras el discurso de Macron y tras el atentado de Estrasburgo, es hora de desescalar las tensiones y, despu¨¦s, dialogar.

Algunas figuras de la protesta ¡ªno los l¨ªderes, puesto que es un movimiento sin jerarqu¨ªa ni organizaci¨®n¡ª tambi¨¦n piden una pausa. Es el caso de Jacline Mouraud, una de las iniciadoras de la revuelta con un discurso en octubre en la red social Facebook. Ahora representa el ala moderada y recibe amenazas de muerte de algunos chalecos amarillos. ¡°Pienso que es el momento de transformar el movimiento y actuar con inteligencia¡±, dijo en la cadena RTL.

A favor de la celebraci¨®n del llamado Acto V de la protesta est¨¢ Jean-Luc M¨¦lenchon, l¨ªder de la izquierda populista de La Francia Insumisa. Y una parte seguramente mayoritaria de los chalecos amarillos. Un grupo convoc¨® a la prensa ante la sala del Jeu de Paume, en Versalles, uno de los escenarios de la Revoluci¨®n francesa en 1789. En este grupo estaban otras dos figuras medi¨¢ticas, Priscillia Ludosky y Maxime Nicolle. Pidieron una reducci¨®n generalizada de tasas e impuestos sobre productos de primera necesidad y una bajada de los salarios gubernamentales. Tambi¨¦n la posibilidad de recurrir a referendos de iniciativa ciudadana y la creaci¨®n de una asamblea de ciudadanos. Y defendieron la continuaci¨®n de las protestas.

La derrota de la moci¨®n de censura contra el Gobierno ¡ªla tercera desde que Macron gan¨® las elecciones en 2017¡ª era previsible, dada la hegemon¨ªa de La Rep¨²blica en Marcha, el partido de Macron, en la Asamblea Nacional. El recuento de los votos revel¨® de forma gr¨¢fica el contraste entre las mayor¨ªas parlamentarias salidas de las urnas y el poder de los chalecos amarillos, que ha logrado modificar el rumbo del presidente. La oposici¨®n en la calle es hoy m¨¢s fuerte que la oposici¨®n en el Parlamento.